Capítulo 3

2973 Words
  Pablo Han pasado varios días desde que vi a Hanna, recuerdo el rubor en sus mejillas cuando le di ese tierno beso, es tan dulce e inocente, es fascinante la manera tan linda que tiene de mirarme. He tenido mucho trabajo, pronto será la colección de la empresa, mi padre y yo hemos trabajado muy duro estas semanas para que todo salga bien. Me encanta trabajar junto a él en nuestra empresa, recuerdo cuando era pequeño y vivía metido en la oficina de Papá, desde que tengo uso de razón, he amado esta empresa, y espero algún día poder hacerme cargo de ella. El Sr. Roberto ha obligado a él idiota de mi amigo a trabajar conmigo, sé que a Roberto no le importa la empresa, no como me importa a mí. A él solo le preocupan las fiestas y poderse divertir, es un idiota la mayor parte del tiempo, pero a pesar de todo es mi mejor amigo, lo conozco desde que éramos niños, siempre hemos estado juntos, nos fuimos a estudiar al extranjero y aunque a veces me desespera su promiscuidad y falta de compromiso, Roberto es como mi hermano, y sé que siempre estará conmigo. −Pablo vamos a la fiesta, mi amiga me invitó y no puedo quedarle mal – dice Roberto sentado en la oficina, por el momento él y yo compartiremos oficina, eso es una mala idea, se la pasa distrayéndome todo el tiempo −Roberto, ¿te das cuenta que en unas semanas será la colección?, tengo mucho trabajo, debo ayudarle a mi padre, ve tu a la fiesta de tu amiga –digo mientras reviso las proyecciones de la próxima colección −Por una noche no va a pasar nada, además mi amiga me pidió encarecidamente que te llevara –dice pícaramente, muevo la cabeza con enfado −Roberto sabes que no puedo salir con nadie – digo y él rueda los ojos −Ojos que no ven, corazón que no siente –dice divertido −Oye por cierto ¿has sabido algo de Hanna? – dice y siento un escalofrió recorrerme la piel, y no tengo idea porque −No, he tenido mucho trabajo y no he visto ni a Abril ni a Hanna –digo y trato de concentrarme en las proyecciones pero solo logro ver su imagen en mi cabeza −Deben estar en la universidad, ¿porque no vamos? tal vez encontremos chicas lindas – dice Roberto con entusiasmo, le ruedo los ojos irritado, será que algún día dejara de ser un promiscuo −Anda, vamos, sirve que ves a tu hermana –dice y se levanta, dudo por un segundo, pero los lindos ojos de Hanna terminan por inundar mis sentidos. Estaciono el coche frente a la universidad, Roberto se baja mirando con picardía a las muchachas pasar, es un pervertido sin remedio −Vaya, esto es como el paraíso – dice Roberto y le ruedo los ojos, entramos al recinto y camino por el gran patio, Roberto le sonríe con coqueteo a todas las mujeres que ve pasar −Pablo ¿ya viste a esa hermosura?, creo que socializare un poco – dice y camina hacia a una muchacha de gran escote, le vuelvo a rodar los ojos, me mira y me giña el ojo, es un enfermo. Sigo caminando pero no miro a Abril por ningún lado, miro hacia un pequeño jardín y veo a Hanna sentada a la sombra de un gran árbol, me acerco pero ella no me mira, tiene un cuaderno en sus manos, está muy concentrada, ni siquiera se ha dado cuenta de mi presencia −Eso debe ser muy interesante – digo y alza su mirada, miro su descontrol al tenerme cerca, sonrío y miro sus mejillas enrojecidas −Hola – digo y me siento a su lado, mientras sus lindos ojos siguen clavados en los míos −Hola – dice aun aturdida, miro el cuaderno que tiene en sus manos y ella se tensa − ¿Tú lo hiciste? – pregunto mirando el hermoso dibujo en sus manos, ella asiente sonrojada −Hanna es muy bueno –digo y miro sus lindos ojos azules llenos de inocencia − ¿De verdad lo crees? – dice sorprendida, la verdad es un dibujo muy bueno, no tenía idea que dibujara tan bien, es el patio de la escuela, dibujado a la perfección −Claro, ¿puedo? –digo y tomo su libreta, ella asiente y me la entrega −Tengo más – dice y sonrío mientras me muestra sus dibujos, de verdad que es muy buena, son extraordinarios, dibuja personas, paisajes, rostros, gestos, es impresionante −Hanna eres muy buena – digo y ella se sonroja, miro el último dibujo y me sorprendo al mirar un retrato mío −Soy yo –digo y puedo ver sus lindos ojos asustados −Sí, bueno yo, es – dice tartamudeando −Es muy bueno – digo mirando el dibujo el mis manos, tiene relieves y sombras impresionantes, es como si fuera una fotografía, pero en lápiz −Gracias – dice con timidez, la miro fijamente, Hanna es extraordinaria, le entrego el dibujo y ella niega −Quédatelo, es tuyo – dice y sonríe tímidamente, sonrío también al mirar sus lindos ojos brillar con intensidad, ambos estamos callados, solo mirándonos, Hanna me tiene hipnotizado − ¿Viniste por Abril? –  dice rompiendo el silencio, asiento y sonrío −Sí pero no la encontré – digo y ella sonríe tímidamente −Debe estar en clase de algebra, no tarda en salir – dice y la miro, su blanca piel combina con sus lindos ojos azules, y sus ondulados cabellos cobrizos contrasta con sus bellos labios − ¿Y tú que estudias? – pregunto y ella sonríe −Literatura y arte, amo leer, amo pintar, aunque si mi madre se entera, seguro me mata – dice y arrugo el ceño confuso − ¿Porque dices eso? – digo y ella se encoge de hombros −Mi mamá quería que estudiara relaciones públicas, ella es una importante publirrelacionista, pero la verdad a mí eso nunca me ha gustado, ella es muy hermosa, y tiene muchos contactos, y bueno yo no tengo ni porte ni presencia, además ese mundo de joyas y lujos nunca me ha gustado, yo soy feliz pintando – dice y la miro fijamente, ¿cómo es posible que no me haya dado cuenta de lo maravillosa que es? −Eres muy buena, si te gusta pintar, no dejes de hacerlo, lucha por tus sueño, porque todo que quieras puedes tenerlo –digo sinceramente, mi sueño siempre ha sido trabajar en la empresa con mi padre y llegar a ser el presidente, sé que si me esfuerzo lo puedo lograr, y sé que si Hanna quiere, también puede hacer sus sueños realidad −Algunos sueños jamás se cumplirán –dice con tristeza y baja la mira, tomo su rostro para que me mire, puedo ver sus lindos ojos opacados, daría lo que fuera por saber con qué sueña −Todo puede hacerse realidad, solo tienes que desearlo de verdad – digo mirándola fijamente, puede ver sus mejillas sonrojadas una vez más, como es que Hanna con una mirada hace mi corazón palpitar −Aquí están –dice Abril sacándome de sus lindos ojos azules, pongo distancia entre Hanna y yo y miro a mi hermana con Roberto a su lado −Encontré a Abril en la cafetería, y tú encontraste a Hannita – dice Roberto sonriendo, me levanto y tomo a Hanna de la mano para ayudarla a levantarse, siento su cálida piel en la mía, la miro y ella baja la mirada sonrojada −Vamos a comer – digo y Abril sonríe, miro a Hanna, ella también me mira, no sé qué me pasa, sé que Hanna es mi prima, pero hay una conexión muy especial con ella, es como si un imán me jalara cerca de ella, como si mi alma sintiera paz al perderme en su lindo mirar.   Estamos en un restaurante de comida rápida, Abril nos platica sobre la universidad, sigo sin poder dejar de mirar a Hanna, me encanta su linda mirada. −Muero por salir, pero papá no me deja –dice Abril haciendo pucheros −Esta noche Pablo y yo iremos a una fiesta, ¿les gustaría acompañarnos? – dice Roberto y a Abril le brillan los ojos −Claro – dice Abril emocionada pero no sé si sea buena idea −No sé si voy a ir – digo y Abril mira con reprimenda −Por favor Pablo, vamos – dice mi hermana, Roberto sonríe y yo miro a Hanna, tal vez ella vaya, y pueda seguir perdido en su mirada −Está bien – digo y Abril aplaude con alegría − ¿Tus iras, Hanna? – dice Roberto y ella niega −No, yo no – dice ella y mis pocas ganas de ir a la dichosa fiesta se esfuman por completo − ¿Porque no? – pregunto y ella me mira avergonzada −No me gusta dejar a mi Tita sola –dice tímidamente, Hanna es la niña más dulce que he conocido en la vida, sé que es muy apegada a su abuelita, prácticamente