CAPÍTULO 1: El concurso

1451 Words
–¡Hey! ¿Ya viste esto?– dijo Kalel, uno de mis mejores amigos, pasándome su celular; en él, había una publicación de ** de Tom Holland donde decía que estaba organizando un concurso para ir con él y su familia a la premiere de Avengers: Infinity War, solo tenías que donar un poco de dinero a The Brothers Trust, una organización sin fines de lucro regida por la familia Holland, en la que todas sus ganancias van dirigidas a organizaciones independientes que no cuentan con muchos recursos–, ¿vas a participar? "¿Te imaginas poder conocer a uno de tus tantos crushes? Solo piensa en las posibilidades de las que podrías hacer con él si ganas?" "Sí, claro, como si eso fuera a pasar, es más, tu madre ni siquiera te va a dejar". –Me gustaría, pero dudo que mi mamá quiera prestarme su tarjeta para eso o siquiera dejarme ir–contesté, devolviéndole su celular y tratando de volver a poner atención a la clase. –¿Quieres que te ayude a convencerla?– volvió a preguntar. –Te aviso. El resto de la mañana me la pasé preparando un monólogo para poder convencer a mi mamá de que me prestara su tarjeta. –... tú siempre me dices que es bueno ayudar a las personas que más lo necesitan– dije, practicando junto a Kalel y mi otro mejor, Sebastián, en un parque cerca de mi casa. –Pero eso solo lo quieres hacer porque quieres conocerlo– dijo Sebastián, haciendo su voz aguda para imitar la de mamá. –Claro que no– objeté–. Creo que es una causa muy noble de su parte; además, ganar solo sería un plus al verdadero premio: la satisfacción de saber que ayudaste a alguien que en verdad lo necesita– concluí llevándome las manos al corazón. –Ok, creo que con eso sí la compras– dijo Kalel, aplaudiendo. –¿Seguro? –No, pero eso espero– contestó, –Vamos a tu casa, te dejamos, le dices y nos cuentas, ¿va? –Va. Caminamos en dirección a mi casa mientras ellos me daban consejos de qué hacer en caso de que no saliera como lo planeamos. Una vez que llegamos a nuestro destino, nos despedimos y entré. La casa olía delicioso por la comida que mi madre estaba preparando. –¡Ya llegué!– dije al cerrar la puerta. –Hola, querida, ¿cómo te fue?– preguntó ella. Dejé mis cosas y me acerqué para ayudarle y, una vez que la comida estuvo lista, nos sentamos en la mesa y empezamos a comer. –Mamá– dije, captando su atención. Ella volteó a verme y seguí–, ¿me prestas tu tarjeta para donar a una organización?– arruiné todo lo que había planeado en las últimas seis horas. –¿Qué?– dijo, riendo levemente. Le expliqué un poco de qué iba todo eso–. Y, ¿cómo sabes que no es una estafa? –Está en su página oficial– contesté mientras tecleaba en mi celular para encontrar las pruebas. –¿Está segura de que este sitio es seguro?– preguntó cautelosamente. –Sí. –Mariana, sabes que, de verdad, me parece una idea estupenda que quieras ayudar, pero, en caso de que ganes este concurso, ¿iría alguien contigo? –No, ahí dice que solo es para una persona. –Bueno, como sea, en la familia nadie tiene demasiada suerte para ganar algo así, entonces sí, ya sabes dónde está la tarjeta– "vaya, eso fue mucho más fácil de lo que pensé, aunque fue un poco cruel". Al terminar de comer, me fui a mi cuarto (no sin antes agarrar lo importante); al llegar, prendí mi computadora y entre al sitio de The Brothers Trust, específicamente a la parte en la que se refería al concurso, ingresé todos los datos que pedían. Como era viernes y no tenía intención alguna de hacer tarea, llamé a mis amigos, contándoles lo que mamá había dicho y, ya que llegó mi hermana, nos pusimos a ver una película. Había pasado poco más de un mes cuando Tom, via **, dijo que iba a anunciar al ganador en unas cuantas horas y yo estaba que no podía con los nervios. Estaba acostada en mi cama, cuando me llegó la notificación de que Tom había publicado un video, entré lo más rápido que pude y lo vi: –Hola, chicos, ¿cómo están? Yo estoy estoy bien. Como saben, el día de hoy se anuncia el ganador del evento de The Brothers Trust, entonces, aquí vamos– dijo Tom en el video mientras se dirigía a su hermano, Sam, que tenía un tazón lleno de papelitos–. Y bien Sam, ¿quién es nuestro afortunado ganador?