CAPITULO 3

4128 Words
Saliendo del edificio principal me topo con Henry –Franccesca ¿cierto? - asiento – Pasaba por aquí, déjame ayudarte con eso- toma la caja del ordenador y también iba a tomar la carpeta –Yo llevare esto gracias- Como gustes- nos dirigimos a la casa en un cómodo silencio, llegamos a la casa y me acompaña hasta mi cuarto –Gracias por ayudarme- el pasa para dejar el ordenador en el escritorio –Gracias- le digo de nuevo, hace una reverencia toma mi mano y la besa, se levanta y me guiña un ojo y se va. Me cambio el uniforme por la ropa que tenía y lo cuelgo con cuidado para que no se arrugue. Escucho que tocan a la puerta –Adelante- es una chica que no había visto –Hola, soy Elena, soy una de las nuevas –Soy Franccesca- al darle la mano veo que es más delgada que yo, pelirroja de ojos verdes y unas pecas que invaden su bonita piel rosada - ¿Sabes eh a qué hora cenamos? - No sé, pero podemos preguntar – caminamos juntas hacia las escaleras y nos topamos con Nora –Nora- Hola- ¿Sabes a qué hora vamos a cenar? - en un par de horas ¿Quién es ella? - Ella es Elena – Soy nueva- Nora la examina de pies a cabeza –Nora no seas grosera, me parece que ya no serás la única pelirroja- Se burla Lily de la pobre Nora tuerce el gesto - ¿Cómo te llamas? –Elena –Que bonito nombre, por cierto, Emma me pidió que te diera esto- es el horario a mí me lo dio en persona, que raro – Mañana puedes pasar por tu ordenador–Gracias- dice Elena, Daniel se para detrás de nosotras y nos abraza por los hombros –Hora de dar un paseo señoritas- Elena se pone roja, yo me rio y nos vamos todos. El atardecer se ve hermoso, hay chicos con el uniforme, otros ya están cambiados, usando su ropa habitual, unos chicos juegan futbol, otros solo están sentados sobre unas mantas mientras hablan, me apetece sentarme a lado de un árbol y ponerme a leer. -Ven vamos a jugar- Lily me toma de la mano- No soy buena jugando ningún deporte y me apetece sentarme a leer un poco- asiente- Como gustes Frann- asiento y camino un poco para buscar el lugar perfecto para sentarme a leer. Me siento a lado de las caballerizas, de lejos puedo ver como juegan los chicos futbol, abro mi libro “El perfume”, comienzo a leer y pierdo noción del tiempo – Frann, ya está oscureciendo, será mejor que nos vayamos a la casa- Nathan está inclinado hacia mí, asiento- Lo siento, perdí la noción del tiempo- Me di cuenta ¿Qué leías? – Le muestro el libro – “El perfume” es bueno ¿Has visto la película? – No – Asiente- No te pierdes de mucho, el libro es mucho mejor- asiento, veo que varios chicos se dirigen a la cafetería - ¿Ya es hora de cenar? – Si, démonos prisa- Nathan me toma de la mano y me arrastra hasta la casa – Sube a dejar tu libro, te espero- Subo y veo que no hay nadie en la casa, abro la puerta de mi cuarto aviento el libro para que caiga en la cama y bajo corriendo – Listo- vámonos-. Nathan y yo llegamos a la cafetería que está casi llena, a lo lejos veo a Lily haciéndome señas, tomo del brazo a Nathan – Lily y los demás están ahí- Voltea y asiente, caminamos juntos a la mesa, me retira la silla para que me siente y él se siente a mi lado –Pensé que no vendrías a cenar- Lo siento Lily, perdí la noción del tiempo mientras leía, no me di cuenta cuando se fueron hasta que Nathan me hablo- Nos sirven la cena y comemos en silencio. Después de la rica cena, todos nos dirigimos a la casa del terror, al llegar algunos se sientan a ver televisión, Elena, Nora y Hellen se suben a sus cuartos, yo decido deambular por la casa y veo que hay una puerta a lado de las escaleras, toco la puerta –Adelante- entro y veo a Estefan que está adentro, es una biblioteca un poco pequeña a comparación de la mía en casa, pero me alegra saber que puedo tener un santuario aquí –Ah eres tú Franccesca, pasa Bienvenida a mi Edén- Dice Estefan y yo paso y cierro la puerta, empiezo a ver todos los libros traje algunos que tienen aquí - ¿puedo tomar uno? -Claro Franccesca toma los que desees –Gracias – y tomo el de “Orgullo y Prejuicio” - ¿Me puedo quedar aquí? - Claro – y me siento en una cómoda silla y él está sentado frente al escritorio, comienzo a sentirme