Capítulo 1: Obtener el empleo soñado parte 2

1023 Words
De inmediato, nos dirigimos entonces hasta el jardín trasero de la mansión y allí, permanecí al menos dos minutos más con los ojos cerrados, esperando la orden de mi patrón de poder abrirlos para recibir el regalo del que tanto hablaba. —Brad, sé perfectamente lo difícil que le queda en ocasiones llegar de manera sencilla al trabajo y también soy consciente de que muchas veces no es mucho lo que puede disfrutar en sus días libres —refirió Patrick. —Señor, tiene razón en todo lo que dice —contesté—, pero siendo honestos no comprendo qué intenta decirme con eso. —Ya enseguida va a comprender de qué le hablo —contestó mi jefe—. Ahora, puede abrir los ojos y ver su regalo —sugirió. Haciendo caso a sus palabras, abrí enseguida mis ojos, y lo primero que vi en frente mío fue el dichoso regalo que me había comprado Patrick. Quedé anonadado por el detalle que tenían para mí: ¡una motocicleta! Al principio pensé que se trataba de una broma de mal gusto, pero en el fondo sabía perfectamente que Patrick no solía bromear de esa manera. No pude contener las lágrimas al ver el medio de transporte en frente mío. Nunca en tantos años de trabajo y de experiencia había recibido un detalle por grande o pequeño que fuera por parte de mis jefes, y el hecho de ser la primera vez que recibía algo de tal magnitud, me hizo sentir sin duda especial y valorado, y eso es algo que normalmente no sueles ver en los empleos de hoy en día. En ese momento me sentía emocionado, impresionado, agradecido, con un sinfín de emociones a la vez, y luego de unas cuantas lágrimas, finalmente contesté: —Señor Patrick, no sé que decir ante tal sorpresa; me deja sumamente anonadado y sin palabras —referí—. Siento que quedaré toda la vida en deuda con ustedes por acogerme de una manera tan especial a su familia. —Esta es solo una pequeña muestra de agradecimiento por todo lo que hace —refirió Patrick—. La mejor manera en la que podría agradecernos, es seguir haciendo su trabajo de manera tan excelente. —Así es Brad. Estamos muy a gusto con tu trabajo; además, nos encanta la manera en la que te entiendes con mi hijo Odín —comentó Arnika, quien se encontraba también al momento de la entrega del regalo. —De nuevo muchas gracias por lo que hacen por mí —contesté—. Tengan por seguro que no los defraudaré —mencioné mientras terminaba de quitar algunas envolturas de la motocicleta. Más tarde, cuando tuve tiempo disponible para ir a descansar, corrí enseguida hasta mi cuarto y decidí llamar a Rebecca para tenerla al tanto del regalo que había recibido por parte de mis jefes. —¡Brad! ¿Cómo estás cariño? ¿Qué tal tu trabajo? —preguntó con euforia. —No imaginas lo excelente que van las cosas por acá —informé—. De hecho, llamaba a contarte algo que me acaba de pasar; definitivamente tengo a los mejores jefes. —¿A qué te refieres? ¿Qué ocurre? —preguntó con intriga. —Rebecca, Patrick decidió darme un regalo para agradecerme por mi buen trabajo... —comenté. —¿Un regalo? Qué bien por ti cariño, me alegra mucho. ¿Qué te dieron? —¿Puedes creer que me obsequiaron una moto? —¿Una moto? ¿Brad, estás bromeando? —preguntó incrédula Rebecca. —No estoy bromeando cariño, te estoy diciendo la verdad —refuté. —¿Qué clase de jefes hacen ese tipo de regalos? —Unos adinerados como los míos, pero dime ¿qué piensas? ¡No imaginas lo emocionado que estoy! —Pienso que deben tener mucho dinero para darte un regalo así... Pero por otra parte, me siento muy feliz por ti amor; ya era hora de que alguien valorara tu trabajo. —Y no sabes cómo me encanta que te alegres por mí. ¿Cuando tenga descanso damos un paseo en ella? —La pregunta sobra Brad, ¡por supuesto que daremos el paseo! —contestó Rebecca emocionada. —Será un hecho entonces. En un par de días que tenga mi descanso, pasaré por ti y daremos una rodada en la motocicleta —dije. —Que sea pronto cariño —contestó—. No imaginas la falta que me haces; esto se ha tornado un poco difícil para mí —comentó Rebecca. —¿Crees que para mí no? Rebecca, yo soy el principal afectado con esta situación. Sin embargo, mira que hago el esfuerzo de verme contigo cuando tengo tiempo libre, entiéndeme por favor, debo cuidar mi trabajo. —Ya te dije que entiendo la situación, pero entiéndeme tu a mí por favor, eres mi pareja y ahora es poco lo que te veo y comparto contigo... Cada vez estamos más distantes, de verdad esto es muy difícil para mí. —Te prometo que haré todo lo posible por estar más tiempo contigo, pero por favor Rebecca, sólo te pido un poco de paciencia; intentaré solucionar esto —comenté angustiado. Terminada mi llamada con Rebecca, comencé a pensar en la manera para compartir un poco más con Rebecca a pesar de mi trabajo. Sabía que no podía pedirle más días de descanso a Patrick, porque ya tenía dos por semana y pedir otro más, sería muy abusivo de mi parte. Di cientos de vueltas en mi cama buscando opciones y finalmente, sólo una pareció ser la más factible en el momento... Ahora, es cuando pienso que la decisión que tomé para acercarme un poco más a mi esposa, fue la peor de todas. Aunque parecía dar resultado, finalmente terminó por arruinar mi vida; pero de eso se enterarán después. Decidí que llevaría a Rebecca a conocer la mansión donde trabajaba, en uno de tantos días donde mis jefes no estuviesen en casa. A pesar de ser algo arriesgado, en el momento lo único que me importaba era mejorar mi relación con Rebecca y fue por ello que tomé tal decisión.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD