Caroline
Me giré, no pude sostener la mirada aquel hombre, el escalofrío fue tan fuerte, que lo único que pedía era que ese hombre se fuera de la casa de mi padre.
—¡Señor Cárter!, usted y yo tenemos un asunto muy importante que hablar —exclamó aquel hombre llevando sus manos al bolsillo de su pantalón.
—¿Qué no?, usted no tiene nada que hablar con mi padre, hace unos minutos por poco y lo mata, ¿ahora que pretende?, ¿terminar usted mismo con el? —dije, mientras me enfrentaba nuevamente a él.
—Lamento mucho chiquilla no poder complacerte, , pero tú padre me debe una conversación, ¡Muchachos, no permitan que este bomboncito se escape! —exclamó. Quise abrir mi boca y decirle cuánto pares son tres gatos, pero no, era mejor quedarme en silencio unos segundos.
—¡Idiota! —dije cruzándose d
