EN LA CAMA DE MI ENEMIGO

Oscuros y profundos secretos

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ANNA

Cierro mi mano sobre la manija de la puerta y la abro sintiéndome tensa, respiro sonoramente, puede ser el final y ni siquiera pude comenzar con la misión por la cual entre hace años, Theo está de pie en un alado de la ventana, observa hacia fuera, el capitán señala la silla frente a él y camino hasta ahí con pasos lentos, me patearía el trasero ahora mismo si pudiera, lo he arruinado todo, me quedaré sin empleo y sin la posibilidad de hacer justicia, si siendo policía no logré hacerlo, mucha menos podre hacer algo siendo un ciudadano común y corriente.

Collins, el agente que maneja el caso de Macmillan ingresa en silencio, por supuesto que también está mirando rojo, la tensión en su cuerpo me lo dice.

—Vamos a infiltrar a Nataniel Macmillan, desde hace meses está buscando a una persona portadora de un tipo de sangre en particular —el capitán me muestra los archivos que yo ya había visto sin su permiso, así que hago como si fuese la primera vez que los veo.

—Laura Fox, una de nuestras agentes viajo desde Texas hasta aquí hace unos cuantos días, ya que ella porta el tipo de sangre que él busca, teníamos muy pocas opciones, al final ella resultó ser la elegida, no fue muy difícil decidirnos, era ella o tú —el capitán me observa y si, también porto ese tipo de sangre especial que Macmillan está buscando, pero estaba claro que el capitán no iba a elegirme y comprometer el caso, como él lo diría.

—Creamos una identidad a esta agente y estábamos siguiendo el plan para que Macmillan la contacte, todo iba de acuerdo al plan —me giro para ver Theo que es ahora quien habla—, hasta hoy —mete las manos en sus bolsillos—, el médico es muy amigo del empresario y supimos que él está enterado de que eres un nuevo posible donador, nuestra misión justo ahora es que él se interese en Laura, nuestra agente, sin embargo, existe la posibilidad de que se interese en ti para ofrecerte un trato y creemos que esa posibilidad es muy alta, sabes que ha enviado a su abogado para pagar tu fianza.

Trato ¿Qué trato? Pienso para mí.

—Ya nos encargamos de que tu nueva identidad quede completa en los registros públicos, haremos que no queden dudas de que Susie Portman existe —Collins me entrega el archivo donde puedo leer que Susie Portman es una persona completamente real desde hoy—, estará de forma temporal en los registros de identificación que están en línea. Si todo resulta como esperamos y él no intenta localizarte, desaparecerá pronto y volverás a ser Anastasia Lewis —Collins me fija serio.

—Y tendrás que entregar tu arma y tu placa definitivamente —afirma el capitán y aunque su enojo ha bajado aún sigue ahí, pero sé que no le gusta darme la noticia, porque me aprecia, por su cercanía con mi padre y mi familia.

—Y ¿si no resulta como esperan? —a pesar de que mi estómago está en un hilo ante la posibilidad de perder el trabajo que tanto amo, me aferro a la única esperanza, al último rayo de luz que pude discernir de todo lo que dijeron.

—Macmillan intentará acercarse a ti y no puedo permitir que seas despedida hemos invertido tiempo y algunos de los mejores agentes del equipo para trazar un plan que iba muy bien hasta hoy, esta situación podría levantar sospechas si de pronto desapareces, no logra localizarte o se da cuenta de que ella no existe y eso podría afectar el caso cuando apenas comienza, no podemos permitir que algo como esto interfiera —Theo es quien interviene. —Si eso sucede y aunque estaríamos saltándonos algunas normas del reglamento, tendrías la oportunidad que entrar en el caso e infiltrarte en la vida de Nathaniel Macmillan, buscar las pruebas que nos permitan investigarlo y descubrir la razón por la cual su nombre estaba en esa nota suicida además de su presencia en New Jersey hace diez años, el día que murieron los agentes de policía, su relación con el contrabando de armas que hemos detectado hace poco y que han venido realizando bajo las sombras en los últimos años, tiene el mismo modus operandi de hace diez años cuando los agentes corruptos trabajaban con bandas criminales.