cansada –Estefan me llevare este a mi cuarto–Claro y me sonríe, se ve guapo con lentes solo que achican sus bonitos ojos. Salgo de ese hermoso paraíso, voy leyendo mientras voy subiendo las escaleras en el segundo tramo escucho una discusión entre Nathaniel y Nathan - ¿Qué fue lo que paso en la comida Nathan? -Tranquilo Nathaniel ella lo tomo como juego – Sabes que esto no es para estar jugando si Emma se entera... - Yo me doy la vuelta, pero choco con Daniel y casi me resbalo, pero él me toma de la cintura para que no caiga –Lo siento no te vi- Si ya me di cuenta, oh solo que te guste chocar con la gente- Se burla y me suelta de la cintura y yo me sonrojo por su comentario Nathaniel y Nathan se asoman a las escaleras - ¿Qué paso? - pregunta Nathan –Por ir leyendo mientras sube las escaleras choco conmigo-dice Daniel fingiendo enfado - ¿Estas bien Franccesca? - me pregunta Nathaniel –Si estoy bien- me volteo hacia Daniel –Lo siento- Descuida no fue nada- Nathaniel se pone de rodillas y toca mi rodilla y yo me hago para atrás – Te raspaste la rodilla- yo miro hacia abajo y veo una pequeña mancha de sangre en el jean, Nathaniel me toma de la mano –Ven hay que limpiar ese rasguño- me toma de la mano y nos dirigimos a mi cuarto, entramos –Estoy bien es solo un rasguño- le digo y me siento en la cama –Pero se puede infectar hay que lavarlo- entra al baño y saca un pequeño botiquín. Saca un poco de algodón y lo moja un poco con alcohol lo acerca a mi piel- Eso arde- le digo cuando siento el contacto del algodón con mi piel –Te arde esto, pero no te quejas cuando chochas con las personas- se burla de mi –Ya está, no es para tanto llorona- Gracias- Es todo un placer- devuelve el botiquín a su lugar y se dirige a la puerta y antes de cerrar me dice –Buenas noches Bella- y antes de que yo pueda decir algo cierra la puerta. Me quito la ropa y busco un pijama, me la pongo y me acuesto leer, los ojos me pesan, comienzo a tener sueño y sin darme cuenta me quedo dormida… La puerta del despacho de papi está abierta… Me asomo, para ver que hace, está hablando con una mujer muy bonita, pero no tanto como mami. Emma cuando Frannie tenga dieciocho la aceptaras en tu internado –Pero Santino ¿Estás Seguro? ¿Tan chica? Ella no sabe nada - -Es el único lugar donde estará completamente segura-Eso implica demasiado, sabes lo que le paso a… Despierto alarmada, en el cuarto ya hay luz, veo el reloj son las 07:30, necesito quemar esta tención y decido salir a correr ¿Qué demonios fue eso? Pienso mientras me pongo uno de los uniformes deportivos, termino de ponérmelo y salgo a correr. Después de correr unos cuantos kilómetros, me arde el pecho ¿Qué le paso a ese alguien? ¿Soñé con Emma? Sabía que la había visto en algún lugar, pero no creo que ese lugar fuera la mansión Di Pietro, mi hogar. Regreso a la casa a darme un baño, subo corriendo a mi cuarto y corro al baño para darme ducharme, me desvisto camino al baño, abro la llave del agua y dejo que el agua de la regadera tibia me lave todo cansancio y sueños raros. Después del refrescante baño, salgo y me pongo unos jeans claros y una camiseta holgada color uva, me peino y me pongo suficiente crema para el cabello para que no se esponje. Decido ir a la cocina para prepararme un té, salgo del cuarto y me quedo congelada veo salir a Nathaniel de la puerta frente la mía y me doy cuenta que ese es su cuarto, se está poniendo una playera y no me ve y decido salir corriendo, pero me escucha – Franccesca- se baja la playera por su tonificado torso –Buenos días ¿A dónde vas? - Buenos días, voy a la cocina- se frota el mentón con sus dedos largos - ¿Y sabes dónde está? - niego con la cabeza y me pongo roja –Yo también voy a la cocina vamos- y me ofrece su brazo para que lo tome, lo tomo y bajamos las escaleras juntos - ¿Qué haces despierta tan temprano? - me pregunta mientras bajamos las escaleras –Salí a correr- También yo- llegamos a la cocina y me pongo más que roja Nathan está en la cocina solo con el pantalón del pijama, tiene un cuerpo increíble es el triángulo invertido, todos los músculos de su espalda están perfectamente marcados. Nathan se gira para verme