Capítulo V: Inauguración

4791 Words
Luego de llegar de casa de sus amigos Fabián no pudo dejar de pensar en lo que su amiga le había dicho, debía de volverse una persona más romántica y realizar acciones que lleguen al corazón de la señorita Saravia, que realmente logren que enamore a Sofía. Durante toda la noche estuvo pensando y leyendo en internet sobre cómo convertirse en un hombre romántico, la verdad es que él ya había olvidado como serlo hace mucho tiempo. Después de mucho pensar y leer llegó a la conclusión que debe empezar realizando pequeñas acciones. A la mañana siguiente se levantó realmente motivado, fue al baño y se alisto lo más rápido que pudo, bajo hasta la cocina donde ya se encontraba la señorita Saravia estaba terminando de preparar el desayuno. —¡Buenos días señor! Tome asiento su desayuno se encuentra casi listo, en un momento más le serviré. —¡Buenos días! Muy bien, pero esta mañana he amanecido con ganas de compañía, así que por favor tome asiento usted también y acompáñeme a comer. —Me puedo quedarme sentada con usted y hacerle compañía, pero yo he desayunado antes de salir de mi casa así que no tengo hambre. —No creo que no pueda acompañarme con al menos unos trozos de fruta y beber un poco de jugo, así que tome asiento yo serviré el desayuno. —Acepto acompañarlo con un poco de fruta y jugo, pero no puedo permitir de que usted sirva la comida, ya que eso es parte de mi trabajo, espere un poco en este momento lo haré. Cuando ella estaba a punto de tomar el cucharon para servir la comida, él le tomo del brazo de manera brusca, tanto así que casi la hizo caer, él puso su brazo tras su espalda y así evito que eso sucediera, quedaron sus rostros de frente muy cerca el uno del otro, Fabián sintió ganas de besarle, pero en ese momento ella le pidió que la soltara. —Discúlpeme, no fue mi intención, pero es que realmente quiero ser yo quien sirva el desayuno, tómelo con un gesto de amabilidad de mi parte por todos estos años juntos. —Comprendo señor, no hay problema, tomaré asiento y esperare a que usted sirva el desayuno. —Gracias por comprender —le dijo mientras comenzaba a servir la comida. Ella cumplió con las indicaciones que le habían sido dadas tomo asiento mientras que su jefe servía el desayuno. Fabián se encontraba emocionado de estarlo haciendo, desde el tiempo en que se había encontrado en la universidad, no había tenido que hacer este tipo de cosas tan sencillas, dentro de él había una sensación de satisfacción, ya que por primera vez desde que se conocieron le estaba demostrando que tan caballeroso podía llegar a ser, mientras tanto la señorita Saravia desde el comedor lo observaba un poco extrañada, en verdad no podía comprender que es lo que estaba sucediendo con su jefe, porque se estaba comportando de esa manera tan extraña. —Su desayuno señorita —le dijo mientras dejaba el plato con frutas y su vaso con jugo sobre la mesa frente a ella. —¡Muchas gracias señor! Pero no debió molestarse. —Para mí no ha sido molestia alguna, es un placer poder consentirle un poco, pero no me diga señor mejor llámeme por mi nombre Fabián, ya casi se va de la oficina y espero que podamos tener, aunque sea una relación de amistad, y los amigos se tratan por sus nombres, así que fuera de la oficina yo la llamaré Sofía y espero que usted me llame Fabián ¿entendido Sofía? —Sí señor, eh… digo si entendido Fabián —dijo su nombre como con duda, en verdad no sabía que era lo que le sucedía a su jefe. —Así me gusta, ya vera que poco a poco ira tomando confianza, ahora si ¡Buen provecho! —¡Gracias e igual! —le dijo mientras tomaba un trozo de fruta. Al terminar de desayunar, Fabián recogió los platos, vasos y demás elementos que se utilizaron durante el desayuno y los coloco en el lavaplatos. La señorita Saravia seguía sin comprender el accionar de su jefe. —Señor, no era necesario que también hiciera eso, yo podía recoger la vajilla y elementos de cocina, recuerde que eso también es parte de mi trabajo. —Como le mencione antes, quiero mostrarle cuan agradecido me encuentro por todos estos años compartidos, y estoy haciendo lo que puedo para demostrarle mi agradecimiento. —Señor, no será que… —se cayó por unos minutos y luego pregunto ¿le han diagnosticado una enfermedad terminal? Es por esa razón que está actuando de manera tan extraña —le dijo con una cara que mostraba realmente preocupación. —Le comento