Cap 1
- A ver a ver, explícame eso que dices.
Emma sonrió.
- Voy a decirle a Ken sobre ti. - repitió Emma.
Y Eimi la miro agrandando los ojos sorprendida.
Eimi y Emma eran hermanas gemelas.
Físicamente eran exactamente iguales. Aunque no se podía decir que solo tenían un parecido físico, sino que además las gemelas eran muy similares en su manera de ser, actuar y ver la vida pero, al mismo tiempo, eran muy diferentes.
Sin embargo, lo que más resaltaba en ellas, era la conexión tan profunda que entre ambas existía. Una conexión tan especial, que cada una sabía lo que la otra sentía o cuando algo le ocurría sin necesidad de que lo expresara. Era tan así que, si una de ellas sentía dolor, la otra podía experimentarlo también aunque no estuvieran juntas.
- Entonces, ¿si van en serio? ¿lo amas de verdad? - le pregunto conociendo ya la respuesta.
Para que alguna de ellas se atreviera a contarle a un chico, un amigo, o a cualquier persona de la existencia de su hermana gemela, significaba que la cosa era en serio y que esa persona era muy especial. No a cualquiera ellas, le confiaban su gran secreto. Es más, para el mundo, ambas eran solo Eimi. Y para tan solo unos cuantos, eran Eimi y Emma.
Su hermana gemela, Emma asintió sonriente. asintió sonriente.
- Así es. Y quiero que te conozca, que sepa de ti y de tu existencia. Aunque claro siempre le he hablado de ti y el como sueles vivir mi vida. - le dijo haciendo referencia al hecho de que las demás personas creían que solo existía una de ellas dos, por lo que siempre vivían haciéndose pasar la una por la otra.
Eso era como parte de un juego que ambas disfrutaban hacer siempre. Pero esta vez, cada una de ellas quería vivir su propia vida junto al chico del cual se habían enamorado. Por lo que suplantar una la identidad de la otra ya no formaba parte de sus deseos.
- Pero nunca antes le he dicho que es que eres mi gemela.
Eimi asintió a modo de compresión.
Ella también estaba saliendo con un chico, Matt, al que hasta ahora no le había contado aún que tenía una hermana gemela, pero si le había contado de como su hermana vivía prácticamente su vida.
Y siendo sincera consigo misma, ella también quería y había decidido contarle a Matt de la existencia de Emma, pues sentía que lo que tenía con él era algo real y duradero.
- ¿Te imaginas saliendo los cuatro juntos? ¿Tú con Ken y yo con Matt? - pregunto emocionada.
- ¿También se lo contarás?
Eimi asintió.
- Por supuesto, ¿Qué crees que eres la única que está realmente enamorada y va en serio con el chico con el que sale?
Ambas rieron juntas. Porque es que eran tan parecidas, que tomaban decisiones similares en su vida al mismo tiempo.
Cuando Emma comenzó a salir con Ken, Eimi también comenzó su relación con Matt. Cuando una se decidía a por fin contarle su gran secreto, que muy pocos conocían, entonces la otra también quería hacerlo.
Pero así como eran de parecidas, también eran de diferentes. Y es que mientras Emma, era de un espíritu más dócil y sumiso, Eimi era más de un carácter fuerte y de espíritu arrebatado.
- Entonces, ¿Cuándo le conoceré? - pregunto Eimi.
- ¿Te parece si organizamos aquí una comida especial para los cuatro? Así estaremos más cómodos y no tendremos la mirada de todos los que nos vean en la calle preguntándose si de verdad somos dos o se están volviendo locos. - rio la otra de las gemelas - Ya ves que aquí, nadie está acostumbrado a vernos juntas.
- Tienes razón. Le diré a Matt para que venga a comer con nosotros.
- ¿Y qué preparamos? - pregunto Emma - ¿O pedimos comida?
- Yo soy de las que piensa que una comida pedida nos saldrá mejor que una hecha por nosotras.
Ambas rieron. Y es que ellas se consideraban tan modernas, que creían más en estudiar, graduarse e ingresar al mundo laboral, y dedicaban muy poco tiempo a las labores domésticas.
Aunque cualquiera que las conociera, diría que más que ser modernas y feministas, lo que ellas eran es ricas y caprichosas. Y estaban acostumbradas a tener sirvientas dispuestas a tenerles todo listo por el sueldo que se les pagaba.
- Bien. ¿Comida italiana? ¿Francesa? ¿Hawaiana?
- Italiana.
- ¿Vino? ¿Whisky? ¿Vodka?
- Vino.
- ¿En la terraza o en el comedor?
