Mi mejor amiga

1193 Words
— ¿Ana? Anastasia observó a su hermana, Antonella y Harry rechazaban al tipo que los invitaba a un casino, aquello no tenía nada de malo, y por lo que escucho al llegar parecía un lugar interesante, así que, si ellos hablaban con él con una sonrisa no podía ser un mal sujeto, era amistoso con ambos. — Bueno, ambos rechazaron la invitación del señor... Mark se presentó con ella al girarse y escucharla aceptar la invitación que Antonella y Harry rechazaban. — Ah, disculpe, mi nombre es Mark Redder, y seria un honor que aceptara ir a conocer el lugar, es bastante interesante, claro, si no tiene problemas su hermana con ello. Anto se sorprendió, pero conociendo a Anastasia sabia que no podía negarse, al final aun cuando se negara o aconsejara que no fuese a un lugar que era mas para hombres que para mujeres, Anastasia se aferraría mas a la idea e iría de igual forma. — No, claro que no tengo problemas, además aun cuando le pidiera que no asistiera a un lugar que es mas para caballeros de igual manera asistiría con o sin mi permiso, somos hermanas, no soy su madre. Pero Ana abrazo a su hermana con cariño, pues ella sabía que le tenía mucho aprecio. — Sabes que te amo Anto. Decía Ana a su hermana mayor. — Bien, si quiere darme su número la llamaré para ponernos de a cuerdo señorita Petters. Ana le dio el número para que Mark marcara a su móvil, ambos guardarían sus números para ponerse de a cuerdo para salir. — Bien, espere mi llamada señorita Petters. Pero Ana le corrigió. — Anastasia, Ana para un buen amigo de mi hermana señor Redder. Mark le pidió lo mismo. — Bien, entonces solo dígame Mark por favor. Ambos se despidieron, Ana le dedico una media sonrisa a Mark, él se quedó serio y salió despidiéndose de Antonella y Harry, pues tenía asuntos que resolver, siempre tenía algo de trabajo, si no eran los negocios, era atender el casino de su familia, era el último de la sucesión, sus padres solo habían tenido un hijo, y en él había quedado el peso de la herencia familiar. Mark salió caminando lento, pensando en aquella preciosa chica de ojos verdes, no cabe duda que los Petters tienen buenos genes pensó, esas chicas son hermosas, conocía a la esposa de Harry porque en dos ocasiones la había visto en algún evento, estaba sorprendido de no dejar de verla en su mente, se preguntaba si tenía novio, si estaba en alguna relación. — ¿Por qué demonios te preguntas por ello? Esa chica no es como las que acostumbras, y si es como Antonella mas te vale andar con cuidado. Antonella y Anastasia salieron de la compañía con Harry, los 3 iban a reunirse con la familia en casa de Sarah, celebrarían el cumpleaños de la matriarca, Sarah parecía envejecer de golpe, la enfermedad que padecía acababa con sus pocas fuerzas, pero todos buscaban pasar tiempo con ella, Anastasia sin poder evitarlo le había contado a su madre, y ella a los demás, eran momentos complicados para la mujer, pero estaban decididos a respetar lo que tanto anhelaba, volver a reunirse con ese amado hijo al que tantos deseos tenía en su mente soñadora que podría volver a verlo y abrazarlo en el mas allá. Estaba tranquila ahora que Antonella había aceptado su dinero, lo que ella necesitaba para poder estar tranquila sabiendo que sus nietos, su familia estarían bien, Harry jamás dejaría desamparados a sus dulces niños, Jeanine, Theodore y la pequeña Hallie, esos pequeños que le daban tanta alegría a su vida, le dolía tener que dejarlos ahora que eran pequeños, pero no estaba dispuesta a permitir que su familia sufriese una enfermedad con ella, que tuvieran esperanzas que jamás serian posibles, morir no era malo para ella, tuvo una vida llena de Bendiciones, pero nada se consideraba tan esperanzador como estar al lado nuevamente de su hijo Fernand, a quien no pasaba un solo día que no echara de menos. — Bien, te veremos en casa de la abuela. Antonella y Ana se despedían de Harry, quien recogería a su familia para ir con rumbo a la mansión donde ya estaba todo preparado para celebrar a Sarah. — Las veré en un momento mas, adiós, chicas, vayan con cuidado. Cuando Ana y Anto subieron al auto Antonella no pudo evitar hablar con Anastasia, era bastante arriesgada al salir con alguien a quien no conocía. — Sinceramente creo que deberías meditar un poco las cosas que haces, en realidad no conoces bien a Mark, ¿por qué aceptar ir a un lugar que jamás has visitado? Sobre todo al escuchar como Harry y yo nos negamos Ana. Pero la chica era impulsiva, jamás pensaba lo que hacía, no es que fuese mala, y mal portada, simplemente vivía su vida de la manera en que ella creía era la mejor, le gustaba tomar sus propias decisiones sin pensar en el que dirán, obedecía a sus padres, pero ellos incluso sabían que Ana era distinta a sus hermanas, no era una dulce flor que buscara a su príncipe azul para ser feliz, Ana iba mas allá de ello, era fuerte, no se guardaba lo que pensaba, se defendía incluso de hombres cuando habían intentado mortificarla, dejandoles claro que no era una chica convencional. — Para empezar creo que es muy descortés que no aceptes una invitación, no parecía un mal sujeto, además por la forma en la que hablaba de aquel lugar, bueno, no lo sé, llamo mi atención, y sabes que en ocasiones hago las cosas sin pensarlo mucho, pero tranquila, sabes que siempre llevo mi gas pimienta, si ese tipo intenta pasarse de listo le daré su merecido, pero sabiendo que soy cuñada de Harry y tu hermana, bueno, no creo que se atreva a nada, te lo digo Anto, de esta experiencia la única que gana soy yo, él quizá quería salir contigo, digo eres hermosa, quien no querría estar a lado de una mujer como tú. Antonella sin poder evitarlo recordaba la última ocasión en la que ella y Nathan hablaban, pobre Ana, no imaginaba lo que pasaba en la vida de Anto. — Mark no es un mal sujeto, pero solo quiero que tengas cuidado, sé que no soy tu madre, pero sabes que las quiero a Alison y a ti como si fueran mis propias hijas, siempre hemos sido unidas, me dolería mucho que algo sucediera, así que si algo no va bien llama e iré por ti, ¿esta bien? Ana resoplaba. — ¿Está bien? ¿Ana? Y Anastasia respondía para tranquilidad de su hermana que siempre se preocupaba por ellas. — Sabes que si Anto, y te amo porque toda la vida has sido mas que una madre y hermana para mí, si en el mundo hay alguien que puede hacer que mis pies aterricen en el suelo nuevamente eres tú, te respeto por la mujer que eres, porque has hecho un magnífico trabajo no solo como hermana mayor, sino como amiga, eres la mejor Anto.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD