Capítulo 2

1003 Words
Salí a pasarlo bien a divertirme y olvidar un poco la realidad en la qué vivía y lo vulnerable que soy a veces, no estaría mal por una vez poder disfrutar de unos momentos sin pensar en las consecuencias o pensar en lo que podría pasarme al día siguiente, vivir el momento sin remordimientos. Estando en la discoteca comencé a beber y bailar como si no hubiera un mañana, cuando estaba bailando siento como un hombre se pone detrás mía y comienza acercarse a mi bailando cada vez más pegado hasta el punto de acercarse demasiado a mi trasero, me hace sentir incómoda, salgo de la pista de baile dirigiéndome a la barra a tomar otra copa, no estaba acostumbrada a este tipo de ambiente menos aún que se acercaran tanto a mi, tal vez por eso me sentía algo abrumada al ver tanta gente a mi alrededor. —Si sigues tomando dudo que puedas seguir manteniéndote de pié, debes de tomar de manera moderada—Me dice un hombre que está sentado al lado mía —Tu otra vez—dije sorprendida —Bueno, realmente aquí el único que debería de estar sorprendido y algo ofendido debería de ser yo, ya que chocaste contra mi coche y encima te fuiste solo dejándome un número de teléfono— —Tenia un exámen muy importante al que no podía faltar, de verdad que lo siento muchísimo todo lo ocurrido ¿Porque no me llamaste? Estaba esperando una llamada tuya, desde el instante que choqué contra tu coche—dije con sinceridad —No necesito que me pagues por los daños, pero suena como si lo hubieras echo aposta—dice el sonriéndome —Bueno podría ser, todo es posible ¿tal vez te podría compensar de alguna otra manera por todo lo ocurrido?—dije de manera insinuandome a él El soltó una carcajada. —¿Según tu cuál sería la manera de solucionar lo ocurrido?— —Tal vez podamos pasar algún momento juntos y prometo hacerte olvidar absolutamente todo lo ocurrido antes— —Creo que estás siendo demasiado directa, pero me encanta—Dice el pegándose a mí un poco —No veo que eso te moleste—Dije acercándome más a él para así poder besarlo, ambos estábamos excitados, no sabía si era por el alcohol o las hormonas, pero quería pasar la noche con el, ya habría otro momento para arrepentirme si esto fuera un error, el mientras me besaba, una de sus manos recorría mi cuello, mientras que la otra estaba en mis muslos queriendo entrar por debajo del vestido, él se levantó ofreciéndome la mano para salir ambos juntos de allí. Subimos a su coche, al llegar a su apartamento el me levanto contra el rápidamente para así comenzar a besar mi cuello con desesperación, el me subió por las escaleras cogiéndome en brazos. Al llegar a la cama me dejó recostada en ella, él me quitó sin esfuerzo el tanga y subiendome el vestido a la altura de mis pechos comenzó lamer despacio mi entrepierna, mientras que con sus dedos separaba mis labios vaginales para dejar al descubierto mi clítoris, su lengua me lamía sin descanso haciendo que mordiera los labios para no gritar de placer. Luego poco a poco introdujo un dedo en mi y lo fue moviendo al ritmo que imponía su lengua. Mi mano se movía arriba y abajo por todo su cuerpo, tenía los abdominales bien marcados, sus ojos habían pasado de ser de un color claro a ser más oscuros, podía ver que el estaba mucho más excitado que yo. Con el pellizcando mi clítoris con la yema de sus dedos y con su lengua no podía resistir mucho más tiempo antes de correrme mientras el movía frenéticamente su dedos en el interior de mi v****a, está haciéndome perder el sentido del tiempo. Poniéndome de pie el se desvistió por completo ayudandome luego a hacer lo mismo. —Eres arte, increíblemente hermosa—Me dijo él al oído, mordiendo el óvulo de mi oreja. comencé a tocar su paquete buscando que se pusiera duro cuanto antes, me tocaba darle placer al igual que el lo había echo. Cogiéndolo con mis manos e introduciéndoselo en la boca hasta el fondo. Chupando su cabeza se movía rápidamente consiguiendo que el m*****o se fuera endureciendo poco a poco, entonces la saque de mi boca y comencé a lamerlo arriba y abajo, el disfrutaba del placer de una buena mamada. El me detuvo después de unos minutos, acostándome sobre la cama cuando el se puso encima mia me penetro de una, no pude evitar soltar un grito del dolor, mis uñas estaban clavadas en su espalda, el se detuvo por un segundo al ver que me habían caído algunas lágrimas. —Lo siento—Me dijo él besándome El poco a poco fue moviéndome en mi interior, al principio sentía dolor, pero a los pocos minutos comenzaba a sentir placer. Al rato el me dijo que me pusiera yo encima, el me tenía sujeta de la cintura, iba marcando el ritmo de la penetración. Después de algunos minutos llegamos ambos al clímax, había escuchado que la mayoría de las mujeres nunca llevaban al orgasmo en su primera vez, pero mi caso había sido diferente, el sabía cómo complacerme. Estábamos exhausto ambos, estaba recostada sobre su pecho, me sentía cómoda y segura en sus brazos. —No me habías dicho que fueras virgen— —Tu mismo lo has dicho era, creo que no tiene importancia ¿Como te llamas? aunque es estúpido que te lo pregunté ahora, pero igual me gustaría saber tu nombre igualmente —digo riendo —Axel— El no dijo nada más, ambos nos quedamos dormidos, al rato cuando el se quedó dormido me levanté, no quería esperar a la mañana sería muy incómodo verlo nuevamente después de todo lo ocurrido, de esta manera sería mucho mejor. Al llegar a casa fui directamente a darme una ducha, para relajarme un poco.
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