Capítulo 7 - Primer ataque

4997 Words
A la mañana siguiente, Ana y Sasha planificaron su día, hoy les tocaba visitar el hospital, cada día miércoles lo hacían a escondidas de Jeff obviamente, ambas llevaron sus disfraces en sus mochilas, llevaban suficiente comida, todo listo para salir, Sasha sobornaba a los guardias que iban con ellas para que no dijeran nada, pero justo en ese momento cuándo iban saliendo, fueron vistas por Dennie, el supuesto príncipe, quién decidió seguirlas. Las chicas llegaron al lugar y se caracterizaron, tomándose el cabello y poniéndose una capucha larga de color marrón hasta el suelo, Dennie no comprendía lo que veía y se acercó a ellas. - ¿Se puede saber que hacen?- Sasha volteó a ver y quedó helada al ver al príncipe, pero fue grosera en su forma de contestar. - ¿Qué te importa?- - ¡Pero qué falta de cortesía, recuerda que soy el príncipe!. - ¿Y a mí que me importa quién seas?- Dennie se sintió ofendido, pero Ana los detuvo. - Sasha, no es necesario contestar así, tranquila.- Los guardias solo se rieron ante la insolencia de Sasha. - Si quieres saber qué hacemos aquí, entra a mirar y mantente callado por favor, dijo Ana de la manera más cortés posible. - ¡Pero Ana!- Exclamó Sasha. - Tranquila Sasha, deja que vea y de seguro entenderá. - Prometo solo observar, no voy a molestarte Ana, te lo aseguro.- Sasha lo miró con desprecio y entró al hospital, Ana y los guardias la siguieron y Dennie detrás. Al entrar Dennie miró con asco muchas cosas que estaban a la vista, había mucha gente enferma y herida, el hospital era muy humilde y pobre, de pronto una enfermera de aspecto joven se acercó a las chicas. - ¡Hola, que bueno verte por aquí otra vez!, tenemos muchas personas que están mal, por favor ayudalas.- Le pidió la angustiada enfermera a ambas, Sasha le señaló con la mano que quién tenía esas facultades era Ana. - ¡Llévame a ellos por favor- Dijo Ana, Dennie aún no entendía nada, caminaron por unos pasillos y llegaron a una sala donde habían muchas personas en face terminal, los guardias se quedaron mirando en la puerta mientras Sasha y Dennie seguían a Ana y la enfermera. - ¡Por favor ayúdala, ella a sufrido mucho estos días y si no es posible, guíala hasta su descanso!- Le pidió la enfermera a Ana, era una niña que estaba gravemente enferma y ya ningún tratamiento sirvió, Ana se conmovió por el estado de la pequeña y se acercó a ella, tomó sus manos, cerró sus ojos y después de un momento, una luz comenzó a salir de las manos de Ana, era de color dorado, la luz envolvió a la niña y mientras era sanada, Dennie se sintió conmovido por aquella imagen, donde Ana relucía brillante junto a una pequeña niña que buscaba una segunda oportunidad, algo se removió en su interior y se emocionó con aquel noble acto, le parecía que Ana era un ángel y que no podía evitar enamorarse de ella, pero también tenía una ambición de poder, en ese momento estuvo entre esa elección, el amor o el poder. Ana finalmente culminó aquella sesión de sanación y luego de unos segundos la pequeña niña despertó y ya no había enfermedad. todos emocionados, Sasha abrazó a la pequeña y con su poder le obsequió una hermosa flor. - Gracias, no sabes cuánto sufrimos por ella pensando que iba a morir- Le agradeció la enfermera a Ana. - Gracias a ti por permitirme hacer esto y confiar en nosotras.- Recalcó Ana. - Llevame hasta los demás por favor.