La tarde pasó volando entre comprar zapatos, un vestido y las cosas para Liam. Fuimos a su casa para arreglarlo lo suficiente para la cena. Llamé a mi padre para avisarle y aunque gruñó molesto por lo bajo aceptó que Liam fuera con nosotros a cenar. Llegamos a Middleton a las ocho en punto, yo estaba muy nerviosa, casi más que Liam. Me preguntaba si Nathan estaría nervioso o súper relajado. Me incomodaba, me incomodaba todo, la cena, mi padre, Nathan, e incluso la ropa interior me incomodaba. Entramos al restaurante y nos sentamos en el reservado del patio al aire libre, era hermoso, las luces, la banda, el olor, el viento fresco. Me senté al lado de Liam, mi padre se sentó frente a mi mejor amigo y en ese momento, llegó Nathan, luciendo radiante. Llevaba un pantalón de tela negra, z

