Fernanda
Al caer en el suelo levanto rápido la mirada y uno de los hombres se acerca con un bolso n***o el cual tira a los arbustos como si fuese basura y se va como si nada pasara.
Me quito todo quedando tal y como soy, me coloco un uniforme de mesera y guardo lo demás en el bolso.
Apenas salgo de los arbustos escuche disparos y sigo pero me pregunto que pasaría.
Esos no fueron mis hombres, más vale que no.
Paso al lado de varios sin dejar que las cámaras vean mi rostro y salgo por la parte trasera.
Al estar afuera el auto n***o que me trajo frena y subo rápido para irnos.
-¿Qué carajos está pasando allá arriba? - pregunto molesta y caimán me miró.
-Les dije que nada de balas si no lo ordenaba - digo de igual manera.
-No, no, jefa no somos nosotros - asegura y lo mire sin entender.
-¿Entonces? - pregunto y este sonríe.
-Parece que le quitamos el trabajo a otro, por los rumores que oí por ahí, el italiano está detrás del ruso por cuentas - dice restando importancia y arrugó el ceño.
¿Qué italiano?
-Bueno no importa, con tal y no este metido en mis asuntos no hay problemas - aseguro restando le importancia y me quito los tacones.
Suspiro y le paso la maleta a Caiman.
-Vea.- digo entregando todo lo que he usado esta noche.
-A la candela - asegura y asiento.
Me coloco unos tenis y me quito parte del uniforme de mesera, me coloco un abrigo.
Me bajo apenas se detiene y entro a la casa.
Ya son las dos de la madrugada.
Tengo mucho sueño y algo de dolor de cabeza.
Creo que aún me afecta eso del golpe y pérdida de memoria.
Estoy tranquila porque sé que Dylan y su familia están bien, supe lo que pasó y me siento aún peor, pero ahora con Dylan al tanto de todo se que se mantendrá lejos.
Sé que él no le dirá nada a Emma para que no se angustie.
Lo importante es que ella y el bebé estén bien, se lo debo a Dylan.
Me baño fregando bien mi cuerpo con la esponja de baño y después dejar que el agua me moje por un largo tiempo.
Suspiro profundamente y salgo para colocarme mi pijama.
Al estar vestida tocan la puerta.
-Pasen - ordenó y veo a chula entre a con una bandeja.
-Mi amor, te traigo cena - digo y bostezo.
-Chula, por eso te amo - digo recibiendo mi plato y ella ríe.
Una pizza pequeña tal y como me encanta.
-Todo fue un éxito hoy - dice y asiento.
-Mañana tenemos más trabajo así que, quiero que todos estén descansados - digo y le doy otra mordida a mi comida.
-Me imagino que ya te dijo caimán del italiano - dice y la miro.
Limpio mis labios con una servilleta y bebo un poco de agua con pepino, es muy refrescante.
-Ahora me está picando la curiosidad, quiero que lo averigües, quiero saber quien es ese italiano - digo y ella sonríe.
-Bueno te dejo mi mona, descansa - dice y sonrió.
Nos abrazamos y dejé un beso en la cabeza.
Chula ha pasado por tanto en su vida, es como una hermanita menor.
-Descansa Nina - digo y ella rueda los ojos.
Odia su nombre porque dice que es demasiado femenino.
Sonrió y me acuesto.
Veo hacia la ventana donde entra un poco la luz de la luna y cierro los ojos.
-¿Quién eres italiano? - susurro para quedarme dormida en ese instante.
Recuerdos llenos de amor llegan a mi mente, recuerdos de cómo era antes llegan igualmente, mi verdadero yo se perdió hace años.
Ahora no se quien soy, mi verdadero yo está enterrado, a veces quisiera recuperar la, pero él miedo de que le hagan daño a las personas que quiero evitar que vuelva.
Sufrí mucho antes, no quiero que vuelva a pasar.
Dimitir
-Maldita sea - no puede evitar gruñir dejando a un lado el arma, me siento en mi sillón frustrado.
-Cómo es posible que se nos hayan adelantado,¿ quien es esa mujer? - pregunto molesto mientras miro las cámaras del pasillo.
Es preciosa, pero tengo la sensación que la he visto antes.
Pero después desaparece como si no existiera.
-No lo sabemos aún, esta mujer aparentemente una mujer de negocios aunque sabemos que no es así, usa tácticas muy similares a nosotros, y estamos algo atrasados en poder buscar su rastro, es difícil señor - dice serio y lo miro enojado.
La única persona que sabe nuestras tácticas es Fernanda.
Esas tácticas las aprendimos cuando Dylan.
Sonreí ampliamente y rio negando con la cabeza.
-Señor está - pero lo interrumpo.
-Averigua si el cartel de las sombras está activa otra vez. - ordenó y este sale sin decir nada.
-Parece que la rubia volvió - sonreí negando con la cabeza..
De razón se fue sin avisar esta mujer, ya recordó y está de nuevo en el juego.
-Astuta mi rubia - sonrío impresionado.
Quien sabe por qué mataría al ruso.
Es una mujer de armas tomar, lo tenía completamente dominado.
Semidesnudo, manos amarradas y con una navaja pequeña en su tráquea.
-Nunca lo hubiera imaginado - susurré muy pensativo.
Cuando la conocí ella se había salido de todo eso, solo hacía pequeños favores a Dylan, pequeños trabajos.
Pero parece que tiene más de lo que imagine.
¿En dónde estará escondida?
-Te voy a encontrar mi fer, tenemos algunas cuentas pendientes - susurro mirando la foto de la supuesta mujer pelirroja, aún que ahora se que esa mujer es Fernanda.
Es hermosa de todas las maneras posibles.
Eso no se niega, y desde hace tiempo tengo el deseo de tenerla para mí solo, y será así.
Siempre obtengo lo que quiero, y desde la vez que estuvo en coma, ese sentimiento sobre protector apareció, pensé que jamás iba a aparecer pero no es así, esa rubia será mía, y la voy a encontrar.
Se que tiene un odio hacia mi, y aunque es muy confuso aún para mí sus razones pretendo averiguarlo y con ello lograr que me acepte en su vida.
Hace años no me hubiera importado ser parte de la vida de otra mujer, siempre las he visto como lo peor de la humanidad.
Pero ahora no, Fernanda ha cambiado ese pensamiento.
Hace años cuando apenas estaba comenzando en todo estos negocios ilícitos, conocí a una mujer, ella era morena, de ojos como la miel, en mi vida me había enamorado tanto, ella era mi mundo completo, yo respiraba por ella.
Pero lamentablemente no me di cuenta que la tanta dulzura de su parte era solo una fachada, una máscara a su verdadero ser, tanta dulzura me cegó por completo y eso fue mi ruina total.
Ella es una mujer maldita, me traicionó, utilizó mi amor para su propio bien, para sus beneficios, y con ello arrasó con todo,sin importarle nada más que ella.
Arrasó con mi hijo, mi precioso hijo de un año sufrió por su culpa, un inocente bebé de un año sufrió por culpa de su propia madre, no era justo.
Aunque nada en esta vida es justo.
Ella ni siquiera merece llamarse madre, una madre jamás hace eso, no con su hijo, una madre no destruye a su criatura.
Perdí todo en ese momento, perdí mi mundo,perdí mi vida ese día.
Siempre imaginé que mi verdadero ser estaba enterrado junto con mi hijo, fui enterrado con mi hijo.
Pero esos ojos de Fernanda me tienen confundido, ella a su manera está desenterrando a ese verdadero Dimitir poco a poco está logrando que salga a la luz, a ese hombre que hacía lo que sea por un amor, que se entregaba por completo por un verdadero amor.
Se que me comporto como un imbecil pero es inseguridad,solo me he enamorado como un idiota una sola ves, y me mata saber que Fernanda pueda hacer lo mismo que esa mujer, me corcome la idea de que me enamore de una mujer ruin nuevamente, no lo soportaría..
Yo amé a esa mujer.
-La ame - susurro tratando de convencerme.
Ella es pasado.
Ahora lo importante es encontrar a mi Fernanda.
