Los caballos que montamos dan en contraste a nosotros, el mío es un semental n***o azabache mientras que el de él es café claro, ambos animales nos llevan sobre sus lomos mientras vamos hablando de diversas cosas que son parta de nuestro mundo. Sé a dónde lo llevo, conozco el rancho y si no mal me equivoco voy por buen camino. Juego una carrera con él que acepta. Mi caballo deja atrás al suyo, pero su risa se escucha a mi espalda. Acelero el paso en el caballo que también me ayuda a dejarlo atrás. Detengo mi caballo al llegar a nuestro destino, vaya que es hermoso. —Es... —Hermoso. Se baja del caballo y camina a dónde estoy parada, me doy la vuelta para sonreírle. —¿Qué sorpresas como está me ocultas?—lo beso antes de alejarme. —Muchas más. Me quitó la blusa antes de amarrar mi caba