- ¿Terraza? - pregunto Eimi - Estaríamos más al aire libre y en un ambiente agradable.
- Terraza.
- ¿Usaremos a las sirvientas? ¿O serviremos nosotras mismas?
- No creo que Matt sea de los que este acostumbrado a ser atendido por sirvientas.
- Ni Ken. - negó Emma.
- Entonces tendremos que encargarnos nosotras mismas.
- Perfecto.
Y antes de salir, Emma, dijo:
- ¿Almuerzo o cena?
- Cena. Va más con el romanticismo. - dijo coqueta, lo que provoco la risa de su gemela.
***
- Hola. - saludo Susana sonriente a Matt.
Este dejo la guitarra que estaba tocando a un lado para prestarle atención.
- Hola. ¿Cómo...
- La puerta estaba abierta. - le dijo ella a modo de explicación interrumpiéndolo y sentándose muy cerquita de él.
Matt asintió.
Seguramente Ken o alguno de sus otros hermanos había dejado la puerta de la casa abierta. Ya hablaría con ellos al respecto de eso, pues así como había entrado Susana, cualquier otra persona podía entrar, un delincuente incluso.
- Cuanto tiempo sin verte. - le dijo él.
- Porque tú no has querido. Bien sabes donde vivo y trabajo y aún así ni una visita me has hecho. - se quejo haciendo un puchero infantil.
- He estado un bastante ocupado estos últimos días.
- Con tu nueva novia, me imagino. - le dijo ella con desdén.
Y Matt la miró fastidiado, sabiendo por donde iba todo aquello. Ella comenzaría a criticar a Eimi y a él eso no le gustaría, lo cual terminaría haciendo que se molestara con ella. Tenía que parar eso. Apreciaba a Susana y sabia que ella aún lo quería y él no deseaba herirla más.
- Ya hemos hablado de eso.
- Querrás decir que tú lo hiciste. A mi ni oportunidad me diste de decir nada al respecto.
- ¿Para qué? No hay nada más que decir. - dijo algo irritado y molesto de su insistencia.
Se puso en pie tomando distancia de ella. Y decidido a acabar con ese tema. No estaba dispuesto a escucharla criticando a Eimi una solo vez más.
- ¿De verdad? Yo no estaría tan segura. - le dijo Susana poniéndose en pie y siguiéndolo.
- ¿Qué quieres decir con eso? ¿Tienes algo que quieres que sepa antes de dar completamente por cerrado este tema?
Susana inhalo reprimiendo la molestia que sentía de saber a Matt, su Matt con Eimi.
No le importaban las miles de excusas y explicaciones que Eimi le había dado, que si ella no sabía que él era su ex, que si no había sido su intención herirla, que si no planeo enamorarse del mismo chico que ella, que si bla bla bala. Nada de eso le importaba.
Si ella la hubiese tenido en consideración si quiera, si la hubiese apreciado como amiga, no habría continuado su relación con el chico que ella había salido y del que aún ella estaba enamorada.
Así que, si Eimi no la había considerado a la hora de decidir con quien lo haría, ¿Por qué tenía que hacerlo ella?
En la guerra y en el amor, todo se valía. Y Matt era su amor y esa era una guerra. Una guerra por el amor del chico que ambas se habían enamorado. Una guerra que ella no pensaba perder.
- De hecho si. - dijo al fin soltando el aire.
- ¿De qué se trata? - pregunto Matt fastidiado.
- ¿Conoces bien a la chica con la que sales?
- No entiendo que tiene que ver eso.
- Mucho. Porque no creo que sepas la clase de persona que es.
- No te permito que hables así de Eimi. Te guste o no ella es mi novia. Y exijo que la respetes.
- Eimi. - repitió ella asintiendo - Me pregunto si alguna vez, me habrás defendido a mí con tanto furor como lo haces con ella.
- Susana basta. Esto no tiene sentido. Ya no te hagas más daño innecesariamente. - le dijo él dándole la espalda y dando por terminada aquella conversación.
Pero antes de que se marchara y la dejara con la palabra en la boca ella lo jaloneó del brazo.
- No. ¿Sabes que si lo tiene?
- Pues explícame cual. - replicó frustrado -Porque no entiendo lo que estas tratando de decir. Y si te soy sincero no me gusta el camino por el cual te estas yendo.
- Pues tendrás que verlo por ti mismo.
Matt la miró sin comprender de lo que estaba hablando.
A veces, creía que Susana solo hablaba producto de los celos que sentía al saberlo con Eimi.
- Esta tarde, Ken ha quedado de verse con su novia.
