Han pasado dos meses desde que descubrí que estaba embarazada, y lo más increíble es que, aunque mi vida ha dado un giro impresionante, no puedo evitar sentir una alegría inmensa al pensar en lo que está por venir. El ultrasonido reveló que será una niña, y aunque el diagnóstico me sorprendió un poco, la emoción creció rápidamente. Me imagino qué tipo de persona será, cómo se verá, cómo se comportará y cómo cambiará aún más mi vida. Hay una sensación de plenitud en mi corazón que no había experimentado antes. A veces me sorprendo, incluso, por lo rápido que los días pasan, y es que, entre los cambios en mi cuerpo y mis pensamientos sobre ella, todo es nuevo y emocionante. Nunca pensé que podría sentirme tan conectada con alguien que aún no he visto, pero cada vez que pienso en ella, el