- Durante toda esa mañana, Dennie vió como Ana sanó a muchos enfermos, sanó sus heridas, incluso las heridas del alma, las más difíciles de sanar. Dennie estaba tan conmovido y sintió que su padre y él habían perdido el norte, tenían tantos conocimientos y no los usaban para ayudar a estas personas, si no que usaron todo lo que saben para satisfacer los caprichos de otros, eso lo puso triste y cada vez que miraba a Ana no podía evitar sentir y al parecer su plan tomaría un giro. Salieron de ese lugar hasta un parque cercano y comieron su comida, Ana siempre llevaba suficiente para todos incluyendo los guardias, Dennie no pronunció palabra alguna pero Sasha comenzó a molestarlo. - ¿Y a ti qué te pasó, te comieron la lengua los ratones o tienes mucha hambre? - ¡Creo que con la boca llena te ves mejor niña atrevida!- contestó Dennie molesto - ¡Por favor no empiecen, estamos comiendo!- Dijo Ana - ¡Ella es la que empieza con sus tonterías, al parecer no te caigo bien!- Dijo Dennie enojado - ¡Claro que no me caes bien, a mí no me interesa que seas un príncipe, para mí no eres nadie!- Los guardias volvieron a reír con la respuesta de Sasha. - ¡Ustedes de que se ríen!- Exclamó Dennie. - Príncipe Julián, por favor no le haga caso a Sasha, ella es así a veces - Dijo uno de los guardias - ¡Ya basta!, Sasha por favor entiendo que no quieras al príncipe pero trata de ser más delicada- Dijo Ana exhausta. - ¡Ana no lo defiendas! - No lo estoy defendiendo... - En ese momento se escuchó un estruendo muy fuerte y un rayo color n***o cayó sobre Ana, lanzandola lejos, Sasha y los demás se pararon de un salto y fue a auxiliar a su amiga mientras las guardias tomaron su espada. - ¡Ana!- Gritó Sasha y justo antes de llegar hasta ella una figura se materializó frente a los ojos de Sasha, era una mujer alta, de pelo corto color oscuro y potentes ojos oscuros, vestida completamente de n***o con un ajustado traje. Sasha se dispuso a atacar alzando sus manos e invocando al viento, - ¡Viento!- exclamó sasha y una fuerte ventisca arrasó con todo a su paso, Ana logró ponerse de pie, la mujer logró zafarse del ataque de Sasha y tomó a Ana, ésta se defendió, con un golpe y su estrella comenzó a brillar con intensidad, lo que encandiló a la mujer y la hizo caer al suelo. Entonces Ana la levantó y la lanzó lejos mientras le dio un ataque de energía. Sasha aprovechó de usar su poder e hizo que los árboles atraparan a la misteriosa mujer y no pudiera salir. Dennie miraba todo boquiabierto y no reaccionaba a nada, los guardias apuntaron con sus espadas a la mujer. - ¿Quién eres?- Preguntó Sasha enojada - jajajajajajaja... soy Madame Victoria, pertenezco al Reino de Serpens.- Ana no entendía nada, Sasha estaba confundida. - ¿Por qué me atacaste?- Preguntó Ana. - jajajajajaja... no tendrás paz niña, mi misión es llevarte conmigo. - ¡Sobre mi cadáver! - Exclamó Sasha.- Dennie sabía perfectamente quién era esa mujer, era una de las sirvientas de Alhena, era evidente que ella ya sabía del paradero de Ana. - jajajajajaja... como quieras Estrellita Verde- Sasha puso sus manos en la tierra e hizo que todo se levantara. - ¡Guardias, saquen a Ana de aquí y al príncipe!- Exclamó Sasha - ¡Pero Sasha!.. - Hazme caso Ana..- Los guardias sacaron a Ana de lugar, Sasha hizo brillar su estrella mientras cruzo sus brazos y los alzó formando una tormenta fuerte, Madame Victoria lanzaba energía pero con la fuerte tormenta no pudo dar en el blanco, Sasha alzó las ramas de los árboles para buscar a la mujer y aplastarla, la mujer logró acercarse a Sasha y le lanzó energía, Sasha entendió que tenía que combatir con ella cuerpo a cuerpo, así que juntó sus manos y formó una esfera de energía y se la lanzó, lo que provocó que Madame Victoria saliera volando, Sasha levitó hasta ella y comenzó a golpearla, la mujer estaba aturdida y Sasha nuevamente puso sus manos en la tierra, esta se partió en dos y pateó el cuerpo de la mujer hasta el fondo luego cerró la tierra nuevamente. Terminó muy agitada y cansada pero se sintió satisfecha porque logró defender a su amiga. - ¡Maldita perra!... - Exclamó Sasha exhausta. Llegaron todos a casa, sasha venía detrás y los guardias llamaron a Jeff de inmediato - ¡Señor, Señor!, ¡alguien atacó a la señorita Ana!