10:30 AM, Mansión Kravchenko…
El rugido del motor de un Dodge Challenger SRT Hellcat negr0 mate resonó por los terrenos de la mansión Kravchenko antes de detenerse abruptamente en el sendero circular de mármol. Hamsa había sido el primero en llegar, como era típico en él cuando se trataba de asuntos familiares importantes. Su imponente figura de casi dos metros emergió del vehículo con la naturalidad de quien está acostumbrado a que su sola presencia altere el ambiente de cualquier lugar.
Caminaba junto a Zadok por el sendero que conducía hacia la imponente estructura de la mansión, con sus pasos pesados contrastando con los silenciosos de su compañero. La diferencia entre ambos hombres era notable: mientras Hamsa irradiaba fuerza bruta y autoridad ruidosa, Zadok se movía como una sombra