que soy una de las personas más sanas que pueda existir, es parte de ser tan perfecto, así que para su tranquilidad no me encuentro en ninguna situación delicada de salud. —Eso realmente me alegra y tranquiliza al mismo tiempo —dijo con una expresión de alivio— pero si no le han diagnosticado una enfermedad terminal, no comprendo su accionar. —No hay mucho que comprender, mi accionar tiene una simple explicación, quiero mostrarle mi afecto, eso es todo, no se haga ideas de más en su mente. —Comprendo señor, ¡gracias! —dijo mientras observaba el reloj en su muñeca— señor se nos ha hecho un poco tarde, ya es hora de irnos. —Usted siempre tan atenta a todo, tiene razón ya es hora de irnos —dijo mientras salía de la cocina. Salieron de la casa Germán ya se encontraba esperándoles fuera del coche, subieron al automóvil y partieron con rumbo a la empresa, al llegar a la empresa se dirigieron hacia la oficina, la señorita Saravia ingreso detrás de él, tomaron asiento y comenzaron sus labores. —La agenda para el día de hoy es la siguiente: para el día de hoy tiene dos reuniones programadas la primera dará inicio a las nueve de la mañana con el representante de la compañía Samsung quieren firmar el contrato para la compra de uno de los locales disponibles en el centro comercial que está en construcción. Después de eso a las once de la mañana tiene su siguiente reunión con el propietario de los terrenos para la construcción del parque de diversiones. A ambas reuniones le acompañará la señorita Melgar. Por la tarde a las tres se llevará a cabo la inauguración de la biblioteca. A ese evento asistiré yo con usted. Después de finalizado el evento de inauguración ya no tiene nada agendado. —Comprendo, así que a usted la veré hasta la tarde luego de las reuniones. —Así es señor. —Pero justo ayer me había comentado que durante toda la semana me acompañarían ambas a las reuniones. —Creí que le tomaría más tiempo a la señorita Melgar comprender la dinámica del trabajo que se realiza en las reuniones, pero la verdad es que me sorprendió la rapidez con la que comprendió todo así que ya no es necesario que yo les acompañe. —Comprendo, siendo así puede retirarse, ya que imagino debe darle a ella indicaciones. —Así es señor, con su permiso me retiro —dijo mientras se daba la vuelta y se dirigía hacia la puerta. Al salir la señorita Saravia de su oficina Fabián decidió comenzar a revisar, así que se puso a revisar algunos documentos importantes mientras se llegaba la hora para asistir a su primera reunión del día. A eso de las ocho con cincuenta minutos, tocaron la puerta. —Adelante —dijo con voz autoritaria. —Señor ya todo se encuentra preparado en la sala de juntas, la reunión dará inicio en diez minutos así que debemos de irnos en este momento. —le dijo la señorita Melgar. —Siendo así dirijámonos en este momento hacia la sala de juntas —dijo mientras cerraba el portafolio con los documentos que se encontraba revisando en ese momento. Así lo hicieron ambos asistieron a las dos reuniones que se encontraban programadas para ese día. Ambas reuniones salieron bien, lograron llegar a un acuerdo sobre el monto por el cual se les vendería el local, seguidamente les mostraron el croquis del centro comercial y ahí les dieron la ubicación que tendría su local, todos les pareció muy bien así que se dispusieron a firmar el contrato. La segunda reunión del día marcho igual que la primera sin contratiempo alguno y con buen resultado para la empresa Montesinos, lograron llegar a un acuerdo y firmaron el contrato de venta del terreno. Lo único que les queda es seleccionar la mejor compañía constructora para que realice ese proyecto. Terminaron con las reuniones del día a eso de la una de la tarde, regresaron a la oficina, la señorita Saravia se encontraba cerciorándose de que todo se encontrara listo para la inauguración de la tarde. Al verles llegar se puso de pie y los saludo. —¡Buenas tardes! ¿Qué tal ha salido todo? —Todo ha salido excelente como siempre —le respondió Fabián. —Así es ambas reuniones han llegado a buenos términos —dijo la señorita Melgar. —Me da gusto escuchar eso —les dijo con una amplia sonrisa en el rostro. Fabián ingreso a su oficina, se sentó frente a su escritorio, giro su silla y quedo viendo el paisaje que se veía desde su ventana, un enorme cielo azul, lleno de nubes blancas y un sol resplandeciente, muchos