ZAYN
—Te toca pelear, cabrón —me dice Derek, justo cuando Kimberly intenta meterse bajo mi camiseta de nuevo.
Me separo de ella. —Luego seguimos, ¿sí?
Ella pone cara de fastidio, pero asiente. No me importa. Mi mente está en otra parte. Subo al círculo con la rabia a punto de explotar en mis puños. Necesito descargarla. Y nada como una buena pelea para hacerlo.
Mi oponente es grande, rápido. Pero yo soy más fuerte. O eso me repito mientras lanzo los primeros golpes.
Un gancho. Un jab. Una patada al costado. Todo fluye... hasta que la veo.
Amaya.
Está del otro lado del círculo, con su grupito de amigos. Pero no está sola. Nico está junto a ella. Muy junto. Se inclina para decirle algo al oído y ella... sonríe.
Y todo dentro de mí se quiebra.
Un golpe me da directo en la mandíbula.
