Mi corazón

NARRA CLOE Hoy era el último día de la universidad, solo me faltaba hacer un examen, presentarme a él y por fin podría ser libre de los estudios, lo más importante era que era mi ultimo año, por fin recibiría mi título. Me levanté perezosamente de la cama, al mirar la hora veía que eran las 8:45, mierda llegaría tarde si no me iba rápidamente, no tenía que haberme pasado toda la noche estudiando hasta las tantas. En ese momento me levante de un salto de la cama, solo me dio tiempo de cambiarme de ropa. Cogi el coche y fui a toda prisa ya que solo faltaban unos minutos para el comienzo del examen, al mirar la velocidad a la que iba me di cuenta que estaba a 180km por hora, maldita la hora que escogí ir a una universidad lejos de casa. ya no me faltaba nada para llegar, entre en la vía ya reduciendo la velocidad, al mirar veía que había un semáforo que estaba en rojo pero no tenía tiempo a pararme, tenía prisas, sin mirar a los lados acelere, el que coche que iba a pasar parecía que tenía también prisas ambos íbamos acelerando, al darme cuenta de quien era la matricula acelere un poco más chocando contra el coche de enfrente, provocando que el airbag saltará. —Mierda, hoy me levanté con el pie izquierdo—Dije para mí misma, pero estaba hablando en voz alta, al darme cuenta el de al lado había bajado de su coche —¿ESTAS CIEGA? El semáforo estaba en rojo—empezó el a gritar de la rabia, yo solo lo miraba en silencio —CREO QUE NO SOLO ERES CIEGA, SI NO TAMBIÉN MUDA AL PARECER—Dijo el, pero estaba hipnotizada con sus ojos azules cristalinos increíblemente hermosos. —no soy sorda pero con tus gritos tal vez me quedé sorda—le dije con una sonrisa cálida Recordé el maldito examen, no podía permitirme llegar más tarde de lo que ya estaba. —tengo prisas de verdad que lo siento muchísimo por todo lo ocurrido, te dejo mi número de teléfono ¿podríamos luego solucionar el problema? Estoy llegando tarde—me di la vuelta rápidamente para así subir al coche e irme rápidamente —Imbecil—Me dijo el casi susurrando —Te pagare todos los daños, este es mi número lo siento de verdad—dije arrancando el coche. Al mirarme en el espejo del coche me di cuenta que me estaba sangrando un poco la nariz, me limpie rápidamente así para bajar e ir corriendo al examen. Pude llegar a tiempo para presentarme a las pruebas. Mi móvil comenzó a sonar era mi padre. —Dime papá—conteste sin ganas —¿Donde estas?—pregunto el algo preocupado —Estoy en la universidad— —Me enteré que tuviste un pequeño accidente cariño, por eso llamaba para saber cómo estás— —Bien, estoy muy bien— —Me alegro cielo— Nunca tuve una buena relación con mi padre, siempre fuimos una familia distante el me mandaba a internados para así no tener que hacerse responsable de mi, había escogido estar en la universidad lo más lejos de casa para así tener que mudarme, pero lo bueno se había acabado y debía de volver a casa, nuestra relación era complicada y distante desde que mi madre había fallecido. Después de mucho tiempo volví a casa, odiaba estar allí, todo me recordaba a mi madre, a veces sentía que ella aún estaba presente, era doloroso pensar en ella y saber que nunca más la volvería a ver. Al llegar a casa la ama de llaves me abrió la puerta, nadie sabía que llegaba hoy a casa. Al ir al salón veo que mi padre estaba en el salón con algunos invitados y se estaban riendo a carcajadas. —Ya veo que tan preocupado estabas por mi padre—Dije —Oh Cloe cariño, no sabes cuánto te echado de menos cielo—Dice mi padre levantándose rápidamente abrazarme, deje que me abrazara sin decirle absolutamente nada —Bienvenida cariño—Dijo mi madrastra fingiendo alegría Me incorpore a sentarme con ellos de repente un invitado le hace una pregunta a Eva que es la esposa de mi padre. —¿Cómo os conocisteis vosotros?— No pude evitar soltar una carcajada. —Ella era la amante de mi padre, lo conoció de la noche a la mañana ¿Verdad padre?¿Que tan buena es ella en la cama que dejaste todo por ella? Incluso dejaste a mamá por ella, dejaste que muriera— Hubo un silencio, podía sentir la incomodidad de los invitados pero me daban exactamente igual. —Creo que nosotros mejor nos vamos—Dijo uno de los invitados levantándose —Lo siento—Dijo Eva Ellos salieron, papá los acompaño hasta la puerta. —Por estos motivos es por los que prefiero que estés siempre lejos, porque siempre vienes y estás a la defensiva, no quieres ser feliz ni quieres ver a los de tu alrededor felices, eres una egoísta— —¿Egoísta yo? ¿Te estás dando cuenta de lo que dices? No hay persona más egoísta aquí que tú cambiaste a tu familia por sexo o quieres que te recuerdo como te pilló mamá con ella, pero lo peor de todo es que después de que mamá falleciera te casarás con ella— —Tu cuestionas mis acciones, pero no eres más que una niña consentida que le eh dado más de lo que ella merecía— —Lo único que me has dado son cosas sin valor, coche, casa y dinero es lo único que has sabido proporcionarme, yo siempre quería de tu tiempo pero claro eres un hombre ocupado, pero veo que para otras cosas si tienes tiempo— —Por favor dejad de discutir—Dice Eva haciéndose la buena —Mejor si te metes en tus asuntos Eva y me dejas hablar con mi padre, tu no pintas nada en esta discusión eres solo la amante de mi padre, no olvides cual es tu lugar aquí— —No le hables de esa manera—Dijo mi padre dándome un bofetón —Ojala me sorprendiera el echo de que me des un bofetón por ella pero estas tan ciego que no sabes lo que haces—Dije subiendo a mi dormitorio, tenía que salir de aquí, decidí que lo mejor sería ir a tomar algo fuera que me hiciera olvidar todo el día de hoy, me preparé para salir me puse un vestido n***o ceñido que marcaba mi forma a la perfección.