Capítulo 3- Primer día de Universidad.

967 Words
Un gruñido salió de la boca de Anya al escuchar el despertador, por los nervios había dormido poco y ahora eso le estaba pasando factura, se levantó a regañadientes y se dirigió al cuarto de baño para ducharse, salió un poco más espabilada, abrió el pequeño armario, rebusco y se dispuso a ponerse un pantalón n***o ajustado alto con un jersey rosa de cuello alto, se recogió el pelo en una alta coleta y se hecho un poco de colorete, con el maquillaje había mejorado su aspecto. Se dirigió hacia la cocina donde Kim desayunaba, le ofreció a Anya café recién hecho, Sasha le robo a Kim una tostada y está la miro con furia. Anya admiraba lo bien que se llevaban, eran tal para cual, como Zipi y Zape, las observo un poco mientras ellas hablaban. Kimberly era bastante alta, con el pelo corto le llegaba por debajo de la mandíbula, tenía un cuerpazo, había que reconocerlo, ¡qué remedio!, sus ojos color pardo muy intensos y expresivos, cualquier chico caería a sus pies. Sin embargo, Sasha era muy diferente, no media más de medio metro, con media melena color rojo intenso y curvas pronunciadas, como dirían en América del sur ¡Un buen culo, mamasita! Terminaron de desayunar y se encaminaron a la universidad, Kim las llevaría, conducía un Nissan 4x4 de último modelo, se montaron en el coche Saha como buen copiloto subió la radio dejando escuchar Gian-Calvin Harris y Rag'n'bone man. Anya bajo la ventanilla para disfrutar del aire fresco y vistas de Milán. Cada una se había dirigido al aula que le correspondía pues Anya estudiaría Tecnología de los alimentos, Kimberly estudiaba medicina y Sasha estudiaba Ingeniería, así que quedaron en verse al final de clase en el aparcamiento para irse a casa. El día transcurrió rápido todo era nuevo, así que no le había dado tiempo a aburrirse, todavía no, salió de la última clase y fue directamente a su taquilla, mientras dejaba sus libros sentía una mirada en su nuca, se giró lentamente analizando a quien la miraba. Un chico alto, muy alto para su gusto, la miraba con demasiada intensidad, una mirada de ¿odio? reflejaban sus ojos, se le pusieron los pelos de punta, no podía apartar la mirada de los ojos grises de ese chico, no se dejaría intimidar por él y le aguanto la mirada, lo observo mientras y se dio cuenta que ese chico estaba tatuado por todas partes, manos, dedos incluso su cabeza, su pelo largo estaba retirado hacia atrás con los laterales degradados que dejaban ver perfectamente unas serpientes que atravesaban toda su cabeza de lado a lado.¡ Ese chico estaba loco!, eso tendría que a ver dolido mucho. Era el típico chico malo de la universidad que se llevaba a las chicas de calle, eso a Anya nunca le había interesado, demasiados dolores de cabeza. El chico fue quien aparto la mirada primero y así yéndose del lugar, dejando a Anya un poco perpleja no sabía que mierda había pasado y porque ese chico la había mirado así, pero estaba claro que no le caía bien a ese chico. Salió al aparcamiento en busca de las chicas se montaron en el coche dirección a casa, Anya necesitaba descansar había sido un día demasiado largo y raro, pero una cosa la traía de cabeza, ese chico, sus tatuajes de serpientes, cuervos, sombras incluso en su cuello llevaba un tatuaje de una guadaña con el relieve de sangre, el aura de ese chico era demasiado oscuro, le dio un escalofrió solo de pensarlo, debería averiguar más y sus respuestas las tendría Kim y Sasha, se cambió y bajo al salón junto a ellas a ver un poco la tele antes de ir a dormir. -Chicas os quiero preguntar sobre alguien, lo...he...visto, bueno él me ha visto, nos hemos estado mirando como dos largos minutos…y bueno...ha sido un poco terrorífico ¿qué mierda le pasa a ese tío? -soltó ya un poco impaciente, Sasha se rio a carcajadas y Kim se quedó callada sin decir nada. Sabían perfectamente de quien hablaba. -Ese chico de verdad que es terrorífico, ¿has visto sus tatuajes? dicen que pertenece a una mafia…más que mafia es una secta a mi parecer, su padre es el "jefe" de una asociación donde recogen a chicos/as que no tienen un hogar, una gente se lo cree, pero... otras no...-dijo mirando a Kim. Kim las miro en silencio, dando un trago a su botella de cerveza -Yo solo...te voy a decir que te alejes de esas...personas. No son de fiar, mi amigo...mi mejor amigo, quería siempre caerle bien salir con ellos, era un chico como describía en la asociación de...esa gentuza-hizo una pausa con los ojos llorosos. -Ellos una noche lo invitaron a una reunión junto con diez chicos más ...le avise, le dije que no eran trigo limpio....él me dijo que solo era una charla...y sabes no volví a verlo- dijo dejando caer un par de lágrimas, sé que le hicieron algo, tráfico de órganos… Drogas y prefiero no rebuscar más, solo te aviso Anya, no le sigas el juego, no lo mires, o cuando te des cuenta... Él, te arrastrara al infierno - dijo en un susurro antes de levantarse y marcharse a su habitación. Nos dejó a Sasha y a mí con el cuerpo helado, no dijimos nada e imitamos a Kim. Mañana seria otro día largo. Pasaron las semanas, y con las chicas todo iba genial se habían vuelto uña y carne las tres, la universidad iba muy bien, quitando el agobio de estudiar, pero nada que no fuera superable. Las chicas estaban emocionadas porque Mark el ligue de Kim daba una fiesta ese jueves y todas estaban invitadas, una tarde de chicas y vestidos sexys para la fiesta.
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