CAPITULO 25 “Mis visiones lo asustan.”

2261 Words
  (ENERO 01, 2018, NUEVA ASGARD, NORUEGA.) (Ahmanet)               Me levanto pasadas las siete de la mañana y veo que estoy sola con casi todos los chicos, es obvio que falta Anubis, quien debió salir a correr con Steve. Me levanto y voy al baño y tras darme una ducha me visto con un bonito vestido de invierno, El mismo que use en el ensayo de mi boda, me pongo la capucha y salgo a la terraza balcón, veo a Steve regresar de su carrera, y corriendo junto a él va Anubis. -Quieren un paseo?- les pregunto a los chicos, ellos se levantan incluyendo a las mininas y salimos de la habitación, hay poca gente en el palacio, seguro todos están sufriendo las consecuencias de la trasnochada y la ingesta de la pesada cerveza asgardiana o de los buenos vinos de origen tanto asgardiano como inhumano. Los cuales se las han ingeniado para poder producir con las vides que se han plantado. Pero en fin es el primer día del año, había que festejar el final del pasado y el principio del nuevo.               Debido a que me siento cada vez más pesada, levanto las manos y los chicos entienden que haremos un salto., por lo que toman sus lugares de inmediato.               Saltamos al risco, en donde por medio de la magia, hago levantarse una terraza plana, con una balaustrada, así como unas bancas de piedra. Es un bello lugar para observar el mar, levanto unas columnas y las corono con un techo abovedado estilo cúpula, muy al estilo de los templetes o quioscos griegos, algo algunos macetones y otros tantos maceteros alargados en donde crecerán Gardenias, Rosas Victoria, que son de un tono muy pálido de rosa y de un delicioso perfume, Rosas de Marruecos, las cuales son de un hermoso tono de rojo y de un perfume profundo y basto, así como también muchos jazmines. Lo que hace que el ambiente este cargado de su perfume; una mezcla exótica de flores y sal de mar, que me gusta mucho.               También hago una larga escalinata desde la terraza en la sima del risco hasta la base de la colina, así será mucho más fácil subir y menos peligroso.               Cuando Termino mi obra, me siento en una de las bancas a observar el horizonte. He dejado de lado mis obligaciones y Thanos y sus esbirros han estado algo activos.               Tengo que hacer algo por los enanos de Nivadellir, pues Thanos los acabo, hay tantos inocentes asesinados que debo hacer u plan para remediar este desequilibrio.               Escucho pasos y aun sin voltear sé que es él. -Estaba llegando al palacio cuando Anubis me dijo que estabas aquí. -Lo intuí, por eso te espere. -Acaso hay problemas?- pregunto sentándose a mi lado y poniendo su brazo sobre mis hombros. -Si pero nada en lo que puedan ayudar, debo hacer algunas cosas, pero antes de hacer olas debo planearlo bien. -Porque? -Porque miles están muriendo, pero son millones los que sufrirán si él se sale con la suya, y yo tengo que proteger el equilibrio del universo. -Ahmanet yo puedo ayudarte! -Lo sé, tú eres mi pilar, mi base de equilibrio y no puedo hacer nada ahora sin planearlo, pues puede haber más problemas. -Y si lo detenemos antes de que haga algo? -Steve para evitar que Thanos logre lo que desea es necesario destruir al menos una gema del infinito, y te digo esto a pesar de que no debería, pues es revelar datos del futuro, que debían averiguarse o deducirse solos, yo no puedo destruirlas, porque son parte del mismo equilibrio que protejo, son parte de mí, por eso las despoje de más del noventa y nueve y medio por ciento de su poder, y aun ese medio por ciento en malas manos podría ser fatal. -Y que podemos hacer? -Steve, debo planear muy bien mis movimientos y los cambios que hare, además vendrán batallas en planetas lejanos que aún hay que proteger. -Iremos contigo, no tienes por qué luchar sola. -Lo sé, aunque creo que los ataques cesaran, pues ahora su objetivo son las gemas. -Entiendo, pero como detenerlo? -Bueno solo yo puedo tener acceso a todas las gemas ahora, así que volveré a viajar, creo que si pongo una especie de candado o hechizo sobre unas de ellas, no podrá llevar a cabo lo que desea y si lo logra, yo podré revertirlo, comprendes? -Amor, no te quiero cerca de él, no ahora en tu estado; puedes adivinar o prever cuando llegara? -Si Steve, él llegara aquí el veinticinco de julio, y yo no estaré aquí para evitar que dañe a los demás. -Porque? -Steve, Thýa nacerá entre el veinte y el veintisiete de julio y yo estaré muy débil para enfrentarlo, además de que tú hija no nacerá tan fácilmente, es grande para nacer de alguien tan pequeña como yo.