** En la cocina**
El sonido del timbre resonó en la casa, y Tyler, con la respiración entrecortada por la prisa y la ansiedad, se detuvo un momento antes de abrir la puerta. Había sido un día largo y cansado, pero esa no era la única razón que lo hacía sentir así. Desde que Liliana había caído enferma, su mundo había dado un giro inesperado.
—Al fin llegamos —murmuró Tyler, aliviado de ver a Liliana recostada en el sofá.
Liliana sonrió débilmente. A pesar de lo pálida que se veía, su presencia iluminaba la habitación. Tyler la ayudó a levantarse, sintiendo que su corazón se apretaba en el pecho al verla tan vulnerable.
—Gracias por ayudarme, Tyler —dijo ella, con voz suave.
—No tienes que agradecerme. Siempre estaré aquí para ti —respondió él, intentando esconder la preocupación que