Observo a los tres, tomo la carpeta que Collins me ofrece y la reviso en silencio, son fotos de Macmillan en algunos puertos marítimos.

—¿Qué sucede? ¿No deseabas entrar en el caso? —cuestiona Collins en tono irónico y con deje de burla.

Me falta poco para mirarlo con cara de eres un grandísimo hijo de puta.

—La misión es conocer sus movimientos, con quien se relaciona, socios, extraer información relevante y proporcionárnosla, queremos saber a qué hora duerme, a qué horas despierta, incluso a qué horas va al baño, queremos entrar a la intimidad de Macmillan —Theo toma la palabra.

—Dicen que los hombres suelen hablar sus más oscuros y profundos secretos debajo de unas sabanas con la compañía femenina adecuada —Collins explica manteniendo una ridícula sonrisa en sus labios.

Pienso unos segundos antes de decidir cerrar mi puño y estamparlo en su jodida cara, me arrepiento al ver los ojos del capitán en mí, vuelvo a la realidad de lo que está pasando justo ahora y tengo un choque de emociones, deseaba que sucediera; infiltrarme en su vida, pero estoy segura de que no quería que fuera así.

—Según la información falsa que diste en el hospital, vives en Riverdale, tomaste el apellido de Joe el mecánico como tuyo, así que ahora Joe tiene una sobrina llamada Susie Portman de tu edad y trabaja en el gimnasio que también le pertenece, no podrás regresar a tu casa, sabemos que Macmillan ha estado investigándote —Miro a Theo apenas dice esas últimas palabras—, desde hoy tendrás que ir a vivir a casa de Joe, ya lo investigamos es un marine retirado y ha aceptado colaborar con nosotros, serás parte de su familia por unos días, si Macmillan no te contacta…

—Dejaré mi arma y mi placa y seré apartada de mi cargo definitivamente —hablo en tono bajo.

—Así es, si te contacta y te ofrece el trato, está en tus manos aceptarlo o no, no podemos arriesgar la misión, si aceptas, significa que tomaras el caso y todo lo que este conlleva, en caso contrario, debes darle tu negativa a él, ya nos encargaremos de continuar como íbamos antes de que tú aparecieras en el edificio Macmillan.

—Y me quedaré sin empleo si me niego o si él no me contacta —afirmo y los tres asienten con la cabeza.

—Es tu decisión —afirma Theo mirándome—, estaremos en contacto durante estos días —asiente hacia Collins y ambos salen de la oficina del Capitán.

—¿Si tomo el caso, no seré dada de baja? —cuestiono cuando ellos se van, el capitán Exhala sonoramente.

—Si no lo echas a perder como lo hiciste hoy y logramos encontrar las pruebas para encerrarlo, seguramente recibirás varios honores y seguirás siendo una agente.

Asiento y salgo de la oficina, inhalo dejando que mi mente logre absorber toda la información que acabo de recibir y de como todo ha cambiado de un momento para otro y todo por una decisión que tomé.

—¿Qué ha sucedido? —cuestiona Kade manteniendo su cara de enojo todo el tiempo. —ven —me lleva a la sala de juntas y cierra la puerta.

Comienzo a hablarle de lo sucedido con el capitán, Theo y Collins, su cara se transforma de vez en cuando.

—¿En qué te has metido Anna? —cuestiona furioso y se pone de pie despeinando sus cabellos.

—Es la oportunidad que estaba buscando, Kade —digo, no creí que mis palabras saldrían sin fuerza, porque era lo que quería desde que supe que iban a abrir el caso.

Permanecemos en silencio Kade apoya las palmas en la mesa mientras miro a un punto fijo en la ventana de cristal.

—Eres consciente de que, si te contacta y aceptas, tendrás que meterte en la cama de tu enemigo —Kade levanta la mirada y trago un nudo en la garganta mientras me vuelvo para verlo.