– el menor metió la mano en el tazón, lo revolvió y sacó un papel. –Y el ganador es...– abrió el papel, lo leyó y, finalmente dijo:– Mariana Sorní de México. Oh. Por. Dios. Ese es mi nombre. Ese es mi apellido. Esa soy yo. ¡¿Qué?!, ¿de verdad gané? ¿Estoy despierta o es un sueño? ¿De verdad acaban de decir MI nombre en ese video? Estaba en shock, por lo que no escuché lo demás que dijeron, pero, una vez que salí de él, entré a mi correo y tenía uno reciente, no más de diez minutos atrás había llegado. Lo abrí y decía: "Estimada señorita Mariana Sorní. Nos complace anunciarle que usted es la ganadora del concurso de The Brothers Trust y podrá asistir a la premiere mundial de Avengers: Infinity War en Los Ángeles, California el próximo 24 de abril de 2018, además, tendrá la oportunidad de pasar tres días y dos noches con la familia Holland. Sin más que decir, esperamos su confirmación para así poder mandarle la información sobre su vuelo y el hospedaje. ¡Muchas felicidades!                                                                                                                                                                                            Atte.                                                                                                                                                                      The Brothers Trust" Les mandé el video a Kalel y Sebastián y bajé corriendo para darle la noticia a mi familia. Estaba gritando, por lo que, aparte de asustar a mi mamá y mi hermana, también asusté a nuestros perros y gato. –¿Qué traes, loca?– preguntó mi hermana, a lo que ni siquiera me molesté en contestar, solo me limité a enseñarles el correo–. Eso debe ser una broma, tú no tienes tanta suerte. –Al parecer eso ya cambió. –De ninguna manera vas a ir, Mariana– dijo mi mamá, dándome mi celular. –¿Qué?- pregunté, atónita. –La razón por la que te deje concursar fue porque no creí que ibas a ganar– continuó–. ¿Crees que te voy a dejar ir sola a Los Ángeles con unos completos extraños? –Pero... –Ni una palabra más, no va y punto– dijo, interrumpiéndome. –Pero es una oportunidad que no puedo dejar pasar. –¿Y? Eso no es problema mío. –Papá diría que sí. Es más, él estaría más que contento por eso. –¿Sabes qué? Mejor ya vete a tu habitación, hablamos luego– obedecí su orden, ya que no quería hacerla enojar más. Al llegar a mi habitación, chequé los mensajes que tenía (que en su mayoría eran de las personas a las que les había mandado el video), para ahorrarme tiempo, decidí hacer una llamada grupal. Al contestar, me felicitaron y yo les conté lo sucedido con mi mamá y, una vez más, Kalel se ofreció a hablar con ella para darme una ayudadita, a lo que le dije que iba a tratar de convencerla y, si no funcionaba, ellos me ayudarían. Charlamos un rato más sobre cosas que podría hacer en Los Ángeles y los lugares a los que podría ir y ellos hacían sus fantasías sobre yo presentándoles a Scarlett Johansson y ellos teniendo una vida digna de novela. Después de terminar la llamada y, en contra de lo que había dicho mi progenitora, mandé mi confirmación del correo, al fin y al cabo, ella siempre ha dicho: "más vale pedir perdón que pedir permiso". Inmediatamente, me mandaron otro correo, en este, venía la fecha y hora en la que estaba reservado mi vuelo, que era el lunes 23 de abril de 2018 a las 05:30 horas; en este, también venía el nombre y la dirección del hotel donde me hospedaría: Loews Hollywood Hotel. Ese día me fui a dormir pensando en cómo le haría para convencer a mi mamá de que me dejara ir y tenía que conseguirlo en menos de tres semanas.
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