XXVIII Capítulo 28: Corruptos de la empresa ANTARTICA. VENUS MANSON Esa voz, ese perfume… Me soltó poco a poco con una sonrisa burlona en los labios, sentí relajarme y luego le propiné un golpe en el hombro lo suficientemente débil como para que ni siquiera se inmutara. ─Tim joder, me ibas a matar del susto ─susurré─. ¿Qué haces aquí? Me voltee encontrándome con él, definitivamente este hombre tenía una extraña fantasía incompleta con los baños de la oficina. Y lo admitía, la situación sí me gustaba. ─Mientras yo esté aquí, nadie te va a hacer daño ─susurró inclinándose poco a poco, su nariz rozó la mía y fijó sus ojos en los míos con determinación. ¿Por qué debía seguir enamorándome de él en cada instante?, cada cosa que me decía me hacía perder la cabeza por completo. ─Nos

