Capitulo 2. CELEBRACIÓN

1635 Words
Capítulo 2 CELEBRACIÓN Aida, busca en el armario de Daniela y sus ojos no pueden dejar de apreciar los hermosos vestidos que hay en su armario, toma uno vino tinto corto que se acentúa al cuerpo, las tres se maquillan y se visten, su cercanía fui instantánea, actúan como si fueran amigas de años, al estar listas, Daniela se veía tan hermosa era la primera vez que salía a un lugar como ese, se acercan a los jardines, saliendo del campus una gran casa, la música está fuerte y ella camina junto a sus compañeras adentrándose al lugar donde varios presentes pueden notarla al entrar, las chicas se acercan al centro del lugar donde hay varios chicos que de inmediato compaginan con ellas, Daniela se mantiene distante haciendo lo que su madre dijo, todos están celebrando y bailando mientras Daniela se mantiene sentada observando el lugar, Chantelle, la toma de la mano llevándola a la pista de baile. —No, no sé bailar. —Con gran vergüenza se aleja volviendo a sentarse. —Venga, chica, ¿no pensarás quedarte sentada toda la velada? Hemos venido a pasarla bien; venga, te enseñaremos. Se levanta y camina junto a Chantelle al centro de la pista donde Aída está bailando con uno de los jóvenes que la acompañan. Daniela observa a sus amigas moverse y se le hace fácil seguirles el ritmo; bailando, se empieza a mover sintiendo la música. Se mueve mientras varios presentes la observan, entre ellos Kevin, a quien uno de sus amigos llama la atención para que la vea. —Kevin— dice llamando su atención—. Mira a esa chica, ¿es hermosa? Se ve tan provocativa e inocente. Los ojos de Kevin recorren a Daniela detenidamente, notando su falta de experiencia al bailar. Una sonrisa pícara sale de sus labios y se gira para seguir platicando con sus amigos. Una chica morena se le acerca, tocándolo de las piernas; él la mira con fastidio, ya que está aburrido de las mujeres que se lanzan a simple vista. La aleja de él, ignorándola por completo. —¿Qué te pasa? —¿No te gustó lo que hicimos la última noche? —La chica insiste. —No tengo ganas, vete y no vuelvas a acercarte a mí. Se levanta y sus amigos lo siguen. Pasando entre la multitud, nota a Daniela girarse a punto de caer y él la acerca, sosteniéndola entre sus brazos. —Tienes que estar más pendiente de lo que haces, podrías lastimarte. Los ojos de Daniela se posan en los de Kevin, que con solo tomarla en sus brazos creó una sensación extraña en ella. —Gracias —le dice sonriendo mientras que no le quita la mirada. Él se aleja con sus amigos dejándola aún en estado de shock. Aida llama su atención y vuelve para sentarse mientras toman su bebida. Kevin no le quita la mirada de encima; es la primera vez que una chica lo cautiva de tal forma que siente que en ella hay algo que lo atrae, impidiendo sacarla de su mente. Daniela baila y un chico pasado de tragos se acerca para que ella baile con él, pero ella no se siente segura de dejarlo tocarla, se aleja y las chicas tratan de defenderla de aquel chico que insiste. Una gran conmoción se escucha por los gritos de sus amigas, llamando la atención de Kevin, quien, al ver la situación, se acerca con sus amigos, tomando por la camisa a aquel abusivo. —La joven dijo que no quiere bailar, aléjate ahora. —Ke, Ken, Kevin, sí, sí, lo haré, solo bájame y me iré ahora. —Dice asustado. —Sí, pero antes pídele disculpas. —Lo siento, señoritas, solo quería bailar con ella, es todo, lo juro. Kevin suelta al chico mientras que los ojos de Daniela se detienen en él. Al verlo tan enojado que, sin mirarla, sale de la fiesta al jardín, Kevin no podía entender qué era tan atrayente en esa chica. Sube a su moto, saliendo a las lagunas donde suele reunirse con sus amigos a tomar. Daniela aún no entiende, ¿por qué ese chico la defendió? Esto es un mundo nuevo para ella y todo pasó tan rápido que no le dio tiempo de agradecerle. Decide volver a su piso donde las chicas la acompañan, dejándola fuera de su departamento. Se quita la ropa y entra a la ducha con ese chico en su mente, sus ojos profundos que penetraron en su piel, dejando una sensación extraña en ella. Recostada en el jacuzzi, cierra los ojos, imaginando el momento en el que la sostuvo entre sus brazos. Sale colocando su pijama, se acuesta sobre la cama; es su primer día fuera de las paredes de su hogar y ya su mundo está dando un giro de 80°. * Daniela, despierta preparándose para su primer día de clases, sale de su edificio, sube a su coche