Algo que me había ayudado mantener la calma toda mi vida frente a las grandes crisis era mantener mi mente fría. Con la mente hecha un lío no vas a ninguna parte, tienes que pensar y planificar antes que actuar. Tomando en consideración que los “amigos” de Fran había sido tan “considerados” como para darme seis meses de plazo, ni hoy o mañana debía preocuparme por eso. Ya resolvería. Con eso me engañaba. Con eso me engañé solventando los trámites con el seguro médico y la clínica, para mi sorpresa hasta el seguro cubría las deudas que había adquirido con las entidades bancarias siempre y cuando presentase la documentación adecuada. La cual presenté. Y para complementar la situación, la algarabía con la que el personal de administración de la clínica me comenzó a tratar al saber que tení

