~~ 0 ~~ Cada hora que pasaba los nervios de los chicos crecían. Lo habían tratado bien, eso no podían negarlo; sin embargo, Mack había aparecido cuatro horas después, sola, nerviosa y con una mirada de dolor, molestia, lujuria y algo más que los chicos no pudieron descifrar. Mackenzie permaneció en silencio algunos minutos y los chicos esperaron con calma a que ella hablase. Se veía demasiado confundida y afligida así que no deseaban ofuscarla. —Laertes deseaba saber sobre nosotros y estar seguro que no deseásemos el libro para hacer un mal. —Pensamos que no volverías. —Él tiene el poder de ver la verdad con sólo tocarte y por ello deseó permanecer a solas conmigo, luego hablará con cada uno de ustedes. —Eso quiere decir que nos ayudará? —Asintió. —No vió maldad en mi futuro y eso q