rascacielos. Mientras observaba esa vista no podía dejar de pensar en la falta que le había hecho tener a la señorita Saravia en las reuniones. Ahora más que nunca estaba convencido que debía conseguir que su plan para evitar que ella lo abandone debe de funcionar, aún no ha encontrado la estrategia perfecta para enamorarla, pero como en los negocios tenia completa fe en que lograría encontrar la estrategia perfecta a seguir. Después de pensar un poco, regreso a su posición frente al escritorio y se dispuso a seguir trabajando hasta que llegará la hora de irse junto con la señorita Saravia rumbo a la biblioteca. A eso de las dos y media de la tarde, la señorita Saravia toco la puerta de su jefe y le comunico que ya era hora de salir hacia la inauguración. —Señor, ya es hora de irnos. —Comprendo, vámonos. Salieron con rumbo al lugar, cuando llegaron ya todo se encontraba listo, había un lindo listón rojo con una chonga. —Señor Montesinos, señorita Saravia, ¡bienvenidos! —les dijo uno de los encargados del lugar. —¡Muchas gracias! —dijeron ambos. Cuando ya se habían cumplido las tres de la tarde, se dispusieron a colocarse detrás del listón, Fabián se encontraba en el centro junto con las tijeras, dieron inició con el evento y antes de cortar el listón Fabián dio un breve discurso. —¡Buenas tardes sean todos y cada uno de ustedes bienvenidos! El día de hoy la empresa Montesinos se enorgullece, poder entregar este proyecto tan importante para nosotros como lo es la biblioteca municipal. La cual ha sido construida con el propósito de colaborar con las personas de nuestra comunidad para que sus hijos cuenten con un lugar seguro donde ir a realizar sus tareas o entretenerse leyendo algún libro que despierte su imaginación. También se con ella se habilitará una guardería totalmente gratuita la cual funcionará tanto para los empleados de la institución como para cualquier persona que tenga la necesidad de dejar a sus hijos para ir a trabajar y no cuenten con el recurso para pagar por una guardería particular. Es para mí un gran honor el estar hoy aquí frente a ustedes entregando este proyecto como símbolo de nuestro compromiso con el desarrollo de nuestra ciudad, de nuestro país. Espero que disfruten cada una de las actividades preparadas para todos, el día de hoy. ¡Doy por inaugurada la biblioteca Mansferrer! Todos los presentes comenzaron a aplaudir, en ese mismo momento Fabián procedió a cortar el listón. Seguidamente todos los presentes ingresaron al edificio, dentro del lugar se encontraba preparada una recepción para todos los invitados presentes en el evento. Se habilito el área de juegos para los niños y el salón de cuenta cuentos, para que pudieran disfrutar un momento agradable y conocer las actividades que se realizarán a partir de hoy en el lugar. El encargado del lugar les brindó un recorrido a los presentes, en cada uno de los salones. Fue algo muy gratificante para Fabián y la señorita Saravia el ver como las personas estaban disfrutando del lugar. Mientras hacíamos el recorrido nos detuvimos en la sala de cuenta cuentos para el día de hoy estaban de invitados varios artistas tantos nacionales como internacionales para contar diversos cuentos a las personas, principalmente niños asistentes al lugar y posteriormente se daría una firma de autógrafos. Los niños estaban encantados escuchándolos narrar las historias. Mientras pasaron por la sala donde se estaban firmando los autógrafos nos encontramos con el escritor Máximo. Máximo era el escritor preferido de la señorita Saravia al observar que se encontraba dando autógrafos, pidió permiso a su jefe para ir a conseguir uno. —Señor, ¿me podría dar unos minutos para ir por un autógrafo? al finalizar lo alcanzaré en el recorrido —le dijo con una mirada muy emocionada, él no pudo negarse ante tal petición. —Veo que se encuentra muy emocionada por la presencia de ese escritor —dijo con un tono tranquilo forzado— vaya por su autógrafo, al terminar puede alcanzarnos en el recorrido. La señorita Saravia entro a la habitación realmente emocionada por conseguir un autógrafo del autor. Mientras ella se quedaba esperando por su autógrafo, él continuo el recorrido junto a la persona que les estaba guiando, pasaron cuarenta y cinco minutos desde que la señorita Saravia se quedó esperando conseguir un autógrafo, Fabián se dispuso a preguntar al encargado cuanto tiempo estaban dando