Nathan caminaba hacia una de las oficinas en el 2do piso, tenía una reunión con el jefe del departamento de materiales, un pedido se había atrasado y no había aún respuesta del proveedor.
— ¿Qué sucede? ¿Aun nada?
El hombre le explicaba a Nathan que aún no tenían una respuesta concreta, al parecer los proveedores habían tenido problemas con las entregas y se retrasaron por mas de dos semanas, eso significaba detener producciones y perdida de dinero, Nathan tenía que hacerse cargo antes que Harry lo supiera, era su trabajo ser el primer filtro antes de llegar al dueño de la compañía.
— Hemos estado esperando dispuesta señor, pero tal parece que no tienen planeado darnos una, el encargado con el que he mantenido comunicación no parece preocupado, así que...
Pero Nathan no se quedaría con los brazos cruzados, no era momento de solo quedarse observándose uno al otro, había que actuar.
— ¿Puedes comunicarme con el dueño de la compañía? Necesito solucionar esto de raíz, si el encargado no hace nada, hablaremos directamente con el dueño, te aseguro que no querrá perder un negocio tan rentable como el que tiene con empresas Richmond.
El hombre marcó directamente al dueño de la compañía, una chica contesto el teléfono y le dijo a Nathan que el dueño estaba en una reunión muy importante, que no podía comunicarlo en ese momento, pues tenía prohibido interrumpir.
Pero Nathan de manera severa al ver el poco interés de esos empleados fue muy firme con la chica, ella no tenía la culpa, pero no tenía idea del problema en el que se podían meter.
— ¿Podría darme su nombre señorita y su puesto?
La chica un poco asombrada por la dureza de Nathan intento colgar, pero él al notarlo le dijo de manera firme.
— No se le ocurra colgar, pues le aseguro que va a arrepentirse, no me interesa en que reunión esté el dueño, solo dígale que la empresa Richmond esta bastante molesta por las tardías entregas que hemos experimentado los últimos meses, si no desean perder el contrato con nosotros dígale que atienda, de otra manera perderán millones si aplicamos la cláusula de faltas, así que lo dejo en sus manos.
— Espere un momento en línea señor, veré si pueden atenderlo.
Nathan esperó tan solo un par de segundos, pero al fin lo atendió el dueño de la compañía.
— Buenos días, ¿con quién tengo el gusto disculpe?
Pregunto el hombre cuando atendió a Nathan en la línea.
— Buenos días, señor, habla Nathan Stevens, vicepresidente de las compañías Richmond, hablo en nombre de mi jefe, el señor Harry Richmond, estamos muy molestos y alterados por la falta de ética de su empresa para cumplir con las entregas, tenemos ya varios meses tratando con el señor Javier Duran, quien no nos da una respuesta precisa de lo que sucede, porque ese retraso, y nos tendremos que ver en la penosa necesidad de buscar un nuevo proveedor, ya que su compañía ha dejado mucho que desear los últimos meses, y no recibimos respuestas precisas de porque con esos retrasos.
El hombre parecía bastante asombrado al escuchar ese problema con las empresas Richmond, ¿cómo era posible que un tema tan importante no se hubiese tratado, ¿por qué retrasos? Si en las reuniones se le informaba que no había problema alguno, así que estaba bastante asombrado de escuchar a Nathan tan molesto, y por supuesto comprendía, el mejor que nadie sabía que entregas tardías significaban perdida de dinero.
— Nathan dame por favor un par de horas, ahora mismo me pondré a investigar que sucede, sinceramente estoy bastante asombrado, hablaré con Javier, no puedo creer que información tan importante se me haya sido ocultada, dame unas horas y te llamaré hoy mismo para darte una solución inmediata, el contrato con empresas Richmond es muy importante para nosotros, jamás querríamos que se perdiera, mucho menos enfrentar una demanda por parte de tu jefe.
Nathan se sintió aliviado, podía hacer eso, un par de horas en lugar de esperar casi un mes la entrega era mejor que nada.
— Bien, aprecio tu intención, pero si no recibo noticias tuyas en día de hoy, bueno, sabes lo que tendremos que hacer, ya es mucho tiempo, y esa también es responsabilidad tuya estar al tanto que todo esté siendo entregado en tiempo y forma, al no recibir solución tuve que buscarte directamente, parece que no estabas al tanto de lo que sucedía, pero espero que de ahora en adelante estés mas pendiente de lo que sucede, pues como compañía sabes que no son algunos miles que se pierden por detener una producción, sino millones.
El dueño comprendió, y le dejo bien claro a Nathan que no volvería a repetirse, que se haría cargo de todo en ese mismo instante.
Nathan habló con el hombre encargado del departamento de materiales, si regresaban la llamada se la pasara a su despacho, esperaría ahí algunas horas mas.
Camino hacia el piso donde estaba su oficina y la de Harry, cuando paso por la puerta escucho que se abría, pudo ver a Harry abrazando a Antonella, ¿cómo pueden ser tan cínicos? Pensaba él al verlos, camino sin decir una sola palabra y entro en su despacho para revisar algunos documentos.
Después de una hora llamaron a su puerta, pensaba que quizá era el encargado de materia prima, pero no fue así, Harry entro en su oficina con una sonrisa en los labios, Nathan se llenaba de celos, pensaba en él besando o acariciando a Antonella, le hacía hervir la sangre.
— Hola, amigo, quería hablar contigo sobre un tema que me provoca un poco de ruido, es sobre unas entregas que...
Pero Nathan ya estaba en ello.
— Si, de hecho acabo de hablar con el dueño de la empresa que nos entrega algunos materiales, parece que no estaba al tanto de lo que sucedía y me pidió un par de horas para solucionarlo.
Harry asintió, el sabía que Nathan siempre estaba al tanto de todo lo que era importante, por ello no se arrepentía de haberlo contratado como su vicepresidente, además era un recomendado de su buen amigo Arturo, a quien deseaba ver pronto.
— Como siempre un excelente trabajo, bueno, pero hay algo mas de lo que quiero hablar contigo, ¿tienes un momento?
Nathan asintió, esperaba que no fuese algún problema, intentaba estar al día con todo lo que sucedía en la compañía.
— Claro, siéntate Harry, ¿algo malo?
Pero Harry se negó.
— Bueno, en realidad no lo sé, por ello es que quiero hablar contigo, ¿sucede algo malo Nathan? He notado que estás mas serio de lo habitual, pareces molesto, triste, sinceramente me preocupa que algo malo te suceda, sabes que te aprecio, que eres un buen amigo para mí.
Nathan pensaba en si hablar con él y contarle la verdad, quizá seria lo mejor, poner las cartas sobre la mesa....