- le digo haciendo referencia a mi baja estatura comparada con la de él, pues si bien mido un metro y sesenta y tres centímetros, Steve me saca treinta y cinco centímetros. Y temo que Thýa será casi tan alta como el cuándo cumpla sus quince años. -Que quieres decir? Tu vida peligra?- me pregunta en un tono muy preocupado -No, solo te digo que tú hija, me dará muchas horas de parto, además de que será muy alta, como tú. -Lo lamento amor, no me gusta saber que sufrirás por mi culpa. -No seas tonto cariño, es normal, lo anormal es saber lo que pasara realmente, y aun cuando lo sé no te diré ni su talla, ni su peso al nacer, eso lo sabrás después. -Porque amor, sabes que si Thanos llegara a la tierra, debo tratar de detenerlo, y más cuando tú estarás en el palacio celestial dando a luz a mi hija. Alguien debe protegerlos, así que dime como será mi pequeña princesa al nacer. -Bueno, cierra tus ojos e imagina a una dulce bebe de ojos azules como los tuyos, rubia como tú, de piel muy blanca como la mía, que nacerá midiendo cuarenta y ocho centímetros y pesara al nacer cinco kilos doscientos gramos. Lo que te aseguro es un bebe muy alto para un recién nacido. -Tendrá tú dulce rostro y será un pequeño sol cuando sonría.- dijo Steve aun con los ojos cerrados -Lo será amor, pero te advierto, será tan necia como tú y yo juntos, algo difícil de controlar. -Ella será una buena chica, no haría nada que moleste a su papá ni a su mamá, será educada, buena, amable y gentil, y sobre todo valiente como su madre, toda una dama, y protegerá a todos pues es una diosa gentil y bondadosa, porque eso me hará estar muy orgulloso de ella. -Steve!!!- le digo tomando su mano y poniéndola en mi vientre, pues Thýa lo escucho y se está moviendo. -Pequeña, no lastimes a mamá, le duele, ya pronto nacerás y yo tratare de que sea en un mundo donde no tengas que luchar contra tiranos, te lo prometo.- Cuando Steve dijo eso, yo comencé a tener una visión.               Thanos había devastado el universo con un solo chasquido de sus dedos, tras conseguir todas las gemas, y yo con el dominio de poder de la creación dentro de mí, revertí todo el daño, hecho por Thanos desde el comienzo de su cruzada, restableciendo el equilibrio roto. Más Thanos molesto al ver que ni con el poder de las gemas había podido conseguir lo que tanto ansiaba, para según el dar una oportunidad de sobrevivir a los que quedaran tras la devastación. Me ataco, tratando de repetir su acción y así acabar con la mitad de la vida en el universo, y al tratar de evitarlo, Thanos y yo entablamos una feroz lucha, en la que trato de arrancarle el guante, en el que coloco las gemas, pero Thanos creyendo conocer los alcances de mi poder, decide atacar haciendo uso de las armas, por lo que saca una espada corta e intenta atravesarme con ella, por lo que Steve se lanza contra él llevando unos extraños escudos de color n***o que no reconozco, y es ahí donde todo sucede a la velocidad de un rayo. Pues en la refriega, tratando de protegerme Steve es asesinado, al ser atravesado por la espada de Thanos, muy cerca del corazón.               Estoy en medio de esa horrible visión cuando siento como me sacuden y sujetan mi rostro. Alcanzando a escuchar su voz muy lejana -Ahmanet estas bien? Estas pálida y temblando!- me dice Steve, yo lo escucho muy lejano, pero poco a poco regreso del mundo onírico en donde estoy, él no deja de decir mi nombre, esta no solo preocupado, sino también asustado, me lo dice su tono de voz y su mirada; tanto que termino levantándose y jalándome para abrazarme y levantarme en brazos. -Tranquila amor, todo estará bien, te llevare con las sanadoras ahora mismo.- le escucho decir, yo por fin puedo reaccionar y me muevo un poco, apretándome contra su pecho, escondiendo mi rostro en su cuello, mientras paso mis brazos alrededor de este. -Amor, un momento y te verán las sanadoras, dime amor que pasa?.