a cada uno de los invitados para dar autógrafos. —Tengo una consulta ¿Cuánto tiempo le están dando a cada uno de los invitados para dar autógrafos? —Se está dando cuarenta minutos a cada uno de los invitados en la sala donde se están dando las firmas. Ya que son varios invitados y queremos que todos tengan la oportunidad de dar su autógrafo y sus fanáticos de poder conseguirlos. —Comprendo, ¡Muchas gracias! —le dijo Fabián con una mirada fría. Después de escuchar eso, él no podía comprender porque razón Sofía aún no se encontraba ahí. Ya había pasado mucho tiempo desde que se quedó en la sala de autógrafos, no entendía a que se debía eso, pero no quiso pensar mucho al respecto, ya que se imaginó de que ella había encontrado otra actividad la cual llamo su atención y por esa razón aún no estaba a su lado. Se encontraba complacido por todo lo que hasta el momento le habían mostrado del lugar, ya había estado ahí antes pero no era lo mismo al verlo lleno de vida, con tantas personas en el lugar. Al terminar el recorrido decidió ir a la cafetería del lugar ya que sentía la necesidad de beber un café. Así lo hizo se dirigió hacia la cafetería. Cuando llegó a la cafetería no podía creer lo que estaba viendo, era la señorita Saravia la cual se encontraba muy sonriente bebiendo un café con el escritor Máximo. Fabián sintió una sensación muy extraña en su pecho, no podía creer que ella estuviera tan cómoda con un hombre que no fuera él. Fabián se apresuró hacia la mesa donde se encontraban ellos. —¡Buenas tardes! Espero no interrumpirlos. —Señor Montesinos, usted nunca interrumpiría es un gusto para mi poderle saludar y agradecerle por la invitación, ha sido muy satisfactorio estar en este lugar el día de hoy, no solo por poder convivir con mis fanáticos sino también por el hecho de haber podido conocer a su bella asistente la cual es muy bella e inteligente. —Usted es muy amable, realmente le agradezco su percepción de mi persona —le dijo Sofía con una gran sonrisa. Esa sonrisa hizo molestar a Fabián, no podía creer como se encontraba tan sonriente, enserio era un acto irrespetuoso hacia él. —Ella es una persona realmente eficiente y muy valiosa para mí —dijo Fabián con un tono autoritario. —Me he podido dar cuenta de eso, es una excelente persona. Quiero volver a darle mi más sincero agradecimiento a usted y su equipo de trabajo por la invitación que se me hizo para el día de hoy. —Me da gusto que haya disfrutado tanto la invitación —le dijo Fabián con una sonrisa fingida en su rostro— esperamos que pueda asistir a futuros eventos. —Siempre que me inviten aquí estaré, realmente he disfrutado mucho la visita y el haber conocido a una persona tan agradable como lo es la señorita Sofía —dijo Máximo con una enorme sonrisa, mientras le hacía miradas a la señorita Sofía. La verdad es que la señorita Sofía se encontraba muy emocionada por los comentarios realizados de parte de Máximo sobre su persona. Fabián el cual había notado la sonrisa entre ambos y eso le había hecho molestar. Se habían hecho las seis de la tarde así que Fabián se despidió ya que debía ir a una cena con sus amigos Gerardo y Sandra. —Ha sido un gusto conocerle y poder saludarlo —le dijo Fabián a Máximo de una manera amable, luego de eso volteo su vista hacia Sofía— señorita Saravia ya es tarde y yo debo asistir a una cena, así que es hora de irnos ya que debo pasar dejándole por su casa antes. —Señor, váyase sin problema alguno, yo pediré un taxi y me iré más tarde aun quiero pasar un tiempo aquí —le dijo la señorita Saravia a Fabián. —No se preocupe señor Montesinos, yo me encargare personalmente de llevar a la señorita Saravia a su casa —le dijo Máximo mostrando una amplia sonrisa. —Bueno siendo así me despido, ¡Muchas gracias nuevamente por haber aceptado la invitación! —le dijo a Máximo, volteo hacia la señorita Saravia— La veré mañana en la oficina, cuídese —le dijo a Sofía con un poco de molestia en su tono de voz. —A ustedes por la invitación —le dijo Máximo. —Hasta mañana señor, vaya con cuidado —le dijo la señorita Saravia con una amplia sonrisa en su rostro. Fabián salió de la biblioteca con una sensación de molestia, se dirigió hacia el restaurante donde se encontraban esperándole Gerardo y Sandra, llegó al restaurante a eso de las siete de la noche, al ingresar al restaurante se dirigió a paso firme hacia la mesa donde se encontraban sus