y se le ve el abdomen perfectamente tonificado y creo que estoy a punto de desmallarme, Nathan se para y mi corazón también –Buenos días Franccesca- y me da un abrazo y siento como se tensas sus músculos al abrazarme, Nathaniel carraspea y Nathan me suelta – Oh buenos días Nate- Nathan se acerca a Nathaniel y chocan los puños. Nathan toma un pan tostado le pone mantequilla, se lo lleva a la boca, me giña un ojo y sale de la cocina. -Hare un poco de té ¿Quieres un poco? Le suelto de repente para romper el silencio –Por favor- pongo calentar el agua en la tetera junto con unos frutos rojos que encontré en la nevera, me siento incomoda teniendo a Nate viendo todos mis movimientos en la cocina, volteo y lo veo fruncir el ceño - ¿Qué? - ¿Por qué no tomaste las bolsitas para te? - Ah, mi mamá me enseñó a hacerlo natural- ¿Y a que se dedica tu mamá? Mi mirada se oscurece un poco y Nate se da cuenta- Mi mamá era socia de la empresa de papá- ¿Era? - Si, murió hace unos años-le digo mientras mi mirada se oscurece cada vez más –Lo siento, no debí preguntar- No te preocupes, no pasa nada- y suena la tetera –Él té está listo – me volteo para tomar la tetera y en mi campo de visión veo que él pone unas bonitas tazas –Tú haces él té y yo pongo las tazas- Muy justo- le digo mientras sirvo el té sin derramar una gota. Estoy ansiosa quiero que lo pruebe y me diga que tal, toma la taza y le da un sorbo para probarlo y yo me quedo esperando a que me diga algo, abre mucho sus ojos, creo que no le gusto –Esta riquísimo y ya es dulce por las frutas- y suelto la respiración, si le gusto –Vas a ser una buena esposa- su comentario hace que me sonroje- Me alegro que te guste él te- mientras tomamos el té en un cómodo silencio me doy cuenta que me siento cómoda estando con el - ¿Qué hacen los domingos? - Lo que tú quieras, Lily va a nadar, los chicos van a jugar futbol, las chicas hacen un postre y yo salgo a cabalgar- me imagino a Nate sobre un caballo y me pongo roja -Me gustaría cabalgar…- me paro con la taza en la mano y la lavo, la dejo secar y me dirijo a la puerta, Nate me toma del brazo –Yo te llevo a cabalgar, ven vamos a cambiarnos para ir a montar- me toma de la mano y subimos los tres tramos de escaleras en silencio porque no me puedo concentrar en otra cosa más que en el contacto de su mano con la mía. Llegamos a nuestros cuartos, yo solo iré a ponerme zapatos, entro y me pongo mis converse blancos y salgo, espero a que Nate salga, cuando sale se me seca la boca-Ya está, vamos- dios está buenísimo vestido como jinete - ¿Montaras vestida así? - me dice mientras bajamos las escaleras –Si ¿Por qué? - No es la ropa más cómoda para montar- Para mí lo es, yo puedo montar hasta en traje de baño y sin silla- Nate se frota el mentón pensativo – Eso es impresionante e interesante de ver- yo me sonrojo, por su comentario, salimos y nos dirigimos hacia las caballerizas. Las caballerizas son pequeñas, pero lujosas, hay muchos caballos pura sangre, entramos y Nate toma una yegua palomina, es hermosa y tiene unas patas fuertes, yo camino y camino, pero no me decido cual montar, de repente escucho un relincho fuerte hasta el fondo de las caballerizas, y veo un caballo n***o hermoso, es grande y se ve que es fuerte, voy a sacarlo, pero Nate me detiene – No creo que sea una buena idea montar este caballo- ¿Por qué? Si es hermoso- Lo sé, pero este semental no se deja montar a mí me costó trabajo montarlo- dice con una mueca de dolor, supongo que se cayó un par de veces de este hermoso caballo- Bueno pues yo quiero montarlo-No quiero que te lastimes-No lo hare, en casa tenía una así y yo lo dome a la perfección- Tomo la puerta que Nate sostiene para que no entre –Déjame entrar por favor- le digo mirándolo a los ojos y aparto su mano sin dejar de verlo, entro y el caballo relincha de nuevo, yo alzo las mano para calmarlo, se acerca y sé que puedo acariciarlo, le hago círculos en sus crines, le digo al oído – Tú y yo somos uno- y el caballo se calma, tomo las riendas y sale tranquilamente, volteo a ver a Nate –Ves y aún sigo viva- Anda vamos a montar- de pronto toma mi mano, toma a su yegua y salimos a montar al campo, cuando salimos todos nos ven, supongo que es porque Nate me toma de la mano –Bien todos van a presenciar si eres capaz de montar este caballo- Dice como si supiera lo que pienso, nos detenemos y Nate quiere ayudarme a subir al caballo, pero antes de que él llegue ya estoy arriba, el caballo se mueve un poco me acerco y le digo al oído- Tú y yo somos uno- Se calma de nuevo, Nate sube a su yegua –Sabes arruinarle el momento a un caballero cuando desea ayudar- Soy muy capaz de subir a un caballo- le digo y hago avanzar al caballo un poco - ¿Cómo se llama la yegua? - Juno – le gustan los nombres de dioses - ¿Tú se lo pusiste? - si - ¿Y este como se llama? - le digo acariciando al caballo –No tiene nombre- Yo le pondré uno- Nate está un poco exasperado, y un poco divertido, me acerco al oído del caballo y le digo –Te llamaras Perseo – Buena elección de nombre – Bueno la idea me la diste tu- Hago que el caballo trote, Nate me sigue y por alguna razón quiero correr, agito las riendas del caballo y sale galopando –Frann, espera- me dice Nate cuando salgo corriendo, el también hace galopar a la yegua, pero no logra alcanzarme, logro meterme al bosque, que está dentro de la escuela y oigo a Nate que viene detrás de mi -Más despacio Frann, por favor, te vas a caer, - pero no le hago caso, hay una raíz de un árbol que se ha salido de la tierra hago que el caballo corra hacia ella - ¡Frann! - Grita y yo salto sobre esa rama y me siento libre, detengo al caballo y Nate logra alcanzarme - ¿Acaso estás loca? - me grita es obvio que está molesto –Tranquilo, yo sé lo que hago, este caballo necesitaba correr y se lo di- de pronto se le dulcifica la mirada acerca más la yegua a Perseo y me toma de la cara –Definitivamente estás loca, ¿Estás bien? - yo asiento y de pronto dejamos de oír el alboroto de los chicos jugando, las charlas, se lo que va hacer, me va a besar, roza mi labio inferior, se acerca cada vez más, nuestros labios están cerca, pero Perseo se sale de control comienza a relinchar. Nate se baja porque estoy a punto de caerme, me acerco como puedo, pero el caballo se para en dos patas, vuelve a ponerse en cuatro patas y le digo- Tranquilo estoy yo aquí- y escuchamos que una rama truena bajo la presión de ser pisada- ¿Oíste eso? - asiente y se pone tenso y yo me preocupo - ¿Quién está ahí? Pregunta, se oye de nuevo que truena una rama, luego dos, después son más, como si estuvieran caminando rápido o corriendo, esta vez la yegua se pone nerviosa y Perseo comienza a inquietarse, Nate sube de nuevo a la yegua y espera – Nate, mira hay alguien ahí- se ve una sombra, de un hombre tal vez, es difícil saberlo porque comienza a oscurecer –Corre- me dice y salimos galopando a toda velocidad, no me di cuenta que me adentré demasiado en el bosque, -Nate ¿Qué pasa? - Nate se queda callado-Nate contéstame- pero sigue sin decir nada, los caballos siguen corriendo, salimos del bosque y se ven las caballerizas, pues no nos detenemos entramos cabalgando a las caballerizas, yo me voy hasta el fondo de ellas, me bajo y meto a Perseo de donde lo saque, lo mismo hace Nate con la yegua, camino de manera enérgica hacia él - ¿Qué demonios fue eso? - le digo gritando, estoy histérica. - No lo sé, nadie entra tan profundo al bosque sin caballo, tal vez fueron los de último año queriendo hacer una broma- y veo que esta consternado, se acerca a mí y me toma en sus brazos –Estas temblando- me aleja un poco de él toma mi cara con sus manos para que pueda verlo y en sus ojos se ve la preocupación –Estas bien – me dice, afuera comienza a llover, me tomo del rostro de nuevo para ver si no tengo ningún rasguño, nos vemos fijamente y se va acercando lentamente, nuestros labios se rozan y oigo que alguien viene –A aquí están- Dice Estefan yo volteo y veo Nathan que frunce el ceño cuando ve que Nate me está abrazando - ¿Qué paso? ¿Por qué tardaron tanto en regresar? - Pregunta Nathan, Estefan mira extrañado a Nate, se dicen algo con la mirada y eso no es bueno, -Vimos a alguien en el bosque- ¿¡Que!?