Venganza, una carta y algo más.

2494 Words
Hace cuatro años.   -Ugh, es un insolente-Le dije a Mia refiriéndome al tal Caleb-Aun no puedo creer que me haya dejada plantada como una estúpida en la fiesta -Prácticamente no te dejo plantada, él no sabía que se suponía que iba a ir contigo -¿Lo estas defendiendo? -La rete con la mirada a que dijera que si -No, solo digo que no se llama plantarte si no sabía que iba contigo-Mia soltó una sonrisa, claro que le estaba divirtiendo la situación Yo había tenido la gentileza de invitar a Caleb a la fiesta que habíamos hecho el sábado pasado Mia y yo, quería que él empezara a integrarse, quería que se sintiera como parte de nosotros y el muy imbécil no había ido, me había dejado sola y esperándolo, nunca nadie me había hecho esto, y si de algo estaba segura, es que se lo iba a hacer pagar -Si me planto, y punto-Me cruce los brazos bajo los pechos -Y pensar que compraste ese vestido nada mas para que te viera-Mia rodo los ojos Antes de la fiesta, Mia y yo habíamos ido de compras, y yo me había llevado un bikini precioso color rosa palo, era algo descubierto, pero al fin y al cabo era una fiesta en la piscina, y encima de todo también me había comprado un lindo vestido color marfil, que quedaba totalmente ajustado arriba, y abajo era un poco más suelto, me veía preciosa ese día, y saber que en parte lo había hecho para que Caleb me viera me estaba haciendo querer quemar todo lo que había comprado -Yo no compre nada para él, ni que fuera tan importante, sabes que me gusta ir guapa a donde sea que vaya -Si, si, yo sé-Mia le estaba restando importancia al asunto, ella estaba calmada porque había sido a ella a quien estaba plantado, mucho menos un chico nuevo becario y sin amigos ¡Por Dios! Yo soy la chica más sensual del instituto ¿Qué se estaba creyendo el imbécil de Caleb? Mi cabeza era sin duda un complejo de furia y vergüenza, NUNCA, NADIE, JAMAS me había dejado plantada, ¿Cómo le iba a mirar la cara al infeliz? Ojalá la tierra me trague, ojalá y no venga hoy, aunque de seguro cuando entremos ya el estará sentado con sus libros, el tipo es un completo nerd -¡Lo detesto Mia! -Chille mientras me apretaba las uñas contra las palmas, estaba tratando de calmar el enfado que sentí -Han pasado dos días, supéralo-Volvió a decir ella, claramente Mia no estaba haciendo caso a lo que le estaba diciendo, ella estaba al parecer en otro mundo -A todas estas, ¿Qué pasa contigo? ¡Tierra llamando a Mia! -Pase mi mano por enfrente a sus ojos, y ella soltó una risa tonta -Anderson-Balbució como abducida -¿Qué hay con él? -Nos enrollamos-Mia se peinó inconscientemente su larga melena negra mientras se mordía el labio inferior, ademan que tiene cada vez que está ansiosa y emocionada -Eres una sucia-La mire sonriendo con los ojos abiertos, eso sí que no la sabia -Baja la voz, puede estar oyéndonos-Mia miro a nuestras espaldas y sabia que se estaba preparando para contarme todo lo que había pasado -Entonces ¿Se enrollaron…? -Le lance una sonrisa de complicidad -Si, estábamos en la fiesta bailando y bueno, todo se junto con todo, para nadie es un secreto que Anderson bota la baba por mí, y bueno, él es guapo, inteligente, tiene un futuro brillante por delante, y al fin ya al cabo ¿Qué más da? Es Anderson y está buenísimo-Dio brinquitos donde estábamos -¿Y que más paso? -La alenté a que continuara contándome -Nada, me trato como una completa princesa, tanto que fui yo quien lo invito a ir a mi habitación -¡Madre mía! -Solté con una voz muy aguda -Si, y me pidió que fuera su pareja en el cotillón-Dijo mientras se subía al lavabo y se