Durante la comida mis padres hablaban acerca de las negociaciones que harían con la nación de Blue Diamond, una de las Naciones vecinas de nuestro reino Red Diamond, existen varias como la nación vecina a la que viajaremos Blue Diamond y las otras más lejanas que son White Diamond y Black Diamond, todas con nombres de diamantes de un color especifico, esto se debe a la leyenda de cómo estas tierras se fundaron asegura que cada una escondía pistas de un tesoro que solo los descendientes de los fundadores lo pueden tocar y aparecía si se encontraba el diamante de cada nación, se cree que un día aparecerán quienes quieran llevárselo.
Rosé-La negociación saldrá muy bien y será un beneficio para otras naciones, Blue Diamond es una nación exportadora de todo tipo de metales y minerales que sirven para hacer incluso armamento, cosa que será muy útil si llega a haber alguna amenaza, como lo de los piratas.
Rey Enrique-Rosé, ¿no pensaras que?…
Rosé-Sé que ustedes piensan que es solo un rumor la posibilidad de que ellos vengan a intentar invadir nuestras tierras, pero es mejor prevenir cualquier cosa que ponga en peligro a nosotros, o incluso y sobre todo... a nuestra nación, ¿y si en verdad ellos vienen hasta aquí?, he oído que el capitán de ellos ha aparecido por otra nación, por Diamond Black, ¿y si vienen hasta acá?
Rey Enrique-No te preocupes, si esos piratas o maleantes intentan aparecerse seguro que toda la guardia de hombres que protegen a Blue Diamond podrán contra ellos, no creo que vayan a aparecerse por aquí, no creo que se atrevan.
Reina Amalia-No tienes que preocuparte por eso, nuestro ejercito es muy fuerte, no creo que de verdad se atrevan a acercarse a nuestro reino... si lo hacen los guardias del ejercito de Red Diamond se encargara de ellos, y se pudrirán en calabozos.
Rosé-Bueno, pero ojos y oídos abiertos, no queremos que ocurra una invasión y que estén en peligro tanto nuestra gente como los que viven en las otras naciones del continente.
En ese momento mi padre me hizo entender que no quería escuchar más del tema, así que no dije ni una palabra más, me cansa siempre que salga con eso, yo soy la que se está preocupando por nuestra nación y el con su actitud de ya estoy cansado así que no me salgas con eso otra vez, creo que cuando sea reina me esforzaré más que el por nuestro reino, ¿o tal vez será por su avanzada edad?, mi padre ya tiene sus años y en un tiempo cuando yo complete mis estudios y preparación como heredera podre tomar su lugar y él se retirara y descansará de esas responsabilidades.
Rey Enrique-Cambiemos de tema, Rosé espero entiendas lo importante que es esta negociación para Red Diamond.
Rosé-Sí, lo sé y yo estoy muy feliz de que podamos colaborar con otra nación, además de la oportunidad de conocer como trabajan sus reyes.
Reina Amalia- ¿Quieres juzgar por ti misma como gobiernan los reyes de blue Diamond?
Rosé- (Se ríe). Tal vez.
Dije eso y ellos comenzaron a reír también, cuando eran así sentía que por fin en esos momentos actuaban como mis padres y no como los estrictos reyes de Red Diamond, mas tarde detuvieron el barco ya que tenían que parar para reabastecerse y mi madre me permitió salir de la habitación de barco en la que estábamos.
Reina Amalia-Parece que se detendrán para reabastecerse, si quieres puedes salir a tomar aire solo ten cuidado y no te salgas del barco.
Rosé-No te preocupes, no saldré del barco.
En ese momento llamaron para avisarnos que bajarían para reabastecerse y que el barco se quedaría varado un rato.
James-Oiga majestad, me parece que el viaje que harán es un poco largo, pero usted sabe que si llega a necesitar algo sabe que puede contar conmigo para lo que sea.
Rosé-Te lo agradezco James, por cierto, ¿Cuánto tiempo crees que tome hasta que lleguemos a nuestro destino?
James-Bueno yo creo que a la velocidad y tiempo que vamos, llegaremos sin problemas al puerto de Blue Diamond en la mañana.
Rosé-Vaya, sabes tanto como yo acerca de navegar.
James-No me imagine que usted supiera de eso.
Rosé-Como futura gobernante debo tener conocimiento sobre todo, de hecho me sorprendió a mí que pudieras responder eso a la primera.
James-Quiero ser el segundo al mando algún día.
Eso me hizo pensar, este muchacho tiene un propósito que lograr, uno que el mismo escogió, en cambio yo, tengo toda la vida ya planeada y no puedo decidir nada, a excepción de decidir sobre negociaciones y problemas que hay que resolver en el reino.
Pasaron las horas y se hizo de noche, ya era la hora de que todos fuéramos a dormir y yo estaba con mi perro mascota Robín, lo tenía sobre mis piernas y lo abracé mientras que por la ventana del cuarto en el que me encontraba miraba las olas por última vez antes de dormir, a la mañana siguiente me desperté temprano y cuando me di cuenta ya era la hora de bajarse del barco.
Capitán-Tierra, ya nos acercamos a tierra firme, estamos llegando al puerto de Blue Diamond sus majestades.
Cuando llegamos al puerto y desembarcamos para bajar por fin, yo fui corriendo a la orilla, me quite mis zapatos y empecé a jugar con Robín agarrando una ramita y lanzándosela para que la trajera de regreso, estaba contenta y me sentía como en mi ambiente natural, ya que en el castillo donde vivo está lejos del puerto y no suelo verlo de cerca, entonces llegaron mis padres.
Rey Enrique-Rosé regresa, vinimos a una negociación, no a jugar.
Reina Amalia-Rosé, por amor a Dios, ponte tus zapatos y ven con nosotros, el carruaje ya viene para llevarnos hasta el castillo de los reyes de Blue Diamond, y no querremos faltarles el respeto llegando tarde con ellos y que crean que nos da igual esta negociación.
Rosé-Pero mamá, aún queda tiempo, ni ha llegado el carruaje y tomara un tiempo poner todas nuestras pertenencias antes de subirnos y…
Reina Amalia-Sin peros, ven para acá, iremos a ver a los gobernantes con los que queremos comercializar y firmar este trato, así que por favor procura comportarte y controlar a tu mascota.
Rosé-Claro que puedo controlarlo, seré la reina algún día, así que su voy a hacerme de todo un reino, ¿como no voy a poder con algo tan fácil como controlar a mi mascota?
Reina Amalia-Aunque deberías haberlo dejado en casa, pero bueno, solo asegúrate de que no cause problemas.
Rosé-Ya les he dicho que no causara ningún problema.
Reina Amalia-Como digas.
Nos subimos al carruaje e iniciamos un viaje desde el puerto hasta al castillo y ya había pasado media hora según vi en mi reloj de bolsillo que me habían dado mis padres, espero que sepan la ruta y que no estemos perdidos o tendré que ayudarlos a encontrar el camino correcto tal como paso la última vez que hicimos un viaje así.
Rosé-Mamá, papá, ¿seguros que saben por dónde vamos?
Rey Enrique-Claro que sí, ya casi llegamos, lo que pasa es que queda lejos.
Rosé-Si tú lo dices, pero si se te hace difícil encontrar el lugar recuerda que podemos pedir indicaciones, o también yo puedo ayudar.
Reina Amalia-Tiene razón Enrique tu memoria ya no es lo que solía ser como cuando podías recordar cada punto en el mapa, deberías volver a revisar el mapa y que ella te ayude e indique la ruta para llegar al castillo de la familia real de Blue Diamond.
Rey Enrique-No acostumbro pedir ayuda, pero, bueno, vamos Rosé dime.
Rosé- Bueno creo que si te equivocaste con la ruta, pero eso tiene solución.