y se adentra a la universidad. Baja entrando por el gran jardín hasta la recepción, donde se encuentra con las chicas. —Qué noche tan loca vivimos ayer, no estoy acostumbrada a tanta adrenalina. —Chantelle no puede creer los eventos de anoche. —Sí, ese chico salió de la nada a defenderte, Daniela, eres una chica de mucha suerte; además de guapo, todo un caballero, apareció como un príncipe de una historia de amor. —Aida está impactada de lo guapo que es Kevin; un suspiro sale de su boca. Daniela se mantiene en silencio mientras entran a la clase juntas. Al terminar la clase, están caminando por el campus a la cancha de tenis donde Kevin entrena con sus amigos. Al notar la presencia de Kevin, Daniela, con vergüenza, se acerca llamando su atención. Ya Kevin la había notado, pero quería ignorarla. Daniela lo llama insistentemente, sin éxito. Se adentra al campus evitando ser golpeada por alguna pelota, se coloca frente a él y sus amigos miran la escena impactados. Enojada, Daniela lo mira a los ojos y él se detiene, esperando su reacción. —Te estoy llamando porque quería agradecerte lo que hiciste por mí anoche. —Kevin la mira con pereza y suelta un suspiro de frustración. —Mira, no tienes nada que agradecer; la verdad, no me interesa, simplemente odio el abuso y no podía permitir que delante de mí pasara tal acción. Ahora, ¿sí me permites? —Hace un gesto con la mano para que ella se quite del medio de la cancha. Daniela, cambiando su impresión de él, se gira, tomando su bolso, volviendo con sus amigas. —¿Qué fue eso, amiga? —Aída, sorprendida de lo que acaba de ver, no deja de mirar a Kevin, quien las ignora por completo. —Es un grosero, arrogante. —Daniela, enojada, que arregla la ropa y se aleja con sus amigas. Kevin la observa de reojo tratando de ignorarla; sus amigos lo miran juguetón. Siempre las chicas más hermosas lo siguen como locas; él sabe que esta chica es diferente a simple vista. Daniela va con sus amigas a una de las bibliotecas de la universidad, sumergida en sus trabajos mientras leen libro para armar un caso y resolverlo para la siguiente clase. Pasan el día estudiando sin percatarse de la hora; ya es tarde y debe volver, toma sus cosas saleny , volviendo al campus. Kevin la nota nerviosa al volver a los estacionamientos; es la primera vez que la ve sola y se acerca sin poder evitarlo. Daniela, al sentir sus pasos tras ella, se asusta, se gira de prisa, chocando contra una roca, cae al suelo doblando su tobillo. Kevin la ve caer y se acerca. —¿Qué haces? ¿Por qué me sigues? Aléjate —dice asustada, sin entender sus acciones. —Tranquila, no te haré daño, solo déjame ayudarte. —Se acerca tratando de levantarla. —AAA, me duele, creo que me lastimé el tobillo. —Ven. —La sostiene entre sus brazos, cargándola; su olor invadió las fosas nasales de Daniela hasta sus pulmones. Un olor tan exquisito, su impactante perfume y la sensación de la cercanía de un chico la hacen sentirse nerviosa hasta los huesos. —Ese es mi coche. —Señala un BMW n***o. —Hay. —Kevin la lleva y abre la puerta del acompañante. —¿Qué haces? —Te llevaré, solo dime por dónde ir. Los nervios de Daniela se salen de control tratando de bajar del coche. —No es necesario, puedo sola. —Cae al suelo al tratar de moverse. —No, yo te llevo. La sube al coche y la lleva directamente a emergencias, donde al llegar la atienden revisando su tobillo, que sufrió una torcedura; lo vendan. Mientras que el doctor la examina, Kevin no puede evitar observarla. Después de examinarla, él la lleva a su departamento, donde la ayuda a entrar: —Gracias. —Los ojos azules de Daniela se mantienen fijos en los de Kevin, quien se acerca acomodándola sobre el sofá. —¿Vives aquí sola? —Sí. —Lo mira observándolo, tratando de analizarlo. —Bien, te dejaré, pero si necesitas algo, no dudes en llamarme; este es mi número. —Apunta su número en la hoja de su cuaderno. —Bien, gracias, por cierto, soy Daniela. —Kevin. Lo ve salir de su departamento y se levanta con dolor, acercándose a la ventana como puede, para verlo salir del lugar caminando. En la mente de Kevin, quiere volver ahí, quiere tomarla y besarla en los labios. Se gira para volver, sintiéndose seguro de aprovechar el momento, pero se detiene al verla parada en la ventana viéndolo detenidamente; puede notar que se asusta cerrando las cortinas con rapidez, haciendo que una gran sonrisa aparezca en los labios de Kevin.
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