amigos. —¡Buenas noches! Disculpen el retraso, me encontraba en la inauguración de la biblioteca. —No te preocupes nosotros llegamos hace poco —contesto Gerardo. —Así es amigo, lo bueno es que ye te encuentras aquí —le dijo Sandra. —Por cierto, amigo, esperaba verte en la inauguración el día de hoy. —Tenía muchas ganas de asistir, pero debía estar en una reunión, la cual tenía programada para esa hora y no podía cancelarla por esa razón no pude asistir, pero supe que todo salió excelente. —Yo también quería asistir, pero Gerardo no me pudo llevar, debido a lo que ya te ha mencionado, pero cuéntanos ¿Qué tal estuvo todo? —El evento transcurrió como se encontraba programado, todo estuvo excelente, solo hubo un evento que hizo me molestara un poco, al finalizar el recorrido asistí a la cafetería del lugar y me encontré a la señorita Saravia muy sonriente y demasiado cómoda platicando con uno de los escritores invitados al evento el tal Máximo —menciono con tono molesto. —Eso no tiene anda de malo, ella es una persona muy amable seguro solo quiso hacer sentir cómodo al invitado —menciono Sandra. —Cabe resaltar que ese evento ocurrió luego de que ella se quedara muy emocionada esperando un autógrafo de él. —Con más razón aun, el hecho de poder conocer a tu artista favorito no tiene precio —dijo Sandra con una gran sonrisa en su rostro. —Comprendo la emoción de ella, pero no la actitud de parte de ese escritorcito, ningún artista anda por ahí invitando a tomar café a sus fanáticos y mucho menos se ofrece a llevarles a su casa al finalizar el evento, estoy seguro que ese hombre tiene una mala intención para con ella —dijo con un tono un poco elevado y notoriamente molesto. —Amigo, la señorita Saravia es una persona inteligente, además no puedes asegurar que la actitud de él tenga malas intenciones tras ellas, solo puede estarse portando amable con ella debido a que es una gran fan —Gerardo dijo entre risas— así que por favor tranquilízate amigo. —Yo me encuentro totalmente tranquilo, no comprendo porque me dices que debo de tranquilizarme. —¿Seguro que estás tranquilo? Yo te veo un poco celoso —le dijo Sandra riéndose. —Amiga, sí que tienes una gran imaginación, que cosas las que se te ocurren, yo no me encuentro para nada celoso, no ves lo súper tranquilo y feliz que me encuentro. —Se nota lo tranquilo que estas amigo —le dijo Gerardo entre risas. —Si lo estoy, además el motivo de esta cena no es saber mi estado de ánimo. —Tienes toda la razón amigo, ahora bien, podrías decirnos ¿Cuál es el motivo de esta repentina invitación? —Aunque yo soy una persona sumamente brillante como ambos saben. Tengo complicaciones para seguir adelante con mi plan de conquista, así que mientras reflexionaba sobre que podía hacer se me ocurrió una brillante idea, la cual es consultarle a mi querida amiga Sandra sobre cuáles son las cosas que las mujeres esperan de un hombre que las está cortejando, que detalles consideran importantes, entre otras cosas conocer sobre su experiencia, quiero saber que hiciste tú amigo para conquistarla. —Es enserio, nos invitaste a comer solo para saber cómo fue que enamoré a mi esposa —dijo Gerardo con un tono sorprendido en su voz— creí que tenías alguna noticia importante para darnos. Sandra tomo la mano de su esposo en señal de que se calmara ya que estaba subiendo un poco la voz, al no poder creer lo que su amigo estaba diciendo. —Amor eso es algo importante para él, ya que, aunque no lo quiere admitir él se encuentra enamorado de Sofía y eso hace que se sienta desesperado por conocer la manera de que ella sienta lo mismo y que no lo deje —Sandra dijo en tono tranquilo. —Te doy la razón en que es algo importante para mí el hecho de conseguir que la señorita Saravia acepte casarse conmigo, pero eso de que estoy enamorado de Sofía solo es parte de tu imaginación, el único motivo por el cual no la puedo dejar ir es porque ella es una empleada sumamente eficiente y me conoce muy bien. —Por lo que he podido observar y lo que me ha mencionado la misma señorita Saravia es que la señorita Melgar es una persona muy eficiente la cual ha logrado adaptarse muy rápido a tu ritmo de trabajo —le dijo Gerardo a su amigo Fabián. —He de admitir que ella es una persona muy eficiente pero no sabe cómo preparar un buen café y yo sin un buen café no soy activo así que por esa razón debo de retener a la señorita Saravia en