- sigue preguntándome Steve, escucho su corazón, suena alterado, él que siempre esta calmado, hoy esta alterado, tiene miedo. -Llévame a casa, quiero ir a la cama.- le digo -Quiero que te vean las sanadoras, estas pálida y temblando, no me respondías, parecías en estado de shock.- me dice cuando llegamos a la parte baja de la nueva escalinata en el risco. -Steve, fue una visión, solo eso, llévame a nuestra habitación por favor, me siento bien.- le pido y él se detiene y mirándome dice -Ahmanet, mírame por favor, dime que estas bien, dime que pasa?- yo levanto el rostro y veo sus ojos fijos en mí, veo miedo en ellos y solo puedo abrazarlo más fuerte y besarlo, lo perderé y no sé si pueda evitarlo. -Te amo Steve Rogers, nunca lo olvides y estoy bien, en mi visión vi muerte, muchas muertes y no sé si pueda evitarlas. Tengo mucho que revisar y planear, pero antes debo descansar, me siento agotada.- le digo viéndolo a los ojos.               Él sonríe y pone su frente en la mía y comienza a caminar. -Ahmanet amor, yo estaré a tú lado para ayudarte y apoyarte, pero ahora mismo te darás un baño caliente y te iras a la cama un rato, ya más tarde haremos cálculos y planes para tratar de hacer olas en el mar.- me dice               Llegamos hasta el palacio y al guardia de la puerta nos la abrió, Steve no me bajo, ni se detuvo, sino que siguió su camino subiendo por las escaleras hasta nuestra habitación, a donde entramos seguidos de los chicos, y de Frida. -Capitán, la princesa está bien?- escucho preguntar a Frida -Ella está bien Frida, algo fría; podrías prepararle un baño caliente por favor?- le responde Steve               Veo a Frida correr al baño y comenzar a moverse en él, Steve me sienta en la cama y comienza a quitarme las botas y sigue con las gruesas medias. Yo solté la capa de mi cuello y dejo que Steve me ponga las pantuflas.               Lo veo ir al vestidor y salir con mi bata, por lo que me levanto y le doy la espalda, el comprende que le pido que baje la cremallera del vestido, lo que hace, para luego bajarlo por mis hombros y dejarlo caer al suelo, mientras me ayuda a ponerme la bata. -El baño está listo Capitán.- dijo Frida, quien se acercó a levantar el vestido antes de que lo hiciera Steve y lo llevo al vestidor, en donde estuvo moviéndose. Steve me ayuda a llegar al baño en donde me deja terminar de desnudarme y me ayuda a entrar en la tina.               Mientras mi cuerpo entra en calor, Steve talla mi espalda, le gusta ayudarme a bañar, cuando el agua se deja de sentir caliente, Steve me hace salir y me levanta para dejarme en el tapete.               Me pasa una gran toalla y comienzo a secarme, me pongo la ropa interior y un pijama de seda, voy a salir del baño, pues él salió hace unos segundos, y lo escucho hablar con alguien, y cuando asomo la cabeza, él se mueve rápidamente y me levanta en brazos -Ahora al sofá para que comas algo, Inga te ha traído algo rico de comer.- me dice mostrándome la mesa plegadiza que Inga preparo para los dos.               Comemos juntos y al terminar, Inga retiro rápidamente el servicio, veo a los chicos regresar con Frida, quien seguramente los llevo a darles de comer y que tras entrar, fue rápidamente al baño para arreglarlo, encargándose de que esté limpio y recogido.               Me levanto del sofá y Steve me hace ir a la cama en donde me recuesto, para mi sorpresa él se acomoda a mi lado y me abraza diciendo. -Duerme un poco, que yo te cuido y después te ayudare con tus planes. -Está bien Steve, dormiré un rato, estoy algo cansada.- le digo abrazándolo y poniendo mi cabeza sobre su pecho, me gusta el sonido de su corazón, pausado, firme, fuerte, constante; un ritmo ágil que me llena de paz, que me da tranquilidad.               Un ritmo que si pudiera, sincronizaría el ritmo del planeta a su latir.               Sincronizaría el pulso del universo mismo a su ritmo, pero no puedo, pues todo en el universo tiene su propio ritmo, su propio latir, su propio tiempo y su propia vibración, y son estas vibraciones las que nos muestran que está vivo, que existe.            
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