ACTUALIDAD ¿Así que sí?. Todas asentimos. Yo aún no aceptaba nada del ruso, así que debía buscar una forma de ingresos para pagar por un nuevo hospital para Mía y para las cosas de mi bebé. Ni lentas, ni perezosas, nos dimos a la tarea de revisar las últimas solicitudes que habían caído a la página de nuestra empresa, y después de dos horas, ahí estábamos. Todo parecía ir de acuerdo al plan. Lola vigilaba junto a la chica de la tecnología desde la camioneta, Vane seducía al objetivo y yo esperaba desde una mesa apartada a unos metros, en caso de que algo saliera mal. Y más pareció que con ese pensamiento atraje a dicha mala suerte, pues no reparé en que momento un sujeto calvo, tatuado hasta el cuello y con rasgos rusos se acercó a mí, se sentó a mi lado y me arrinconó al asiento