Matt arqueo las cejas sin comprender nada. Ahora, ¿Qué tenía que ver Ken en todo ello? ¿En su relación con Eimi? ¿Sería que Susana ya se estaba volviendo loca y estaba comenzando a desvariar y decir cosas sin sentido alguno?
-Si quieres descubrir, quien es la chica que sale con tu hermano y sobre todo, más especialmente, que es lo que hace tu adorada Eimi, cuando no esta contigo, entonces, tendrás que ir al North Park a las cuatro de la tarde.
Matt se encogió de hombros sin comprender que tenía que ver Ken y su novia con lo que supuestamente hacia Eimi cuando no estaba con él. Y qué se suponía que vería él en el North Park a las cuatro de la tarde.
Si, sin lugar a duda alguna, Susana se estaba volviendo loca.
- Recuérdalo bien Matt. El North Park hoy a las cuatro de la tarde. - le dijo ella.
Y así sin más, se dio media vuelta y se marcho.
***
- Estas hermosa. - le dijo Ken a Emma.
Ella le sonrió.
Nunca se imagino que viviría su vida feliz junto a un chico tan estupendo como Ken.
Es más, no creía antes, que existieran chicos tan lindos y maravillosos como él. Pero gracias a la existencia de una divinidad, una fuerza superior y elevada, ella había tenido la dicha y la fortuna de encontrarse con uno. Uno muy especial que llenaba sus días de felicidad y sobre todo de mucho amor.
Que suerte tenían ella y Eimi de tener a su lado novios tan perfectos como ellos.
- Tú lo dices porque me ves con ojos de amor.
Ken rio ante su comentario, atrayéndola hacia sí para abrazarla y besarla.
- Tal vez y tengas razón y te veo con ojos de amor. Pero aún sin esos ojos de amor créeme que eres hermosa. La chica más linda, dulce y tierna del mundo.
- ¡Ehy! Que si sigues así me lo voy a creer y se me van a subir los humos a la cabeza.
- Lo dudo. - bromeó él - Eres tan sencilla como bella, que a veces me da miedo que no seas real. Que seas producto de mi imaginación y que un día desaparezcas o que algo suceda y arruine nuestra felicidad.
Emma lo miró con ternura y acarició su rostro.
- No debes de preocuparte por eso. Juntos, poniendo todo de nuestra parte podremos salir victoriosos de cualquier tempestad o contratiempo.
- ¿De verdad lo crees?
Ella le sonrió con amor.
- No solo lo creo. Estoy segura de ello. - le dijo.
Y tras decirle aquello lo beso en los labios con todo el amor que sentía por él.
Había decidido que ese día, le hablaría a Ken de Eimi. Iba a contarle que tenía una hermana gemela, que era exactamente igual a ella físicamente. Esa sería su manera de demostrarle a él lo mucho que lo amaba, cuan importante era él en su vida y que consideraba que su relación tenía un futuro. Le demostraría así cuanto valoraba el que estuvieran juntos.
***
Matt no tenía ni idea de lo que estaba haciendo allí en el North Park.
Debía de estar loco para haber prestado atención a las intrigas de Susana a sabiendas de que ella estaba celosa de Eimi. Pero todo fuera para callarle la boca y que esta lo dejara en paz de una vez y por todas con ese tema.
Apreciaba a Susana y quería acabar con tantos problemas relacionados con su nueva relación.
Una vez que le demostrara que no tenía nada de donde agarrarse para criticar a Eimi y su relación con ella, no tendría más opción que hacerse a un lado y dejarlos ser feliz.
Ya que después de eso, de ese día, de demostrarle lo que quería, no le aceptaría a Susana ni un solo comentario mal intencionado más en contra de Eimi.
Anduvo caminando por todo el parque de un lado a otro. Buscando algo que le indicara a él, lo que según él debía de ver, pensando que nada fuera de lo normal sucedería.
Al cabo de unos cincuenta minutos más o menos, Matt llegó a la conclusión que no tenía caso seguir allí. No le parecía que nada que mereciera de su atención estuviera pasando allí, así que tal como lo previó, podría decirle a Susana que había ido allí y que estaba totalmente equivocada si esperaba que algo lo hiciera desistir de su relación.
O al menos no había observado nada, al principio. Porque justo cuando pensaba devolverse a su casa, pudo ver lo que Susana tanto había querido mostrarle.
Ken estaba paseando muy acaramelado, entre besos y besos con una chica. Pero esta, no era cualquier chica. Era.. ¿Eimi?
Matt se quedó estupefacto al observar como su novia andaba con Ken, su hermano, como si entre ellos existiera una relación de amor.