sentaba allí El cotillón es un baile que el instituto y una junta de padres organiza para todos los estudiantes del último año, es algo así como la graduación, pero con mucha más clase, las chicas tienen que tener obligatoriamente una pareja, usan vestidos largos y pomposos, los chicos van de traje o en su defecto de frac, se hace un banquete, se hacen muestras de bailes clásicos, siempre hay una orquesta tocando en vivo, y los mas emocionante de todo es sin duda bajar por las escaleras Los graduados son enviados en sociedad, y entonces bajan con sus parejas por unas escaleras mientras el anfitrión lee una tarjeta en donde nosotros nos visualizamos en el futuro, es básicamente todo lujo, glamour, y expectativa El cotillón es lo que los estudiantes de ultimo año mas esperan, y es algo que se toma tan enserio que desde comienzo de curso begin hacerse los preparativos, sobre todo las clases de baile clásico que son obligatorias para todos los estudiantes -Oye espera, no puedes ser pareja de Anderson-Le apreté el brazo a Mia -¿What? ¿Por qué no? -Me miro contrariada -Por que él es el único chico mas alto que yo incluso si me pongo tacones, y obviamente me pondré tacones en el cotillón, no puedo dejar que mi pareja sea mas bajo que yo Yo era una de las estudiantes mas altas del ultimo curso, media casi 1.80 y la mayoría de chicos eran casi de mí misma estatura, eso quería decir que si usaba tacones les sacaba unos centímetros de más, y no pienso ponerme planos, mucho menos quiero que mi pareja parezca mi hermano menor -Laia, pero yo no puedo hacer nada por ti -Mia, por favor-Le rogué mientras la miraba haciendo pucheros -Yo quiero ir con él-Ella mi miro también suplicante, y no podía evitar la felicidad de mi mejor amiga, además él se lo había pedido a ella, no a mí, literalmente estaba en el limbo en este momento -Déjalo, ya encontrare que hacer -Yo tengo unos bonitos zapatos de piso que podría prestarte -No juegues con eso, ya suficiente tienes con que me hayas robado la pareja-Ella soltó una gran carcajada -Te equivocas, igual que con lo de Caleb, no te la robe si él nunca te lo pidió-Me miro con su aire de listilla presumida -Ugh, no me lo recuerdes -Ahora que lo pienso, Caleb también te saca uno 12 centímetros, igual que Anderson -NO, NO Y NO-dije rotundamente-Esa idea está descartada -Pero si ni siquiera te la he dicho -Ya se para donde vas, y la respuesta es no -Enserio te molesto que te dejara ¿Cierto? -Si, solo estoy buscando la forma de vengarme -¿En realidad quieres hacerlo? -Me miro de medio lado -Dime que tienes en mente-Sabia claramente cuando algo se estaba cocinando en la cabeza de Mia, y estaba segura que esta vez, era una de esas ocasiones -Vamos a hacer una broma-Ella me tomo del brazo mientras me arrastraba a la sala de informática -Uy, creo que entonces nos perderemos de las tres primeras clases, es una lástima-Ambas salimos corriendo mientras reíamos como desquiciadas Entramos a la gran sala de informática a hurtadillas, y nos escabullimos entre los alumnos que había allí, para que el maestro no se diera cuenta que había un par de intrusos en su clase -¿Sabes el apellido de Caleb? -Miller ¿Por qué? -¡Vaya! Parece que lo tienes vigilado-Mia me dio un codazo en las costillas -Se llama estar atenta a la toma de lista diaria-Intente excusarme    “Querido señor Miller   Lamentamos informarle que por motivos de fuerza mayor es imposible mantener su porque en nuestro instituto Saint Bartolomé Lamentamos inmensamente este incidente, y esperamos poder verlo en nuestras aulas de clases próximamente   Atentamente   Robert Callahang Rector del instituto Saint Bartolomé ”   -No puedo creer que estemos haciendo esto-Dije mientras la impresora escupía la hoja con la carta, Mia se estaba tapando la boca, evitando que su risa llamara la atención de alguien -Vamos a dejarla en su casillero-Mia doblo la carta en tres finos pliegues y la deslizo por la pequeña ranura del casillero Cuando el timbre anuncio la segunda hora de clases, no podía esperar a que Caleb fuera a su casillero en busca de sus libros, entonces vería la carta, y obviamente Mia y yo estaremos allí para poder ver su expresión Efectivamente cuando todos los estudiantes salían en busca de su casillero, Caleb hizo lo mismo, Mia y yo lo seguimos mientras nos escondíamos detrás de las espaldas de otros estudiantes Caleb abrió su casillero, y la carta cayo hasta sus pies, él la recogió y se dispuso de inmediato a leerla, y fue entonces cuando empecé a sentir un poco de remordimiento por lo que acabamos de hacer, la expresión del chico cambio tan de golpe que sentí que tal vez se nos había ido la mano con la broma Caleb cerro su casillero de un golpe, y con la hoja entre sus manos se dirigió a la oficina del director -¡Mierda Mia! La hemos cagado, va para donde el director-Dije mientras la miraba asustada -Tienes que detenerlo, intercéptalo y dile que todo ha sido una broma-Me dijo apresurada mientras íbamos tras de él -Yo no voy hacer eso, dile tú, tú no estas enojada con él-La reñí -Laia, no va a creerme, tienes que ir tú-Me empujo mientras yo instantáneamente volvía a mi posición original -No, yo no puedo, ve tú, tú has sido la de la idea -Pero no era yo la que quería vengarse, eras tú, tienes que ir-Volvió a empujarme -No puedo hacerlo-Empecé a sentir como las manos me temblaban -Ya no es necesario que vaya ninguna de las dos-Dijo Mia con la mirada perdida -¿Por qué? -Susurre -Ya ha entrado Caleb acababa de entrar en el despacho del director, ya no había nada que hacer, y yo ni siquiera me había dado cuenta por que estaba peleando nada mas y nada menos que con Mia -¿Qué hacemos? -Mia me miro aterrada -Corre, nadie sabrá que hemos sido nosotras-La agarre de la mano y salimos corriendo por los pasillos, dispuestas a entrar en la clase de algebra lineal, tal cual como dos santas palomas  Entramos en el salón de clases como si nada hubiera pasado, Mia se fue a su asiento y yo al mío, más sin embargo la zozobra me estaba matando, Caleb no llegaba aun a clases, y Mia mordiendo su lápiz me estaba estresando, esa chica se iba comer el borrador completo Los minutos pasaban y se seguíamos sin tener noticias, hasta que el alta voz del salón de clases sonó -Laia Deal, al despacho del director, enseguida Me levante de mi asiento, y antes de cerrar la puerta de clases mire fijamente a Mia que también me miraba con nerviosismo, nos habíamos pasado, y en ese momento me di cuenta que me había divertido tanto haciendo la broma que creo que no había pensado en las consecuencias -¿Me mando a llamar Mr. Callahang? -Pregunte cuando entre al despacho del director donde estaba sentado Caleb -Si señoría Deal, entre y siéntese por favor -Claro, ¿Ha sucedido algo? -Pregunte inocente, Caleb estaba al lado mío, tenía la mandíbula apretada y ni siquiera me había mirado y al parecer no pretendía hacerlo -Esto ha sucedido-Extendió la carta frente a mi -¿Qué es eso? -Inte tomarla, pero el director inmediatamente me lo impidió -La carta que usted y la otra chica han hecho, ¿Es esto una broma señorita Deal? -Me miro suspicaz -Yo no he hecho eso-Dije en mi defensa, el director volteo la pantalla de su ordenador Mac y entonces mi rostro apareció en el video de