¿Cómo había logrado escapar? Cara no lo sabía, solo le había comentado a Astrid que necesitaba ir por su documentación. No había cometido ningún delito y, por tanto, no estaba presa. Mientras su amiga estaba en la oficina, tomó su bolso de mano y llamó a un taxi. En ese momento se encontraba en la oficina con el número catorce para la entrega de su pasaporte, y con la reserva del boleto a Italia en la galería de su teléfono celular. Mientras estuvo ahí se debatió entre sí hacia lo correcto o no. Solo quería poner un poco de tiempo y distancia. Era la única manera de que Walter no le ocasionara más problemas. Suspiró al recordar que no vería más a Bastiaan, solo en sus sueños. En donde la hacía suspirar de placer entre sus brazos. «Solo estarás en mis sueños», se repetió una vez más.