- Jeff salió corriendo de su escritorio. - ¡Qué!... ¿Quién atacó a Ana?- Sasha tomó del brazo a Jeff y se lo llevó adentro, Ana estaba asustada y Dennie al verla de esa forma la abrazó. - Jeff, era la mujer que atacó a Ana, dijo que pertenecía al Reino de serpens.- Jeff palideció y entendió que Alhena estaba detrás de Ana. - ¡Maldición!, déjame ver a Ana.- Jeff corrió a ver el estado de Ana. - ¿Estás bien Ana?, entonces vio que Dennie la tenía abrazada, lo que provocó una reacción severa en él, se acercó a ellos y apartó de golpe a Dennie, éste lo miró sorprendido. - ¿Estás bien Ana?- - Si Jeff, solo asustada, ¿estás bien Sasha?- Preguntó Ana preocupada y al ver las heridas de su amiga se acercó a ella para curarla. - Tranquila Ana, estoy bien. - No vuelvas a dejarme fuera de una pelea Sasha, esa tipa pudo haberte matado- Dennie nuevamente observaba con admiración a Ana, quién curó todas las heridas de su amiga Sasha. - ¿Dónde ocurrió esto?- preguntó Jeff molesto, entonces los guardias y todos se miraron, pero Ana se paró frente a él y le dijo la verdad. - Lo lamento Jeff, es mi culpa, fue en el parque, estábamos comiendo algo y de pronto esa mujer me atacó. - ¿En el parque?, ¿y qué hacías en el parque a estas horas? - No te lo había dicho, pero los miércoles hago curaciones en el hospital, después de la sesión de hoy estábamos comiendo el parque y sucedio esto. - ¿Qué haces qué?, ¿y por qué nunca me lo dijiste? - Porque pensé que no ibas a dejarme hacerlo y es muy importante para mí.- Jeff estaba muy enojado... - ¿Quién sabía de esto y no me advirtió de nada?- Uno de los guardias que siempre las acompañaban levantó la mano y el otro hizo lo mismo. Jeff sacó su espada y de forma enérgica se acercó a ellos apuntando a ambos. - ¿Se puede saber quienes son ustedes para tomarse esas atribuciones? - Ana intercedió por ellos en ese minuto, poniéndose en medio - ¡No Jeff, no les hagas nada por favor, todo esto es mi culpa, ellos solo quieren apoyarme! - - ¡Hazte a un lado Ana!, tú también tendrás tu castigo, les dije a todos muy claro que nadie puede quebrantar las reglas de este lugar.- Ana con lágrimas en los ojos le suplicó a Jeff. - Si tienes que descargar tu ira, hazlo en mi, no en ellos.- Jeff no quería demostrar flaqueza, pero el rostro de Ana logró conmover su corazón y guardó su espada. - ¡Esto no puede quedarse así, te quedarás castigada, no saldrás de aquí hasta que yo lo decida!, ¿entiendes Ana?. - - ¡No seas tan duro con ella Jeff, solo quiere hacer algo por lo demás!- - ¡Callate Sasha, tú eres una de las grandes culpables aquí, le enseñas tus malas costumbres a Ana! - ¡Qué grosero eres, jamás le enseñaría algo malo a Ana, eres un amargado!- En ese momento, Ana se metió a la casa sin hacer ruido y Dennie fue el único que se dio cuenta. Ana subió hasta su habitación y se encerró en ella, comenzó a sentir que era una molestia para los demás, porque se preocupaban demasiado por su persona y todo era por ese poder que llevaba dentro, un poder que ella no pidió tener y que al parecer le terminaría por arruinar la vida. solo se acurrucó en un rincón y lloró ahora un enemigo de una extraña procedencia quería tenerla y ella no entendía nada, sentía que aunque hiciera cosas buenas, su destino era siempre vivir el alerta y se preguntó si algún día sería realmente feliz. Su ánimo decayó, pasaron días y estuvo encerrada en su habitación, comía poco y ni siquiera Sasha lograba hacerla sentir mejor. - ¡Estoy muy preocupada por Ana!- Dijo Sasha a Dennie, - Han pasado varios días y ella no sale de su habitación, no quiere comer a veces, creo que Jeff a veces es muy estricto. - Debe haber alguna forma de animarla, la actitud de Jeff es entendible Sasha, él es quién está a cargo de su seguridad y esta vez se le escapó de las manos, actuó de forma correcta. - ¿Lo estás defendiendo? - No, pero su actuar es natural, ¿qué hubiera pasado si no hubieras estado tú? - Pero no fue así, Jeff no puede seguir teniendo a Ana en una burbuja. - ¿Y cuál fue tu reacción cuando llegó esa mujer?, ¿querías protegerla verdad? - Sasha en ese minuto entendió lo que Jeff sentía - Tienes razón príncipe Julián, no lo había pensado de esa manera, ambos queremos lo mismo. - ¿Qué te parece si solo me llamas Julián nada más? - ¡Está bien, no pensé que dirías cosas con sentido, pero tienes razón!, no había pensado que Jeff tiene una responsabilidad muy grande sobre sus hombros. - Jeff no es mal tipo, solo se toma muy en serio su tarea, porque es muy leal, incluso sé que siente celos de mí. - ¿Celos de ti? jajajajaja... ¿y por qué crees eso? - Por las evidentes reacciones que a tenido. - Sasha en ese minuto recordó cuando lo vio entrar enfadado a su oficina y lanzó lejos la almohada y dio golpes. - ¿Crees que se siente amenazado por ti?. - No lo sé Sasha, creo que esto es mucho más profundo....- Sasha no supo qué decir y sólo pensó que sería bueno entablar una seria conversación con Jeff. Más tarde Sasha buscó a Jeff para poder disipar dudas que giraban en su cabeza, aunque reconocía que a veces Jeff era intimidante de igual forma quiso enfrentarlo y fue a buscarlo a su oficina, tocó la puerta. - ¡Adelante!- Exclamó Jeff, quién al ver a Sasha tuvo una actitud de desgano. - ¡Buenas tardes Jeff, necesito hablar contigo! - ¡Hazlo rápido tengo mucho que hacer! - ¿Puedo sentarme? - ¡Claro Sasha! - Primero que nada quiero disculparme por las cosas que te dije aquel día, la verdad no entendía tu forma de ser a veces pero e reflexionado al respecto y entendí muchas cosas. - Disculpa aceptada, ¿algo más?.- Jeff tenía una actitud cortante con ella pero Sasha estaba decidida a saber. - Por favor no seas así conmigo, yo quiero mucho a Ana al igual que tú, pero ella necesita desenvolverse un poco ¿no crees?. - ¡Claro que sí, pero no ocultando las cosas!., esa es la razón de mi molestia. - ¡Tienes razón Jeff, por eso vine a disculparme!, es que Ana no a estado bien, no quiere comer tanto y no sale de su habitación. - ¿Qué?, ¿desde cuándo está así? - Desde ese día, solo llora y no quiere nada, estoy muy angustiada.- Jeff se sintió pésimo, como un verdadero idiota. - Lo lamento Sasha, creo que me excedí, ella es muy sensible.- En ese momento Sasha miró fijamente a los ojos a Jeff y preguntó de golpe. - ¿Estás enamorado de Ana? - Esa pregunta para Jeff fue como un puñal directo al corazón y se sintió ofendido. - ¿Pero qué pregunta es esa Sasha?- Dijo Jeff levantándose de su silla. - ¡Cómo puedes decir semejante barbaridad!, te disculpas por algo y terminas dejándola peor. - Entonces dime, ¿por qué tienes esas reacciones?- Entonces Jeff recordó cuando le hervía la sangre al ver a Dennie cerca de Ana, pero no, siguió siendo necio. - Sasha, estoy muy estresado y ahora con la llegada del príncipe Julián también tengo que lidiar con el ataque que sufrió Ana. - ¿No me estás mintiendo?, - No Sasha, Ana es una niña aún, como yo podría...- Y se tomó la cabeza, Sasha tenía la respuesta que quería. - Ok Jeff, no te quito más tiempo, por favor habla con ella y as algo para que no este triste, a mí me duele verla así. - ¡Claro, lo haré!- Sasha salió de la oficina preocupada, era evidente que Jeff sentía algo más por su amiga y eso la inquietaba ya que el príncipe también al parecer tenía sentimientos y tenía miedo de que eso afectara a Ana. Jeff tenía la pregunta de Sasha dando vueltas en su cabeza, fue hasta su habitación y se arregló como para ir de fiesta, entonces fue a buscar a Ana a su habitación, golpeó la puerta. - ¡Ana, soy yo Jeff! ¿puedo pasar?