Los Vengadores y la Hija de los dioses (Cuarta Temporada)

CAPITULO 31 “Entrenar con Anubis, es difícil.”

(ENERO 08, 2018, QUEENS, NUEVA YORK, USA.)

(Ahmanet)

            Han pasado unos días desde mi regreso del Olimpo, volveré a trabajar con Vincent dentro de unos días pues lo que deseamos, llevara tiempo lograrlo.

            Pero estoy inquieta, sé que algo está pasando y no sé qué pasa, así que reviso todo en el planeta.

            El equipo Beta está tratando de salvar a Coulson, además descubro que el General Talbot, se fusiono con un metal extraterrestre llamado Gravitonio y ahora tiene súper habilidades, debo vigilarlo.

            Veo al chico de Queens, Peter Parker, está regresando a la escuela después de las vacaciones decembrinas, veo que preparan el baile escolar, sigue deprimido por lo que veo. Pobre Chico.

            Paseo por la ciudadela, veo a los niños salir de la academia y al verme todos me saludan, voy hasta los cuarteles en donde Inga, Frida, Cristal, Nat, Sam, Steve y Visión están entrenando.

            Veo que Anubis no es nada tierno con mi marido, ni con ninguno de los demás, uno de los comandantes Bersekers, también entrena con Anubis, mientras todos, tanto la guardia Asgardiana como la inhumana entrenan juntos.

            Me siento a un lado del salón de entrenamiento y los observo, cuando se dan cuenta de que estoy presente, Steve se me acerca.

-Hola cariño, que haces aquí? te sientes bien?

-Si amor, estoy bien, solo quería ver cómo van los entrenamientos, pero si te molesta, puedo irme.- dije levantándome para irme

-No me molesta, solo me sorprendí al verte aquí.- dijo abrazándome rápidamente antes de que comenzara a irme.

-Ven siéntate y mira como tu hermano nos patea el trasero a todos.- dijo Steve

-Lenguaje Capitán, lenguaje.- dice Nat acercándose

-Acaso no lo olvidarán?- pregunta Steve riendo.

-Claro que no, tú pusiste la regla Steve, nada de malas palabras.

-Qué bueno que no entiende todo lo que yo digo!- respondo riendo

-Cómo?- Steve me mira sorprendido

-Así es Steve, hablar miles de lenguas, es una ventaja a la hora de maldecir, así no se dan cuenta de lo que digo cuando estoy frustrada o peor, encabritada o fuera de control.

-Tendré que vigilarte querida, Thýa podría aprender tus malas palabras cariño.

-Steve ella absorbe todos mis conocimientos del universo, no creo que puedas evitarlo, perdón cariño, pero tendrás que explicarle por qué cuando algo le salga mal, no puede decir “Carajo”- le digo sonriendo y él solo me abraza soltando la carcajada.

-Ahmanet, que hare contigo amor?

-Se me ocurren muchas cosas.- le digo con una sonrisa pícara.

-Cielos váyanse a un hotel, ustedes destilan amor con solo verse, y algo más que no voy a decir por decencia.- dice Nat sonriendo, yo solo la miro y le enseño la lengua en una puntada de niña mimada.

            Steve que me ve, ríe a carcajadas para después decirme.

-Ahmanet con esas actitudes y te molestas cuando te tratan como a una niña berrinchuda de cinco años. Anda ven a sentarte como niña buena, mientras ves como tu hermano me…

-Patea el trasero?- le interrumpo

-Sí, y no te levantes. Chicos cuídenla.- admite Steve, antes de ordenarle a mis guardianes, girándose para ir al centro del salón de entrenamiento.

            Los estuve observando un rato, pero como me aburrí me levante y me dirigí a donde Frida entrenaba arquería junto a Cristal, un Comandante Asgardiano al verme acercarme se apresuró a despejar una banca para mí, pero la rechace, acercándome a Frida que estaba batallando para dar en el blanco y sus flechas se pasaban de largo.