ella la crio cuando su mamá la dejó, sé que Hanna la adora. −Vamos Hanna, no seas así –dice Abril, mientras Hanna tiene sus lindos ojos fijos en mi −De verdad no, por mi culpa se tienen que regresar temprano, así no los estorbo –dice ella con timidez y Abril le rueda los ojos, la miro fijamente y la tomo de la mano con cariño −Tú no nos estorbas, no vuelvas a decir eso, vamos a ir un rato y yo te llevo a tu casa para que tu abuelita no se preocupe – digo con suavidad, mientras su linda mirada brilla con intensidad Hanna Estoy muy nerviosa, ya no puedo ocultar todo lo que siento por Pablo, tengo que decirle que lo amo, que siempre lo he amado. Esta noche se lo diré, no sé qué vaya a pasar, solo sé que  ya no lo puedo ocultar más. El claxon de su coche suena y mi corazón se acelera, esta noche es muy especial, esta noche le diré que mi corazón palpita por él. Salgo a la sala, mi Tita me mira y sonríe, yo le sonrío también tratando de controlar mi agitado palpitar −Ese es Pablo –dice mi Tita y asiento, tocan la puerta y me adelanto a abrir, puedo mirar sus deslumbrantes ojos fijos en mi Como es posible que con cada mirada me lleve al cielo en un pestañear, me mira fijamente, haciendo que todo me tiemble, sonríe de lado y suspiro tratando de contener mi corazón acelerado −Hola –dice con suavidad, sonrío tímidamente perdida  en su hermoso mirar −Pablo –dice mi Tita sacándome de mis sueños por él −Hola Tita – dice Pablo y mi Tita lo mira con una sonrisa −La última vez que te vi eras un niño, ahora has crecido, eres un muchacho muy puesto – dice mi Tita y los colores se me suben al rostro − ¡Tita! – digo y la miro avergonzada, ella frunce el ceño y me ignora, miro a Pablo sonreír por los comentarios de mi abuelita, esto es vergonzoso −Gracias, usted también es muy guapa, ya se dé donde lo saco Hanna –dice Pablo y mi Tita sonríe alegremente, ¿acaso está diciendo que soy guapa?, debo estar soñando −Vamos a ir a una fiesta, prometo traerla temprano –dice Pablo, mi Tita asiente y sonríe −Por supuesto, te la encargo mucho – dice mi Tita, Pablo asiente y le da un beso en la mejilla −Adiós Tita –digo y le doy un cariñoso beso en la mejilla, mi Tita me mira fijamente, ella me conoce bien, debo disimular, si no, puede que descubra la verdad. Salgo de la casa con Pablo mientras mi Tita sigue mirándome fijamente, no puede saberlo, aunque me conoce muy bien y seguro se le hizo raro ver mi palidez. Llegamos a la fiesta, Abril está muy contenta, Roberto nos presenta con todos, Pablo solo me mira, haciendo que me suden las manos sin cesar Llevamos más de media hora en este lugar, la música es buena, todos bailan y se divierten bebiendo cerveza, Abril está a mi lado platicándome algo sobre Álvaro, miro a Pablo al fondo, está platicando con Roberto con una cerveza en la mano. Sé que tengo que decirle que lo amo, ya no puedo seguir callando, esta noche tiene que saberlo, pero no sé cómo hacerlo, como decirle que siempre lo he amado, que desde el día que se fue lo he extrañado. −Ahora vuelvo – digo y Abril asiente, camino entre las personas, salgo al patio, no hay nadie, todos se divierten dentro de la casa,  me siento en el pasto, no sé si tenga el valor para confesárselo, pero tampoco puedo seguir así, amándolo tanto. Me gustaría poder acudir a alguien que me dijera que debo hacer, Abril es como mi hermana y le tengo mucha confianza, pero no puedo decirle que estoy enamorada de su hermano. La Sra. Angeles también es muy buena, y siempre me da buenos consejos, pero tampoco a ella puedo decirle que amo a Pablo. Mi Tita tampoco lo puede saber, él es prohibido, es mi primo, no sé qué es lo que mi Tita piense del amor que siento por él. Me gustaría tanto tener a mi mamá cerca, pero no está aquí, nunca le he importado, siempre he estado sola, no tengo a nadie, solo Tita se preocupa por mí. − ¿Qué haces aquí? – dice Pablo tras de mí, me giro para mirar sus deslumbrantes ojos verdes fijos en mi −Yo vine