CAPÍTULO CINCO
Llegó el sábado por la noche y Justin se había preparado bien. Se puso una camisa nueva y su mejor traje Hugo Boss. Hizo una reservación en el restaurante de moda SkyView. Pasó por ella en un taxi, lo que le vino muy bien. Trudy odiaba caminar con tacones.
Mientras recorrían las calles de Londres, Trudy lo estudió detenidamente. Tenía que admitir que iba muy bien vestido.
“Quizá me acueste con él”, pensó mientras se dejaban caer junto a la puerta.
“No puedes acostarte con él sólo porque te haya salvado de una ampolla en el talón”, se dio cuenta, y la incertidumbre reclamó su lugar en su proceso de decisión.
En el bar, se acomodaron en los asientos de la ventana. La música ambiental los envolvía, y la suave iluminación aumentaba el romanticismo.
“A ella le tiene que enc