seguridad ¡Si podíamos ser brutas Mia y yo! Habíamos olvidado las cámaras de seguridad  -Lo siento-Baje el rostro mientras jugaba con mis manos a lo que el director me lanzo una mirada reprobatoria -Sabe usted que esto le costara mas que un lo siento ¿Cierto? -Volvió a decir el director, y supe que se me había ido hondo -Pido perdón, también a ti Caleb, mi intención no era hacer daño-Miré a Caleb, sin embargo él parecía seguir sumido en un punto inexistente en la ventana que había tras del director -Usted ha falsificado mi nombre, eso se llama suplantación, pero como no pienso llevar esto a instancias legales, le daré una semana de suspensión -¿What? Pronto comienzos de cotillón -Pues lo siento mucho-Dijo con indiferencia-Ahora, si no quiere que sean dos semanas, retírese a clases de inmediato, usted también puede irse ya, alumno Miller-Se dirigió a Caleb- lamento lo sucedido, yo me cerciorare de que sea la primera y la ultima vez -No hay problema-Caleb estrecho la mano que el director le tendía, mientras que yo me arreglaba los pliegues de la falda gris -Señorita Deal, ¿Quién era la otra chica que estaba con usted? -Estaba sola -En la cámara hay dos personas, lastima que ella haya sido mas inteligente que usted y no haya volteado a ver -No lo sé-Titubee, yo no iba a echar al agua a Mia, esa era una regla de oro entre amigas -O me dice, o averiguo por mi cuenta y usted y ella se quedan sin cotillón-Sentencio ¡Carajo! El director había dado justo en nuestro talón de Aquiles, ojalá Mia me perdona que la delate, por que estoy segura que ella prefiere morirse que quedarse sin cotillón, igual que yo ... -Bajito Mia-Susurre -¿Mia qué? -Mia Sanders-Volví a susurrar -Puede retirarse Sali del despacho sintiéndome una completa basura, ahora quien se va aguantar a Mia y su discurso, y peor aún quien va a soportar a Mamá cuando le cuente que me han suspendido -Gracias-Le grité a la espalda de Caleb-Tenias que ir con el director, perfecto-Volví a gritar mientras él se paraba en seco -¿Qué has dicho? -Volteo a verme mientras caminaba con pasos agigantados en mi dirección -¿No podías esperar un poco más? ¿Tenías que ir de inmediato a dar quejas? -Si, si tenia que hacerlo, esa carta amenazaba mi futuro-Gruño a pocos pasos de mi -¿Y no se te ocurrió que si hubiera sido cierto no te habrían dejado la carta tirada en tu casillero? -Fruncí los ojos enojada -¿Sabes que no me imagino? Tener a una estúpida niñita como compañera de curso -¿Cómo me ha dicho? -Estúpida niñita ¿que ganaste con tu bromita? ¿Qué era lo que querías probar? -Nada-Me abrace los brazos -¿Entonces? ¿Qué demonios te he hecho yo para que te metas conmigo? -¡Me dejaste plantada! -Volví a gritar, y después de soltar las palabras me sentí algo muy estúpida -¿Cuando? -Él pareció sorprendido -En la fiesta del sábado-Baje la voz y él soltó la carcajada mas altanera que he oído en toda mi vida -No me gusta la lastima-Se acerco otro poco a mi-Escuche todo lo que tu amiga dijo, y créeme, no necesito que me invites a ningún lado por lastima, no vine aquí a hacer amigos-Volvió a darme la espalda para caminar a clases -¿Si no te gusta la lástima porque aceptaste la beca? -¡Mierda! ¿Yo había dicho eso? -Niñata engreída, yo no estoy aquí por lastima, estoy aquí por que me lo he ganado, por que lo merezco, esa es la diferencia entre tu y yo, tu simplemente tienes las cosas a tu alcance… Yo me las gano-Esta vez cuando volteo no pude hacer mas que ver como su silueta alta y tonificada se alejaba de mí, me había quedado literalmente sin palabras ¡Desgraciado Caleb!    
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