- Pero nadie respondió, así que abrió la puerta lentamente y entró, la habitación estaba ordenada, las ventanas abiertas, fue hasta el balcón y vio que Ana estaba sentada mirando fijamente el cielo. - ¡Ana!- ésta volteo para verlo y se levantó. - ¡Lo siento!, toque la puerta pero no abriste, así que entré. - ¿Qué haces aquí? - Entonces Jeff la observó de pies a cabeza, se veía hermosa como siempre, el travieso viento jugaba con su lindo cabello y se sintió incómodo. - Vine porque estoy muy preocupado por ti, me dijeron que no as estado bien de ánimo y que no comes bien. - ¿De verdad te preocupas por mí? - Ana, siempre lo e hecho, ¿por que me preguntas eso?, sabes que daría la vida por ti.- Ana se sintió extraña con aquella última frase. - Perdóname por ser tan duro a veces, pero si te pasa algo, jamás me lo voy a perdonar, eres demasiado valiosa para mí y para todos, no quiero que estés triste por mi culpa, quiero verte como siempre, sonriendo. - No te preocupes Jeff, lamento que no pudieras hacer algo más en tu vida, por protegerme.- Jeff sintió una clavada en el corazón. - ¿Por qué dices eso? - Porque es cierto, siento que todos están muy centrados en mí y no han podido hacer más, si quieres te dejo libre, para que hagas lo que quieras con tu vida, no me protejas más, yo puedo cuidarme sola - Jeff estaba atónito, nunca esperó que ella le dijera esas cosas. - No puedo creer que me digas esto Ana, jamás e pensado en dejarte a la deriva y menos ahora que el enemigo quiere hacerte daño. - Te recuerdo que soy la Estrella Dorada y soy fuerte, puedo defenderme. - Ana, no es solo que te defiendas, eres vulnerable a los hechizos, ¿por qué dices todo esto? - Porque no quiero arruinar la vida de nadie y ya no quiero vivir en esta burbuja. - ¡Está bien Ana!, sé que e sido demasiado sobreprotector contigo, pero ponte en mi lugar, solo un poco.- Jeff se acercó a Ana, ¿te acuerdas cuando estabas asustada y yo me ponía a tu altura?, ahora ya no es necesario hacerlo, ahora necesito que me comprendas, que me escuches, yo estoy aquí por mí voluntad, porque quiero tu bien y jamás dejaré que alguien te lastime. - Ana sintió deseos de llorar, entonces Jeff la abrazó fuertemente, tan fuerte que éste sintió que tenían una conexión única. Ana se sintió segura en sus brazos, Jeff le dió un beso en la cabeza. - Por favor, no me pidas que me vaya de tu lado, porque jamás lo haré- Dijo Jeff con palabras tiernas - Si quieres seguir sanando gente, lo podrás hacer pero yo te acompañaré.- Escuchar eso alegró de inmediato a Ana, que lo miró agradecida. - ¡Gracias Jeff! - Dijo Ana mientras le secaba sus lágrimas. - Espero que confíes más en mí, si me hubieras dicho eso yo mismo te hubiera llevado, es una labor muy noble lo que haces, no quiero cortar tus alas, quiero ayudarte a volar. Ana se sintió más tranquila, después de aquella plática, sintió que de verdad Jeff la estimaba mucho. - Ahora quiero que me acompañes,- Jeff le ofreció su brazo. - ¿Dónde iremos? - Es una sorpresa Ana, ¿vamos?. - Ambos salieron de la casa, afuera los esperaba un carruaje y al momento de salir Dennie se encontraba en el patio charlando con Sasha, Jeff sabía que él estaba ahí y a proposito paso delante de ellos con Ana tomados del brazo, Dennie lo miró serio y Jeff solo lo miró con cara de ¡victoria!, Dennie entendió el mensaje de Jeff, estaba dispuesto a competir por Ana, Sasha solo los observo a los dos sin entender nada. Ambos subieron al carruaje, Ana vestía un hermoso vestido blanco con su sombrero color crema y Jeff llevaba su traje de salida, que era de color ocre, su espada, lo hacía lucir muy llamativo, El carro emprendió la marcha y llegaron hasta un lindo lugar dónde los esperaba un bote, Jeff subió a Ana delicadamente y arriba iba un guardia que los guiaba y muchas cosas ricas para comer. El lago era hermoso, había cisnes y Ana les lanzaba comida, Jeff solo deleitaba la belleza de Ana, no se había dado cuenta de lo mucho que había cambiado, aún era una niña pero ya poco a poco se transformaba en una bella mujer y sabía perfectamente que muchos chicos la pretendían en secreto, la intención de él en ese momento era de mostrarle lo que era un caballero de verdad. - ¿Te agrada este lugar? - ¡Es hermoso Jeff! - Quise regalarte éste día, como una forma de disculparme por mi torpeza y también para que te relajes un poco, quiero que vuelvas a ser la misma de siempre. - Olvidemos lo que pasó, yo estoy muy contenta. - Me alegra escucharte decir eso, voy a arreglar mi agenda para ir contigo los días miércoles, me sentiré más seguro si te llevo yo. - ¡Claro Jeff, gracias por entenderme!- Dijo Ana mientras le sonreía, Jeff se sonrojo. Mientras tanto en el Reino de Serpens, Alhena estaba muy furiosa con los malos resultados de Madame Victoria. - ¡Pensé que podía confiar en ella!, ¿quién será el que no me decepcione está vez? - Su majestad, su hermana no está sola, tiene muchos sujetos que la cuidan- Dijo Zopo - ¡Ya lo sé!, un ejército completo para ella y ese comandante, no lo conozco en persona pero sé quién es, Jeff de Spartus, la Reina Aurora hablaba mucho de él, siempre decía maravillas de ese joven. - Creo que debe proceder de otra forma su majestad - Dijo Zafiro - ¿Qué idea tienes?- Preguntó atenta Alhena. - Debe infiltrar gente de su confianza al lugar donde vive su hermana- - Es buena idea, ¿pero quién sería el indicado?, todos tienen la insignia, no confiarán en ustedes. - Exacto, usted debe encontrar la manera de que la insignia no se logre ver. - Zafiro, eso es muy arriesgado, no es posible hacerlo. - Este sintió que había intervenido en vano. Tendré que escoger a uno más fuerte y prepararlo para los ataques, o invadir su territorio, también lo e pensado. - La invasión siempre es el último recurso- Dijo Orlecius - Tienes razón, entonces enviaré a otro, pero antes de atacar, lo vamos a entrenar, quizás demore más, pero será seguro y contra el primero que hay que ir, es contra Jeff de Spartus, a ese lo quiero muerto, a la Estrella Verde y la Dorada las quiero vivas, ¡No quiero errores ésta vez!. Alhena comenzó a idear su plan de ataque, para cumplir su mayor ambición, que era tener a la Estrella Dorada, a toda costa estaba dispuesta a tenerla. Más tarde llamaron a Zafiro nuevamente ya que Alhena necesitaba su presencia. - ¡Joven Zafiro, la Reina solicita Verlo! - Dijo Zopo - ¡Otra vez esa loca!- susurró para sí. Acudió a su llamado y al entrar al gran salón del trono, vió que todo estaba arreglado, de pronto apareció ella muy bella, vestida con un vestido rojo, y detrás de ella traía un hermoso caballo n***o. - ¡Hola Zafiro!, ¿te gusta este caballo? - ¡Es hermoso, su majestad!- Alhena se le acercó al oído lentamente a Zafiro, y le susurró... - ¡Es para ti!- El pobre chico quedó impactado, era muy en serio lo que Alhena sentía por él y eso lo asustaba. - ¡No puedo aceptarlo!, gracias por el regalo su majestad, pero es demasiado para mi. - ¿Te atreves a rechazar un regalo mío? - Soy un simple sirviente, no es correcto recibir esos regalos.- Alhena frunció el ceño - Para mí, no eres un simple sirviente, eres mucho más que eso y lo sabes. - Lo lamento pero no puedo corresponder de la misma manera - Esas palabras fueron estoques profundos para Alhena - ¡No lo puedo creer!, ¿te atreves a rechazarme? - ¡Su majestad, yo... ! - ¡Nadie me rechaza, entiendes!- Alhena se enfureció en sobremanera, - ¡Por favor su majestad, comprenda, esto puede generar roces con los demás!- Alhena volteo a verlo - ¿De verdad es por eso, o estás tratando de engañarme? - Su majestad, yo solo intento protegerla de cualquier peligro. - ¿Crees que soy tonta?, ¡Fuera de mi vista!, ¡mal agradecido!