a – digo y me callo, ¿qué le puedo decir? que vine a seguir pensando en él, se acerca a mí y se sienta a mi lado, no digo nada, no creo tener el valor − ¿Qué pasa Hanna? – pregunta cerca de mí mientras  miro el resplandor de su hermosa mirada −Pablo tengo algo que decirte – digo y mi corazón palpita fuerte en mí −Dime – dice mirándome intensamente, suspiro fuerte sintiendo la adrenalina acumularse en todo mi interior Sus ojos verdes están fijos en mí, no sé si es la noche, o el cielo estrellado que nos cubre con su manto, solo sé que esa deslumbrante mirada es lo que más amo −Yo, yo te quiero – digo con todo lo que siento por él, con todo el amor que siempre he sentido, me mira fijamente, podría vivir perdida en esa deslumbrante mirada ojiverde −Yo también te quiero – dice pero él no sabe que daría lo que fuera que no solo me quisiera como a una hermana, que me quisiera como mujer, como su mujer −No Pablo – digo y me levanto, me mira confuso y se levanta tras de mi −Yo – digo y me callo, se acerca  a mí y me mira fijamente −Yo te amo, te he amado desde que éramos niños, cuando te fuiste sufrí mucho, te extrañe cada segundo, y ahora que volviste no hago más que pensar en ti, en todo lo que siento por ti – digo y miro desconcierto en su verde mirada, no dice nada, esta callado mirándome intensamente mientras los latidos de mi corazón se aceleren a cada segundo −Hanna no, no estas enamorada de mí, estas confundida, es cariño de hermanos, solo eso – dice tratando de convencerme, pero se perfectamente lo que siento, no es cariño de hermanos, es amor −No Pablo, no es cariño de hermanos, es amor, yo te amo – digo y miro la perturbación en sus deslumbrantes ojos verdes −No Hanna, estas confundida, siento si alguna vez hice algo para que pensaras que había algo más, eres mi prima, eres como mi hermana pequeña, así como Abril –dice tajantemente partiendo en mil pedazos mi loco corazón −Tu no hiciste nada, fui yo la que me enamore de ti, sin buscarlo ni planearlo, solo pasó sin que pudiera evitarlo – digo mientras una lagrima resbala por mi mejilla, miro su fría mirada fija en mí, y siento morir −Aquí están, vamos la fiesta se pone buena – dice Roberto rompiendo el doloroso silencio, Pablo me sigue mirando, yo solo  bajo la mirada avergonzada −Es tarde y tengo que trabajar mañana, nos vamos – dice Pablo y se aleja, mientras siento como mi mundo se viene abajo. Estoy sentada en el coche, Pablo maneja, hemos estado en silencio desde que salimos de la fiesta, no me ha mirado desde entonces, y yo he tratado con todas mis fuerzas de no soltarme a llorar − ¿Pasa algo? – pregunta Abril con suspicacia, no digo nada porque si lo hago seguro terminare llorando −Nada – contesta Pablo con tono seco, Abril arruga el ceño y yo solo quiero desaparecer por completo Estaciona el coche frente a mi casa, Abril me mira y me da un beso en la mejilla, yo sigo sin decir nada, tratando de contener las amargas lagrimas −Te veo mañana en la Uni – dice Abril, asiento con las pocas fuerzas que me queda, lo miro por el espejo retrovisor, él también me mira, pero cuando su mirada se cruza con la mía, aparta sus ojos de mí −Adiós – digo y me bajo a toda prisa, miro como arranca el motor y se aleja de mí, y sin que pueda hacer nada, me dejo caer sobre mis pies, llorando amargamente su poco interés. No sé si ha sido una buena idea decírselo, en este momento creo que fue lo peor que pude hacer, pero también es una nueva oportunidad para tratar de olvidar, está claro que después de esto no va a volver a estar cerca de mí, lo sé por su fría mirada sobre mí. Tal vez ahora si pueda comenzar a olvidarlo, debo hacerlo, él jamás me va a querer, es un amor prohibido y no correspondido, él mismo lo dijo, solo soy como una hermana para él, jamás me vera como mujer. Debo aprender a olvidarlo, debo hacerlo por mí bien, no puedo seguir soñando con sus deslumbrantes ojos que tanto amo.
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