Pov: Emily Kambell. Piso el suelo y suspiro al notar que no me duele. — ¡He vuelto! —Ethan me detiene cuando quiero caminar. — Con cuidado, Cabrita, no te he cuidado para que te lo rompas de nuevo. — Ya, dramático, cuando follamos mucho no te preocupa mi dedito roto —lo aparto y camino. Qué alivio caminar. Su risa invade la sala de su casa, porque camino de un lado al otro moviendo las carreras. — ¿Ya lo viste, universo? Un dedo roto no me detiene. — Estás loca, recuerda nada de tacón, por lo menos hasta dentro de dos semanas —ruedo los ojos. — No iré a esa boda con tenis, que quede claro, aunque quizás no hay boda, eso me ahorraría todo el drama. ¿No ha venido ni ha dado señales la Clarita dudosa? —se ríe. — No, no ha dado señales, ya no sé qué creer así que, no voy a pensar