la empresa. —Digamos que te creemos que solo la quieres cerca de ti por su buena habilidad para elaborar café, lo cual es una excusa muy tonta sobre todo para ti amigo, ya que no quieres dejar ir a una excelente preparadora de café dinos ¿Qué quieres saber? ¿Cómo te podemos ayudar? —menciono Sandra. —Necesito que contestes lo más sinceramente posible, una serie de preguntas las cuales he realizado, lo podremos hacer luego de cenar mientras nos comemos un postre y nos tomamos una taza de café ¿Qué les parece? —Eso lo debe contestar mi esposa ya que según parece yo solo estaré como oyente —dijo Gerardo. —Por mi esta bien el plan, solo a excepción de algo querido amigo yo no puedo beber café, te recuerdo que me encuentro embarazada —le dijo entre risas. —Tienes razón amiga, bueno tu bebe un jugo —le dijo riéndose Fabián. Seguidamente procedieron a ordenar su cena, mientras esperaban que llegara la comida a su mesa estuvieron recordando anécdotas sobre su época en la universidad, al cabo de unos veinte minutos su cena ya se encontraba en su mesa, procedieron a comer, al finalizar la cena ordenaron postres, jugo y café, en ese momento Fabián comenzó con su interrogatorio. —Comenzare con mi interrogatorio, mi primera pregunta es ¿Qué es lo que hizo que te enamoraras de Gerardo? —Lo que me enamoro de él fue su caballerosidad, cada uno de los detalles realizaba, por ejemplo: me abría la puerta, siempre se mostraba realmente preocupado por mí, a cada momento pendiente de mis necesidades y cada vez que tenía alguna necesidad se mostraba encantado de ayudarme —la forma en responder de Sandra fue contundente, con una sonrisa que mostraba lo enamorada que esta de Gerardo, en sus ojos se veía un brillo especial. —De todas las citas que han tenido ¿Cuál de ellas recuerdas con un cariño especial? —Si he de escoger una en especial podría decir que nuestra cita en un crucero ese viaje fue espectacular, esa podría decir que fue la más especial pero también recuerdo con mucho cariño la vez que me invito a cenar en su casa. —¿Qué tuvo de especial el cenar en su casa? —Lo especial de esa velada fue de que el mismo cocino la cena. Me alago mucho que se tomará tantas molestias solo para impresionarme a mí. —Puedo comprender eso, ahora bien ¿Cuál es el regalo más preciado que te ha dado? —Un peluche que gano mientras paseábamos en la feria. —¿Enserio? ¿Ese es el regalo más preciado que te dio él? —Es que para nosotras lo importante no es el valor económico del detalle si no el esfuerzo realizado para darlo. Para ganar ese peluche, él estuvo jugando durante alrededor de tres horas, hasta que logro conseguir ese peluche para mí, y es ese esfuerzo que él realizo lo cual hizo que ese peluche se convirtiera en el obsequio más apreciado para mí. —¡Muchas gracias por tus respuestas! Creo que has dado mucha información y por eso ya no es necesario hacerte más preguntas, ya me he creado una idea sobre lo que debo de hacer para lograr que Sofía acepte casarse conmigo. —En verdad, me alegra mucho el haber podido ser de ayudada para ti, espero que en sigas mis consejos al pie de la letra y que en algún punto logres aceptar lo que realmente sientes por ella, solo me queda darte las gracias por la invitación de esta noche, es agradable salir y poder pasar tiempo con los amigos. —¡Gracias a ustedes! Por aceptar la invitación y encontrarse ayudándome en todo. —Ya sabes amigo cuando lo necesites estaremos para ti, solo que a la próxima espero que no me excluyas te recuerdo que tengo muchos conocimientos en el ámbito del amor, esa es la razón por la cual nuestro matrimonio ha funcionado. —Tú realizaste una función fundamental en la cena de esta noche. —¿En verdad? ¿Qué fue lo que hice? —Traer a Sandra para que pudiera aconsejarme —le dijo Fabián a Gerardo entre risas. —Te recuerdo que ella pudo darte esos consejos con base en las acciones que yo realice para ganarme su corazón, así que la mitad del crédito es mío. —Así es, mi esposo es una pieza fundamental en mi conocimiento sobre el amor —dijo Sandra mientras le guiñaba el ojo a su amigo. Todos comenzaron a reírse a carcajadas, después de eso Fabián procedió a pagar la cuenta y se retiraron hacia sus hogares, Fabián se sentía muy complacido con las respuestas que recibió de su amiga, está seguro que lograra conseguir enamorar a la señorita Saravia.
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