Maurem
Casi me trago la lengua cuando leo el texto de Conor. Ese hombre tiene la molesta costumbre de cogerme desprevenido durante las reuniones de Kappa.
—¿Que es tan gracioso?— Sasha me arranca el teléfono de la mano después de que le envío una respuesta a Conor. Me lanzo hacia ella, pero mi mejor amiga es demasiado rápida. Ex gimnasta y todo eso. Perra.
—'¿Puedo acercarme y hacerte una mamada?'—, lee en voz alta, poniéndose de pie de un salto para alejarse. La persigo hasta un punto muerto alrededor de la antigua mesa de café en la enorme sala de estar. Todo lo que hay en esta sala es un artefacto de valor incalculable donado por un alumno por alguna tonta razón. —Emoji de berenjena, emoji de salpicadura, melocotón…—
—Callarse la boca.— Salto sobre la mesa para recuperar el teléfono