- Grita Nathan, avanza hacia mí y me toma de los brazos - ¿Dónde? - No lo sé- le digo con miedo de la mirada de Nathan –Nathan cálmate- le dice Estefan tomándolo del hombro, lo aparta, Nathan se va y le da un golpe a una de las puertas y sale de las caballerizas -Disculpa a mi hermano– Yo asiento y avanzamos a la entrada de las caballerizas-Toma- me dice Estefan poniéndome su chaqueta sobre los hombros, yo veo como Nathaniel sale tras de Nathan –Ven, vamos a casa- salimos y la lluvia es un alivio, Estefan se quita sus anteojos para ver mejor - ¿Qué acaba de pasar? Estefan voltea a verme –Seguro fueron unos idiotas que quisieron hacerles una broma- Pues Nathan no pensó eso –Mi hermano siempre exagera las cosas- Nosotros veremos quienes fueron no te preocupes- asiento y lo que resta del camino andamos en silencio. Cuando llegamos a casa, Estefan me escolta hasta mi cuarto y llegamos a mi puerta – Gracias, por acompañarme- No es nada, si necesitas algo, toca en la puerta que esta hasta el fondo- Claro, gracias- Me meto a mi cuarto y lo primero que hago es cambiarme la ropa mojada, cuelgo detrás de la silla la chaqueta de Estefan para que se seque, voy a la cómoda y saco un short y una blusa de tirantes de satén rojo, me lo pongo y voy al tocador por un cepillo para cepillar mi cabello y no se esponje tanto cuando se seque. Estoy terminando de cepillar mi cabello cuando tocan a la puerta, abro y veo a la pequeña Lily - ¿No vas a bajar a cenar? - ahorita no pienso en cenar sino en quien demonios se quiso hacer el chistoso espantándome en el bosque –No gracias, no tengo hambre- Lily frunce el ceño, pero no hace preguntas, lo cual agradezco –Está bien – se va y cierro, supongo que ella no sabe lo que ha pasado, tan solo de recodarlo me recorre un escalofrió por la espalda, me parece demasiado, para ser una broma, si alguno de los dos se hubiera caído del caballo... Tocan a mi puerta, yo estoy en mi cama con las piernas cruzadas leyendo - ¿Quién? - pregunto mientras me pongo una pequeña bata a juego con el pijama de satén –Soy yo Frann- se escucha la voz de Nate al otro lado de la puerta –Adelante- digo mientras yo voy y cierro la ventana del cuarto, me volteo y veo que Nate se me queda viendo con cautela –no bajaste a cenar…- No tenía hambre- digo encogiéndome de hombros –Te traje un té- lo deja en la mesita que está a lado de mi cama –Gracias- de pronto Nate se acerca a mí y me abraza –Lo siento, fueron unos idiotas de otra casa a los que no les caemos bien, siempre buscan una manera de molestar a alguien de la casa- asiento –Si algo te hubiera pasado… si te hubieras caído del caballo…- Hey estoy bien- y le sonrió, el asiente, se aparta un poco, me roza el rostro con el dorso de su mano, levanto la vista hacia sus bonitos ojos y ahí están de nuevo esas ganas de querer que me bese veo como se le oscurece la mirada y como si él pudiera leerme el pensamiento me besa. Estamos en medio del cuarto, yo subo las manos a su cabello y se lo jalo, el baja sus manos a mis caderas, sus grandes manos prácticamente cubren mis caderas, y él hace más profundo el beso, de pronto me carga tomándome de los muslos y me tira en la cama. Siento todo su peso sobre mí, me besa y de pronto me muerde el labio inferior, vuelve a besarme y comienza a bajar por mi cuello, en su paso me muerde el lóbulo de la oreja, sigue descendiendo mientras sus manos ascienden, desatando la bata, comienza a darme besos en las clavículas, mientras sus manos van subiendo la blusa de tirantes… ¿De verdad lo voy hacer aquí? Y con alguien que no conozco bien. Y como si pudiera escuchar lo que pienso. Se detiene y me mira –Lo siento- me susurra y sostiene parte de su peso en los brazos–Yo no- le confieso y él se endereza y dejo de sentir la presión de su cuerpo, se sienta a mi lado –Siento lo de hace un momento, no estaba pensando con claridad, es solo que eres tan atractiva-yo asiento porque ya no sé qué decir, se frota el cabello y se levanta –Sera mejor que me vaya, antes de que cometa una locura contigo- me guiña el ojo y yo me pongo del color de mi pijama, me levanto también y lo acompaño a la puerta –Buenas noches Bella- me acaricia el rostro, me da un casto beso y se mete a su cuarto.
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