- Zafiro salió corriendo del salón mientras Alhena perdió nuevamente el control y se escuchaban ruidos de golpes y vidrios rompiéndose. Zafiro lo único que hizo fue esconderse de la ira de Alhena, - ¡Hay tantos hombres aquí y tenía que fijarse justo en mí!, ¡desquiciada!.- En ese momento llegó Orlecius. - ¿Qué pasó esta vez? - Esa mujer,me mandó a llamar y me regaló un caballo, se enfureció porque rechace su regalo y a ella.- Orlecius abrió sus ojos en señal de sorpresa. - ¡Pero que valiente caballero eres!, ¡debes agradecer que aún estás aquí! - ¡No voy a ceder ante sus provocaciones, no me importa perder la vida, ya la perdí hace tiempo! - ¿Eres un suicida o algo así? - ¡Búrlate lo que quieras Orlecius, después de todo ya todo me da igual. - ¡No me estoy burlando!, no comprendo por qué no aprovechas esta oportunidad, podrías ser muy poderoso. - ¡No me interesa el poder!, solo quiero salir de aquí libre, ya no quiero seguir órdenes de nadie. - Eso está bien difícil, estamos atados de manos, ella nos tiene cautivos, primero Abel y ahora esta loca. - Solo quiero mi libertad, nada más que eso, ceder ante ella es ser su maldito esclavo y no estoy dispuesto a eso. - Como quieras amigo, debes tener presente que ella a toda costa querrá que le hagas caso. - ¡Pues que siga soñando!. Alhena desató su furia en el salón, dejó todo destrozado y comenzó a verse en los pedazos del espejo que había roto una y otra vez, - ¿No soy lo suficientemente bella para él?, ¿qué es lo que quiere?, ¡tú me amarás!- Gritó mientras destrozaba otro trozo de espejo. - ¡Me vas a amar!, porque yo soy la Reina de Serpens, nadie me rechaza. - Estaba totalmente obsesionada con Zafiro, tanto que hasta a Zopo le daba miedo y repetía una y mil veces lo mismo. - ¡Tú me amarás!, ¡tú me amarás! Todos estaban escuchando asustados, incluyendo Zafiro y Orlecius, el escenario era realmente tétrico, porque nadie sabía que podía suceder, las reacciones de Alhena eran impredecibles. Ana y Jeff terminaron su paseo, fue una tarde hermosa. -Gracias por este día, no lo olvidaré jamás. - Me alegra verte sonreír nuevamente y sobre todo que sonrías conmigo.- Lo que provocó que Ana se sonrojara. -¿Te sonrojaste?,¿por qué? - No es nada Jeff. - ¿Te agrada estar conmigo?- Ana no sabía que responder, pero recordó aquel abrazo fuerte que le devolvió el aliento, ella solo sentía que estaba rodeada de amor. -¡Claro que si Jeff, eres muy agradable!- Jeff se sintió feliz al oír a Ana. - Espero poder salir contigo en otra ocasión y recuerda todo lo que hablamos, eres una persona muy valiosa para muchos de nosotros, no es solo cuestión de poder, es mucho más que eso, no lo olvides nunca. Jeff besó la mano de Ana con delicadeza. - Lo sé, muchas gracias Jeff, Ana fue rumbo a su habitación y mientras caminaba sentía que Jeff la observaba y era algo incomodo, pero ella pensaba que Jeff era muy cariñoso, después de todo la conocía desde niña y quería creer que era un amor más paternal que algo más. Todo volvía a tener color, las palabras de su maestro Jeff le habían ayudado a estar mejor y mientras entraba a su habitación, se le vino a la mente ambos chicos, Dennie y Jeff, la mente de Ana comenzaba a tener confusión, los dos eran apuestos, pero ella se sentía protegida con Jeff, recordaba todas las veces que le enseñó a pelear, las veces que tuvo rencillas con él, su forma de tratarla el día de hoy, era un chico además de guapo muy atento, pero era su maestro y ella no lo veía con otros ojos, le parecía difícil verlo de otra manera, Dennie era un desconocido y no olvidó las sabias palabras de Tass, por lo que descartó la idea de enamorarse de cualquiera de los dos.
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