Como trabajadora de Bryrne Holdings, llegaba momento de disfrutar de una de las ventajas más evidentes de laborar en una empresa que respetase la ley, mi seguro médico. Me tocaba la cita anual ginecológica, y al haberme mudado a esta ciudad tendría que recurrir a algunos de los disponibles en el listado de la empresa. Había muchos, como demasiados para seleccionar, por lo que fui a la que me recomendó June. Confiaba más en su exigencia que en la de Mimi. Lo siento Mimi.
Por eso me tome el inicio de la mañana para la consulta, y como llegue de primera y era por orden de llegada, no tuve que esperar mucho más allá de las 8 AM para que me atendieran. La candidata final había sido una doctora a la que le calculaba puede que 40 y tantos.
Su oficina era sofisticada, pero sin ser muy rosa o lle