-Levanta más el codo con el que sostienes la flecha y respira cuando tengas la punta en el blanco, suéltalo.- le digo corrigiendo su postura

-También apoya mejor los pies.- continuo. Cristal y el comandante me observan, nadie me ha visto usar un arco y flechas así que no saben si lo se usar o no, aun cuando saben de mi poder pocos conocen mis habilidades con las armas y en mi estado, imposible pelear con los vengadores como cuando los derrote la primera vez, durante un entrenamiento con solo la ayuda de Anubis, en los cuarteles de Washington.

-Dispara si estas lista.- le digo a Frida quien se concentra tras seguir mis indicaciones para corregir su postura. La veo respirar y soltar la flecha antes de soltar poco a poco el aire de sus pulmones.

            Para sorpresa de todos Frida dio no solo en el blanco sino en el centro

-Creo que me toca.- dijo Cristal que había estado teniendo la misma falla de postura, pero alcanzando al menos el blanco uno de cada cinco tiros.

            Corrigió su postura imitando a Frida y espero por si la corregiría, por lo que me acerque a ella y solo le digo.

-Codo a la altura del hombro o de la oreja no menos y afianza mejor los pies Cristal. Así lo hizo y disparo cuando estuvo lista dando en el blanco

-Sabe usted de arquería Alteza? Es un arte y una práctica difícil.- me dice el comandante, pero antes de que conteste escucho detrás de mío

-Es la mejor que he visto, y trabaje a lado del mejor arquero del mundo en SHIELD y ella lo derroto.- dijo Nat acercándose, haciendo alusión a Clint.

-La arquería de batalla y la de precisión son dos cosas muy diferentes Comandante, en batalla, primero queremos distancia y después certeza, pues los blancos se mueven y el arquero Clint Barton, mejor conocido como “Ojo de Halcón”, es el mejor en ambas disciplinas.- les digo a todos

-Aun así le ganaste y eso, tenlo por seguro, lo sorprendió!- dijo Nat

-Acaso es algún enemigo de la Princesa?- pregunto uno de los soldados asgardianos.

-No, es un amigo que ahora vive en paz, a lado de su esposa e hijos y espero que así siga, pues de lo contrario tendría que intervenir

-Que quieres decir?- pregunto Nat

-Que espero que aquellas ratas que quedaron de HYDRA no busquen a Clint, ahora que está solo, porque en verdad eso terminaría muy mal Nat.

-Acaso hay alguna amenaza’ Ahmanet los niños?

-Calma Nat, lo tengo vigilado, y a quienes han estado lo suficientemente cerca para ser un problema, los he quitado de en medio, ellos están bien

-Vaya no sabía que los cuidabas!- dijo Steve

-Siempre, a todos, y no solo a ellos, hay muchos más ahí afuera que son especiales y desean ayudar y proteger pero son incomprendidos, y ahí uno o dos que no son lo que se llama héroes, pero tampoco criminales, son algo así como Antihéroes, no soportan a los criminales, y si se topan con alguno lo acaban, pero no ayudaran a una anciana a cruzar la calle.- le digo

-Y sabes quiénes son?- pregunto Steve

-Si

-Y los vigilas?

-Sí, uno de ellos tiene ya un par de años entro a un experimento médico, pues moría de cáncer por un tumor cerebral, pero lo que hicieron fue tratar de despertar en él, el gen mutante o Nephelin y de ser un hombre con cierto atractivo físico, ahora parece que sobrevivió a un accidente que casi disolvió su piel, dejando horribles cicatrices. Se hace llamar Dead Pool y como fue de las fuerzas especiales, antes de todo eso y luego se convirtió en lo que muchos llaman, matón a sueldo, no tiene ningún inconveniente en matar a cuanto criminal se tope.- les explico

-Creo que deberíamos detenerlo, no puede ir matando a todos por que sí.- dice Steve

-Steve, él solo mato a doce criminales que secuestraron a un bebe de dos años, a la cual iban a matar, aun cuando cobraron el rescate, le dispararon a la madre de la pequeña que entrego el rescate y en su huida mataron a cinco policías, dejando heridos a otras tres. Yo no lo detendré, si solo mata criminales sin escrúpulos, bien, pero cuando por gusto mate a un inocente, la sombra que lo sigue y vigila, lo traerá ante mí y conocerá lo que es el infierno, te lo aseguro.

