El primer portal se ha abierto

1384 Words
 “-No podrás defenderlo de todos-mostró su lengua de serpiente y salió por la ventana advirtiendo que regresaría” ¿Había más demonios?, el portal estaba cerrado y era imposible que lograran salir. Pero, ¿Por qué lo buscarían? Humberto despertó tranquilamente como si no hubiera pasado nada. Me preguntaba si llego a sentir algo. -Que sueño tan loco. ¿Sueño? -Lástima que terminó. ¿De qué sueño estaba hablando? Abrió el cajón de su mesa de noche, sacó un cuaderno con un lápiz y se puso a dibujar el rostro de una mujer. Típico de los humanos, la mayoría de sus problemas se centraban siempre en el amor.  La mujer que dibujó era idéntica a la súcubo de hace un momento y a un costado de la hoja escribió un par de garabatos que no alcance a distinguir bien.  Suspiro cerrando el cuaderno, lo metió de vuelta en su cajón y se levantó de la cama para ir al baño. Aproveche que no estaba y saque el cuaderno para revisarlo. Todo el libro estaba repleto de dibujos de demonios y de gente desfigurada que ardía en llamas del infierno, en la esquina de cada página, había un texto escrito en latín que decía “El mundo del hombre caerá y una nueva orden surgirá”. ¿Qué significaba eso? Puse el cuaderno en su lugar. Humberto salió del baño y se vistió de traje para salir de la casa. Como era su ángel guardián, debía seguirlo todo el día aunque fuera aburrido. Se la pasó repartiendo su curriculum en distintas empresas, se esforzaba por agradar a los jefes, pero ninguno parecía interesado en contratarlo. Era triste, pero me alegraba que no fuera tan vago como pensé. Al salir de su cuarta entrevista, una ráfaga de viento lo azotó al suelo. Estaba segura de que se trataba de un demonio, pero no podía verlo. Humberto se levantó del suelo y comenzó a correr mientras gritaba para ahuyentar a lo que fuera que le estuviera siguiendo. -Por favor, déjame ya-suplico Humberto. La ráfaga lo tumbó al suelo y su cuerpo fue atrapado en una burbuja de aire. De repente el tiempo se paralizó y las personas del entorno caminaban de forma lenta, nadie parecía percatarse que ellos estaban ahí, aparte de mí.  Quiso salir de la burbuja, pero era muy resistente. El demonio se dejó ver frente a él y fijó su vista en mí, me congeló con su mirada y una ráfaga de viento me empujó al otro lado de la calle. Se trataba de un demonio del viento, esas criaturas eran lo peor. Similares a los ángeles, pero mucho más fuertes. Se fueron flotando en la burbuja e intenté seguirlos, pero volvió a tirarme al suelo y cuando me levanté, ellos ya no estaban. Lo tenía que encontrar lo antes posible, si Dios se enteraba que perdí a mi mortal por culpa de un demonio, me iba a matar. Volé por la ciudad a ver si de esa manera lograba ver en donde estaban, pero no pude.  Ya no podía hacer nada, solo me tocaba rezar y pedir a Dios que tuviera misericordia por mí. Me puse a buscarlos de nuevo, pero no hubo caso. Regresé a la casa para asegurarme que no estaba allí y efectivamente tenía razón. Saque el libro del cajón y lo hojee en busca de algo que pudiera  ayudarme a salvarlo. Encontré un dibujo del demonio del viento con una descripción que decía “el mundo de los muertos se levantara y el cielo caerá” ¿Qué quería decir con eso?, “el mundo de los muertos se levantara y el cielo caerá”, lo del mundo de los muertos podría ser por el cementerio, pero no tenía sentido.  La puerta se abrió y Humberto entró cabizbajo con la mirada perdida. Deje el libro sobre su cama y me aleje. Él lo recogió y se sentó, sacó el lápiz de su cajón y dibujó la imagen de Lucifer rodeado por ángeles oscuros, los ángeles se parecían mucho a varios que conocía. Debajo del dibujo escribió “el despertara y el mal reinará". Eso no podía ser bueno, y, ¿por qué ese demonio se lo llevó en vez de lastimarlo, ¿qué se traían con él?  -Cer…veza-tartamudeo de repente. ¿De verdad pensaba en beber cerveza en un momento así? -La necesito… Estaba completamente perdido por el alcohol, si seguía así, nadie lo iba a tomar en cuenta. Dejó el cuaderno y fue a la cocina, abrió la heladera y sacó un par de botellas para sentarse a beber.  -Ya no puedo más…-dijo soltando un llanto. -Ya no soporto ver estas cosas, beber es lo único que me mantiene cuerdo, ¿por qué no se van y me dejan en paz? ¿Él podía ver a los demonios?, pero ¿cómo?, ¿quién era realmente el hombre que me enviaron a proteger? -Ya no puedo seguir así…  Me preguntaba si también era capaz de verme. A lo mejor solo me ignoraba por creer que era otra de sus alucinaciones. -Humberto. Bebió sin prestarme atención.  -Humberto, ¿puedes oírme? Siguió ignorándome y solo continúo bebiendo, al parecer no podía verme. Esa noche mientras dormía, se despertó de golpe con los ojos completamente blancos. Salió  de su casa a media noche con el pijama puesta y lo seguí.  Camino como sonámbulo hasta una de las alcantarillas y se metió dentro. Lo seguí ignorando el desagradable aroma que emanaba del lugar. Continuó caminando por un largo túnel hasta llegar a una pared, la tocó con su mano y comenzó a susurrar los escritos que tenía en el cuaderno. “El mundo de los muertos se levantara y el cielo caerá, el despertara y el mal reinará…” lo detuve antes de que siguiera hablando. Lo empuje al suelo y reacciono. Miro confundido a su alrededor y luego regresó a su casa sin entender cómo había llegado a ese lugar.  -No puedo creer que pasara de nuevo. ¿De nuevo? -Esta maldita maldición me perseguiría toda la vida, no hay salida.  ¿Maldición?, ¿qué clase de maldición? Se observó en el espejo del baño y el rostro de su reflejo cambió al de un demonio. Retrocedió temeroso y cayó al suelo. Del espejo salió un demonio con apariencia de gato n***o y se quedó mirándolo fijamente a los ojos. Humberto se quedó viendo al gato como si estuviera en trance. Se levantó del piso para acercarse al animal, pero lo detuve del brazo. No estaba bien que un ángel tocará a su protegido, pero cuando se trataba de algo relacionado con demonios o entidades malignas, se nos permitía. El gato aumentó de tamaño hasta tomar la forma de un hombre lobo y me aparto de él arrojándome contra la pared. Tomó al joven y se lo llevó atravesando el espejo. Quise ir tras ellos, pero el espejo me lo impidió. Fui al cuarto y hojee el libro encontrando el dibujo del demonio gato con la frase “El infierno abrirá sus puertas y la humanidad se acabara” Regrese a la alcantarilla y camine por el túnel hasta llegar a la pared donde Humberto había recitado esas palabras extrañas. Puse mi mano sobre ella y sentí un temblor acompañado por gruñidos. Ya sabía dónde se lo llevó. Tome mi aspecto de demonio y pude atravesar la pared. Tenía la suerte de haber nacido mitad ángel y mitad demonio, gracias a eso, era el único ser celestial  que podía cruzar el umbral del inframundo y del cielo cuando quisiera, pero los que eran solo demonios  o ángeles,  no podían. No entendía cómo pudieron haber salido del infierno.  Llegué al inframundo y uno de los demonios me reconoció de inmediato. -Miren a quien tenemos aquí, cuánto tiempo sin vernos. -Hola Itan. -No siempre tenemos la suerte de recibir a un ángel de luz. -No es una visita de cortesía, vine porque uno de tus demonios gato se llevó a mi protegido. -¿Un demonio gato?, pues temo decirte que te será muy difícil recuperarlo. Itan era el ser más insoportable y molesto que llegue a conocer, no entendía porque a Alice le gustaba tanto. -¿Sabes dónde pudo llevárselo? -Si quieres te lo puedo decir, por un precio.
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