S u e r t e

1953 Words
Pase la mayor parte de mi mañana esperando que Sofía llegará, quien decidió aparecerse con unas ojeras realmente pronunciadas a la hora del almuerzo, en donde solo quedaban dos clases—traicionera que no me dijo que había un maratón de Harry Potter—, yo me encontraba en la misma mesa que Sofía y Kyara, la última con cara de preocupación, moviendo su pierna de arriba abajo, y Sofía simplemente no dejaba de hablar de lo maravilloso que fue no dormir por ver aquellas películas. —¿Estás bien?—, le pregunté a Kyara. Ella se limitó a asentir, mientras miraba repetidas veces su celular con irritación. Miro hacía la entrada de la cafetería, en donde las puertas se abrieron de golpe, entrando Benjamín, directo a la fila de la cafetería. —Sofía, se que la razón por la que viniste fue por Olivia —. Alargó con una sonrisa ligeramente incómoda—, Pero, ¿Me la prestas? Prestar, como blusa. Los ojos de Sofía miraban directamente hacía Benjamín, sin dejar de seguir cada uno de los pasos que él daba. Asintió sin dar mucha atención y caminó hasta este, le dijo algo en el oído, mientras que sus cejas estaban fruncidas, él le miró con una sonrisa divertida y sus amigos soltaron una carcajada. Acción que hizo que Sofía le tirará su sopa encima. Necesitaba preguntarle, el porque lo había hecho. —Anda, vamos, es importante—, recordó Kyara levantándose. Hice lo mismo, ambas caminamos en dirección de la salida, apenas íbamos en el pasillo tomo la llamada que había recibido, parecía desesperada. Cómo si de esto dependiera su vida quizá. —Apúrate o me voy sola—, amenazó por el teléfono, con tono cansado. —Ahm... ¿Kyara? —No te irás—, dijo, alzando las cejas en mi dirección—, Va más allá de lo que ella te pudiera haber hecho. ¿Ella? Mis pensamientos fueron frenados cuando noté a Gia llegar apresurada con sus tacones a un costado de nosotras, ella siempre debía lucir perfecta. Claro que si. —Llegue—, su voz estaba ligeramente agitada—, Suban. Rodé los ojos, mordiendo mi lengua esperando no decir algo de lo que no pudiera contenerme, Kyara le quitó los seguros a su coche. —Vámonos antes de que ellos nos vean—. Murmura subiendo a su auto—, Rápido. —¿Ellos?—, Cuestioné—. Además, por qué querría estar en el mismo auto que ella. Gia rodó los ojos, cómo si lo que hubiera dicho le molestará. —Te explicamos ahorita, sube—, ordenó Gia. Rodé los ojos para subir en el asiento de atrás, Kyara en el volante y Gia de copiloto, Antes de entender, Kyara aceleró haciendo que mi cuerpo se vaya hacía atrás con demasiado impulsó, mientras Gia buscaba algo entre sus cosas, de un modo desesperado. —Tienen que explicarme que sucede, ¡Ahora! —Busca entre tus libros un "C,A,N"—, pidió Kyara. —¿Por qué habría uno de esos en mi mochila? Si fumaron algo que les diera Dylan... —Solo hazlo—, finalizó Gia. Nuevamente, rodé los ojos para comenzar a buscar en mi mochila, un poco confundida para ser honestas. En el tercer libro encontré una hoja, doblada a la mitad, con las letras "C,A,N", marcadas en letras pequeñas Seguro estás de arrastrada con el al igual que Kyara, y teniendo los mismos problemas, la sangre no impide nada ¿Verdad? De cerca las vigilamos, esta es la primera advertencia. L.H C/A/N —¿Primera advertencia?—, mi voz fue confundida, me acerqué a ellas—, De... —De L.H—, Dicen al unísono. —No entiendo. Si fueron los que pegan los chismes en los Lunes, ¿Cuál es el misterio? —Ellos lo dieron a petición de alguien, no me dijeron quien—, la voz de Gia fue cansada—, Petición especial. —Esto es tan confuso—, dije para mí. Seguramente dirán que exagero pero después de todo los acosos que he tenido creí que por fin sería libre. —Las cosas comienzan en una apuesta, no sé por qué fui el blanco perfecto de los chicos de futbol pero quienes me tuvieron se puede decir que fueron Shawn y Paul—, comenzó Kyara, sin apartar la mirada de enfrente—. Ambos decían que querían protegerme de algo que me iba atormentar el resto de mi vida, aunque por más que rogué no supe que, solo que era por parte de una apuesta. —¿Shawn te apostó?—, pregunté, bajando la voz. ¿Entonces él era igual que su hermana? —Ajá—, alargó, para girar de un modo brusco—, Hoy, recibí uno de esos. lo leí en mi primera clase, la cual comparto con Gia de ahí supimos que algo te tendría involucrada a ti. "Los lazos que las unen es basura, ustedes llegaran a un fin, quieran o no. Hiciste bien al alejarte de él ahora aléjala a ella si la quieres cuidar. "L.H". —Ahí no termina la cosa. Yo tengo una historia que contarte. —¿Tú? ¿Sobre qué? ¿Más mentiras?—, dije borde. —Olivia—, advirtió Kyara—, Ahora, tenemos que estar unidas. —El anónimo está detrás de nosotras tres, algo quiere, no sé en realidad que—, dijo pasando la hoja que le habrían dejado—, Sólo se, que nos une algo más que un par de anónimos. »¿Darle fin a tu reinado?, vas tarde de dejar de ser una perra, tú tienes que dar pasos pequeños, ¿Quieres problemas? Deja de atraerlos. DEJA DE SER UNA ZORRA CON EL. "L.H". —¿Estamos en problemas?