-Y quien es el otro? – pregunta Nat

-No lo sé, lo acabo de detectar y solo puedo decir que son dos no uno, en un solo espacio, tengo que saber qué  o quién es.

-No iras sola.- se apresura a dice Steve.

-No voy a ningún lado, solo a practicar arquería.- le digo y con un ademán hago que se reacomoden y hago aparecer de la nada tres blancos móviles.

            Y llevando la mano al cuello, saco el Cetro de Osiris.

-Crece.- dije y este pasó de ser un alfiler a un Cetro de Oro y diamantes de cincuenta centímetros, todos lo veían asombrados.

-Un arco.- dije fuerte y claro y el Cetro se transmuto, formando un arco largo, tradicional en el siglo XIV, y poniéndome de lado sin levantar el arco que ahora apunta al suelo, tensó la cuerda hasta ese momento invisible, dejándose ver no solo una línea dorada en el lugar de la cuerda, y una flecha de energía luminosa, lo levanto a la altura de mi pecho y tensó la cuerda un poco más, antes de levantarlo a la altura de mi rostro para apuntar la flecha; y un segundo después disparar, dando en el blanco fijo más alejado del salón de entrenamiento.

-Esa es un arma divina, nunca fallara su alteza con ella.- dijo un Soldado Asgardiano en tono petulante y los que se encontraban a su alrededor lo miraron mal.

-Frida me das tu arco y tus flechas por favor!- le pido

            Ella se mueve rápidamente y me los da, mientras guardo el Cetro de Osiris nuevamente en mi collar.

-Joven soldado, este es un arco asgardiano, como el que usted utiliza, cuando logre hacer lo que presenciara a continuación, lograra ser un arquero experimentado y no solo un soldado de arquería.- le dije mientras me ponía el carcaj con las flechas a la espalda y sujetaba el arco al puro estilo antiguo de las guerreras amazonas, heredado obviamente de aun antigua guerrera egipcia.

            Camino unos pasos hacia atrás y doy la espalda a los blancos bajo la atenta mirada de todos los presentes en el gran salón de entrenamiento.

            Y sin previo aviso saco una flecha del carcaj y girándome rápidamente me posicione de canto a los blancos disparando flecha tras flecha en ángulo para dar a los blancos más alejados, corrigiendo la dirección y la postura para los demás blancos, avanzando paso a paso como lo haría un soldado en batalla, hasta acabar las veinticinco flechas del carcaj, dando siempre en los centros, aun en los blancos móviles, demostrando que algunos de los blancos tenían más de un impacto.

            El silencio en el Gran Salón era impresionante, aun Steve y Nat que me habían visto ya con un arco en la mano, estaban impresionados, pues todos los blancos fueron hechos en menos de dos minutos.

            Vi como Anubis desde su altura, en su forma humanoide, hacia una inclinación de cabeza, en señal de respeto, la cual yo respondí con una parecida sonriendo de lado.

-Frida, Cristal, sigan como les enseñe y en poco tiempo alcanzaran la perfección.- dije entregándole a Frida el arco y el carcaj vacío, para comenzar a caminar rumbo a la puerta, con total dignidad sin ver a nadie en particular.

            Vi a Steve y a Nat sonreír, pues me conocían, yo no permitía que se me pusiera en duda, y esa demostración había puesto los estándares de maestría y perfección en la arquería, al nivel del cielo para todos en el cuartel.

            Ya estaba un poco lejos de todos, pero aun así alcance a escuchar a Nat decir

-Que buenos que no ha demostrado su habilidad con la lanza, pues si su hermano, nos ha pateado el trasero, ella nos acabaría.

-Eso lo se.- escuche responder a Steve

-Ténganlo por seguro, yo la entrene, pero me supero hace ya tiempo, como hija de Seth, señor de la Guerra y del Inframundo, nadie la supera, posiblemente el propio Seth, pero hasta él  respeta su poder y su habilidad.- Escuche decir a Anubis .

            Seguí mi camino y deje de escucharlos, preferí regresar a mi despacho en el cual, me recosté en el diván y me puse a leer.