Solo a veces veo al pasado solo para ver lo malo que puede ser la humanidad, saber que simplemente no se puede confiar del todo en las personas y quizás en otras cosas.
Aunque la desconfianza viva conmigo, camine de mi mano, nadie lo sabe, como pueden si nunca les he dicho sobre ello. Sé que mi familia debería saberlo, pero como puedo ser una carga más en su vida si el sufrimiento los rodea cada vez que tiene oportunidad.
Me encuentro caminando solo por el bosque, quizás no sola, la soledad cuenta como mi compañera de vida, miro a cada segundo por detrás de mis hombros a ver si alguien me sigue, siempre lo hago ya es costumbre, escucho solo mis pisadas además de otros sonidos proveniente de los espesos árboles que me rodean.
El bosque mi hermoso bosque, los árboles, el aire, esta es la única forma que tengo de escapar, aunque mi familia lo vea como algo peligroso el caminar sola por el bosque, puede ser así, pero es el único riesgo que me interesa tener en mi vida, puede que se vea el peligro en la palabra para algunos, pero para mí simplemente es la cosa que me hace aferrarme a la vida, no desconfió del como si desconfió de las personas, es mi escape de la sociedad que vivimos, pensar en las cosas que en ella hay me da una tristeza que se aferra mi pecho.
Ya que todos consideran al bosque como un peligro nunca menciono a donde voy cuando alguien de mi familia me pregunta, simplemente digo, a caminar por ahí, siempre en su respuesta va la frase, okey pero no te acerques al bosque, si supieran que lo hago todos los días me matarían.
Estoy tan acostumbrada a caminar por estos senderos que se me hace muy fácil reconocer los sonidos de este, como un ave que despega a otro ambiente, el sonido de un conejo corriendo de mí, suelo escuchar con mucha claridad todo lo que me rodea según los demás esa es mi habilidad, tener una capacidad auditiva de alto nivel según mi hermano.
Hoy estoy más atenta que otros días, ya que la semana pasada cuando me encontraba recostada en los pies de un árbol como es de costumbre, escuche ruidos demasiado extraños provenientes del otro lado del bosque, eran sonidos que nunca antes tuve la oportunidad de escuchar, además cuando exploraba encontré huella de animales más grandes que no se encuentran mucho en este bosque, pero estas fueron desapareciendo con la caída de las hojas, aun no entiendo que es, la verdad al principio me asuste como es lo más común en una persona sola en el bosque con sonidos extraños y marcas de animales grandes, por lo que volví a mi casa pero estos días he tratado de averiguar que es, quizás lo logre quizás no eso lo sabré luego
Me encontraba en mis vacación, pero eso se acabaría muy pronto, como me gusta decir volveré al infierno llamado escuela, ese lugar sí que me aterra ya que en ese lugar sí que hay verdaderos demonios, sé que suena totalmente cruel y exagerado pero si has vivido en ese lugar sabrás de que hablo, todos ellos se encuentran sumidos en el pensamiento de hacerle daño a los demás o solo ignorarte por lo tanto siendo participes de la observación del comportamiento de crueldad humana.
En ese lugar sueltan a cuatro clases de “personas” supongo, según mi clasificación estarían, Las Bestias, son el tipo de bestias sanguinarias que se encontraran con tu alma y la atormentaran hasta que sus pulmones se rindan, cruelmente son los más adinerados, aunque nadie lo diga el dinero es poder cuando eres humano, son pocos en la escuela, pero que se puede decir pocos pero destructivos. Siguen los semis demonios, son los que tratan de llevarle la contra a las bestias pero al formar ese combate, salen más dañados, pueden ser igual de adinerados pero no tienen tanto poder como eso animales sanguinarios, los semis demonios no son tan malos, digo tan porque lo pueden llegar a ser si estas en su camino, no son amistosos simplemente no tienen tiempo para hacer amistades solo lo tienen para llegar a sus metas. Luego se encuentran mis favoritos, El Clan ORACULO, me doy el crédito por el nombre, no hacen nada literal nada, son semi demonios caídos, soldados fueron buenos, no pudieron con la fuerza de las bestias, no es que no se vea venir todos en la escuela lo saben incluso ellos que nadie puede estar tanto tiempo solo luchando con esa escorias, no hacen nada por lo afectados que quedaron luego de la batalla, están abajo en la cadena alimenticia, todos van por ellos incluso semi demonios, saben que son más fácil de romper, perdieron todo en la batalla incluso a ellos mismos. Y finalmente el puesto que nadie quiere, ni yo, mi puesto, soy de las que quedaron luego de ser atacados con cizaña, tal vez soy clasificada como un humano sin corazón, quizás lo soy, quizás ni siquiera sigo siendo humana, me perdí a mi misma, ya no me afecta el daño que tratan de hacerme tanto así que a los demás se le hace aburrido el desquitarse con alguien a quien lo le causan efecto, soy de los más solitaria, zorro si ese es mi animal espiritual supongo, miles de formas de dirigirse a mí pero solo uno que me puede causar interés el nombre, mi nombre, Isabelle, quizás Isa.
Sigo mi camino por el bosque con mi mente en cualquier lugar menos en mi cuerpo, hasta que siento algo, algo raro una presencia, es posible, será posible que no esté sola ahí, cuando empecé a ir al bosque me causo curiosidad el por qué nadie iba y en todos lados habían carteles de precaución, así que investigue, según los escritos del pueblo, dicen que hace décadas hubo un invasión de bestias nocturnas, o lobos, pero el miedo de los pobladores los llevaron a la extinción, por lo que no hay ninguno aquí, me encantaría haber vivido en la época donde el bosque mostraba su verdadero ser, lindo pero feroz, me gustaría ser parte de el con animales salvajes corriendo cerca, ser vista como uno más, no como una intrusa, pero eso ya no va a pasar, así que yo y el Bosque estamos solos, o eso creo.