No fue un buen día para Mariana, mucho menos con el horrible episodio que padeció gracias al fallo de su computadora. Lo importante era que eso pudo resolverse y la jornada laboral terminó bien, dentro de lo cabe. Cumplió con todos los pendientes y poco más; además, había recibido varios halagos por parte de su jefe. Pese a que no fue un buen día, Mariana no debiese de tener otro motivo por el cual sentirse malhumorada, pero sí había otro motivo y, como siempre, era su hermano gemelo.
Es que para Mariana era el colmo que además de sentirse “angustiada”, por lo que había pasado con su computadora, ahora también tenía que soportar el hecho de que todos sus trabajos fuesen a parar en manos de Calvin… Bueno, a la computadora de Calvin, que era exactamente lo mismo para Mariana. No era justo
