“Flashback” Toronto era como lo había imaginado. Las luces, los sonidos, el aire fresco de la mañana, todo me llenaba de energía. Había preguntado a mamá y papá cómo se conocieron, y su historia me había parecido tan dulce y reconfortante. —Éramos como perros y gatos… —dijo mamá, con una sonrisa nostálgica en su rostro. —Nos odiábamos mucho, parecíamos hermanos —rió mi padre, mirándola con ternura. —Nuestras familias eran mejores amigos, pero los hombres son idiotas —continuó ella, riendo también —. Me di cuenta de que el odio era amor y que amaba a tu madre. La sigo amando. Ambos sonrieron tiernamente, y en ese momento, sentí una calidez en el corazón. —Cuando encuentres a tu hombre, no lo dejes ir. Lucha por su cariño —dijo mamá, dándome una mirada seria pero amorosa. Fin del Fla

