Irene escuchaba atentamente a su amiga, Tamara, pero en cuanto ve entrar a Rubén se desconcentra, dejando de escucharla, dejando de pensar, solo recordando lo sucedido la noche anterior. —Buenos días —las saludó él de pasada. A Irene le llamó la atención que su amiga ni se molestó en mirarlo, lo ignoró por completo. —¿Ha pasado algo que yo no sepa? —le preguntó a Tamara curiosa. —No, no, nada —respondió ésta evasiva. —¿Segura? —¡Si!, ¡a lo que estamos!, ¿este finde vamos a la excursión que dijo Diego? —Si, claro, tiene que estar guay —le confirmó dejando el tema, estaba muy claro que sea lo que sea que se está callando, no lo va a soltar. —¡Genial!, nos vemos más tarde entonces, solo pasaba a saludarte —se despidió con una sonrisa marchándose. Irene se quedó pensativa toda la maña