—, me quejé. —Lo estamos. *** Lo que ellas buscaban con esa salida, era que escuchará a Gia, más no entendía si era algo bueno de hacer de igual modo. Cepille mi cabello, tarareando una canción, sintiendo en cada segundo la mirada de Sofía sobre mí. Más no decía yo nada al respecto, no sabría que decirle, ni si al decirle... Las cosas no se irían un poco más a lo complicado. —¿Crees que el short n***o este bien?—, le pregunté, ignorando su mirada—, O quizá la falda. —Ajá. —Sof, tú ya sabías la historia, no sé qué quieres que diga para que estés tranquila. —Lo siento, es solo que me asusta que vayas a una fiesta después de que te nominen como la próxima Kyara—, enfatizó—. Sufriste ya bastante y no me convence que te metas en esto. —Estaré bien Sof—, le prometí, colocando unos tenis negros—Solo es una fiesta. Asintió, para pintar sus labios, tomó un poco de aire y me miro—, Solo, promete que tendrás cuidado con Paul. —Lo tendré, lo prometo. Ella intentó regularizar su respiración para terminar asintiendo, bajamos y después de rogarle a Daniela que me prestará su auto, accedió. No sabía conducir del todo bien, pero le prometí que iría lento y que no tomaría. Apenas llegamos a la fiesta, Sofía miró hacía Benjamín, recordando aquel tema que estaba pendiente de conversación. —Ahora vengo—, prometió, para desaparecer de mi campo de visión. —Se fue con el amigo de Paul—, Dice Jazmín pasándome un vaso—, Tequila. Río y niego con diversión.—Era obvio. Gracias Jaz. Ella asiente para recargarse en la pared tomando de su vaso, no pasaron ni dos minutos en lo que llegó Gilberto, con una sonrisa de oreja a oreja. —Jaz, ¿Bailamos?—. Escucho a Gilberto, le miro y él me sonríe.—Hola Boo. —Hola Sullivan. —No quiero dejar sola a Liv—, dijo mirando hacía él—, Quizá... —Anda, es una fiesta, no te amargues—, Dije con una sonrisa—, Es una fiesta, te prometo que encontraré con que entretenerme. —Si te veo amargada regresare—, amenaza. —Oye Liv, ¿Bailas?—, Dice Paul, asiento en su dirección y le sonrió a Jaz. —¿Ves? Puedes irte Jaz. Ella sonríe y sale de ahí hacia la pista de baile miro hacia Paul y le doy una pequeña sonrisa. —No se bailar. Así que no bailaremos. —Entonces, ¿Por que accediste?—, preguntó Paul caminando a un lado de mí, mirando con confusión. —Porque, si no se quedaría aquí ella. Preocupada de lo que pudiera pasarme quedando con él, seguramente. SOFIA RIVER Corrí, porque sabía que él me seguía, cómo si se tratase de un ladrón y un delincuente, me metía en problemas constantemente, yo lo sabía perfectamente, apenas me adentré a una habitación solté el aire de mis pulmones, huir de un popular era difícil. Yo lo era. No del rango más alto, pero, era popular. Le puse seguro a la puerta, brinque asustada cuando la ventana se azotó, me giré encontrando que no había nadie, por lo que solté el aire de mis pulmones. Seguramente era el aire, hacía un poco de frío. No tendría de que preocuparme. Me giré recargando mi frente en la puerta—, Estás enloqueciendo, Sofía. Siento una mano en mi boca, que logra asustarme haciendo que mi corazón se aceleré, su fragancia se adentro dentro de mis fosas nasales. Mierda. —¿Sabes qué les pasa a quien no soportan un juego? —Pierde. Lastima que tu seas él perdedor—, dije cuando me giré, viendo sus ojos—, Quítate. —¿Te parecé? Antes de poder reaccionar, me carga subiendo a su hombro, podía adivinar que una enorme sonrisa burlona estaba en sus labios. —¡Bájame!—, Grite pataleando.—¡Ya, bájame! Abre la puerta y comienza a ir por el pasillo las personas se quedaban viendo hacía nosotros. Idiotas. —¡Benjamín, traigo falda! ¡Se me ve todo! —, su mano se colocó en el bordé de esta, cubriendo mi problema—, ¡Eres un idiota! Bajo las escaleras, dirigiendo hacía la puerta trasera, idiota. ¿Por qué pensé que sería divertido jugar con él? —Discúlpate por tirarme sopa encima—, ordena. —¡Eres un imbécil!—.Grite.—¡Bájame! —Te equivocaste.-Ríe.—Una... Dos... —¡Ya!-Grite.—¡Perdón, perdón! —Que pena, el trato venció. Apenas dijo eso, saltó a la piscina, caí directamente al agua, sintiendo cómo el frío llegaba a mi cuerpo en cuestión de segundos. Apenas llegué al fondo, nade hacía arriba, sus ojos me miraron con diversión. —Sof, tu falda—, me advirtió. Apenas miré, la falda flotaba, dejando ver a la vista mis pantis de gatos, mi rostro se torno rojo, baje mi mano para cubrir mi cuerpo. —¡Eres un tarado!-Grite. Liv E. —¿Qué es lo más vergonzoso que has hecho?—, Pregunta de un de repente. Pienso durante unos segundos y hago una mueca.—Tirar pintura en el taller arte... Luego resbalar en ella y que caiga más sobre mi. El sonríe y se toma su vaso de golpe.—Lo sé estaba ahí. Sonríe y se acerca un poco a mi, toma mi mentón y yo miro hacia el con el pulso a mil, se acerca un poco más hasta que nuestros alientos chocan, abro los ojos a par y siento cómo mi teléfono vibra. Niega y suspira.—La puta madre.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD