Por Delfina -Delfi… Entré a su dormitorio y prendí la luz grande, la que iluminaba desde la lámpara con forma tigre, es muy exótica esa lámpara y siempre me llamó la atención… menos hoy. -¿Qué hacés acá? Me preguntó incorporándose. Tenía todo el maquillaje corrido, parecía un monstruo mal pintado de esos que quieren asustar en Halloween, sin embargo estaba hermosa. -Delfi, hablemos. -No hay nada de qué hablar. -Delfi, por favor… Traté de acercarme a ella y de abrazarla, ella se enfureció. No entiendo por qué. -¡Todavía tenés en tu camisa la purpurina que esa mujer tenía en el pecho! Mierda ¿Se refregó contra mí? Me miré la camisa y evidentemente era así. -No me interesa esa mujer. -No se notó. -Te lo juro. -Gastón, estabas a punto de besarla cuando te diste cuenta de que e

