LIV Capítulo 54: El instituto mental del CECMO. ALOMI GREY Entré al instituto mental sintiéndome extraña, las paredes eran blancas y olía a plástico, me acerqué a la recepcionista con una ligera sonrisa, ella tecleaba cosas en la computadora hasta que pareció percibir mi mirada y me ofreció una ligera sonrisa. —Buen día, bienvenido al instituto mental del CECMO —dijo—, ¿en qué puedo ayudarla? Me imaginaba que era una frase ensayada, y lo admitía, le daba mucha sofisticación al lugar. —Hola, vengo a visitar a un amigo —dije—, se llama Cesar Montesco. Ella sonrió y miró la computadora tecleando varias cosas hasta que volvió a mirarme. — ¿Nombre? —Alomi Grey —murmuré, ella tecleó en la computadora, me ponía nerviosa el hecho de que su sonrisa no flaqueaba. — ¿Puede mostrarme