Daré con ella, por que me llamo Dimitir se que lo haré.
No se bien que es lo que me pasa con ella pero lo averiguaré, tengo que hacerlo.
Fernanda
-¿Entonces el mexicano también están con ellos? - pregunto mirando los nombres de mis próximas víctimas, si es que se les puede decir víctimas, aún que lo dudo.
Ya hace dos meses que el ruso murió, mejor dicho lo asesiné, pero es igual, de todos modos no merecía vivir, poco a poco los hemos ido eliminando y muchos de ellos están asustados y poniendo más resistencia ya que no saben quien es el atacante.
Me llaman "La muerte"
Es gracioso, si supieran no lo creerían.
-Bueno a ese lo podemos manejar con uno que otro cargamentos, ese ni da al sol ni a la luna, siempre es más distante cuando a problemas de sus socios se trata - asegura caimán y miro a chula quien asiente con la cabeza.
-Es verdad, y la cara de pato, a esa sí no se, pero si me la dejas a mi lo intentaré - asegura chula sonriendo maliciosa y río negando con la cabeza.
-No es jugo Nina, mejor pasa me los lugares donde más frecuenta el mocoso, necesito acercarme a él para dejarle las cosas en claro lo antes posible - aseguro ya más seria.
De solo nombrarlo o recordar lo, lo odio, toda su familia la detesto.
-Aquí están las direcciones donde él frecuenta, pero si te interesa, hay algo que es mejor aún - asegura sonriendo a su manera indicando que me tiene algo mejor y la miro atenta.
-Vamos suéltalo - insisto y ella aún sonríe.
-Estará esta semana por aquí, solo no sabemos la fecha exacta pero de eso me encargo yo - asegura con total confianza y asiento.
-Jefa, me acaban de avisar que llegaron lo pedido, iré a revisarlos - dice caimán y asiento.
-Que sean lo que pedimos si no, ya sabes que hacer - ordenó mirándolo sería y este asiente.
-Sí señora - dice y se va.
-Nuevos nenes para mi - dice feliz y la miro.
-Si, ¿qué pasó con lo que te pedí? - pregunto ahora mirándolo con atención y ella se queda pensativa por unos minutos.
-Ah, si, el italiano - dice sonriendo pícara y sonrio.
-¿Ya me lo tienes en la mira? - pregunto y ella se levanta y va a un cajón donde tiene seguridad.
Solo caimán y nosotras dos sabemos la clave..
-Fue difícil no creas, parece que usa los mismos métodos para esconderse de todos tal y como el papi de Dylan nos enseñó, aún que lo que nadie sabe es que el papasito me dio unos trucos de más, siempre seré su favorita - asegura con una mirada perversa y río
-Tan boba - digo dejando los informes a un lado mientras reímos.
Pero me callo al echar cabeza lo que me ha dicho.
¿Mismas tácticas?
¿Pero cómo?
Al menos que…..
-Ay no - digo en voz alta y ella se acerca.
-Aún no he dicho quién es - dice mirándome extrañada y me coloco de pie para quitarle la carpeta.
Al abrirla tal y como lo que me temía.
-Carajos - digo molesta lanzando la carpeta al suelo.
Respiro profundamente y trato de estar calmada.
-No, no puede ser, ¿qué hace él aquí? - gruño caminando de un lado a otro molesta.
-Mona, ya lo conoces por lo que veo - dice sería y la miro.
-Es Dimitir, claro que lo conozco ese es como hermano para Dylan - digo molesta y ella sonríe.
-Eso es bueno o ¿no?, ¿y por que yo no lo conozco? , este está igual de papasito que Dylan, ¿pero por que te enojas? - pregunta confundida y me siento.
-Chula, no no es bueno, no se que carajos hace aquí, no se que busca, no lo soporto - hablo enojada y ella ríe.
-Hay mi amor a quien engañas a mi no - dice sonriendo pícara y la miro seria.
-¿De qué hablas? - pregunto seria y ella se sienta a mi lado.
-Que tu y ese italiano se traen algo, siii lo veo, lo siento - habla muy segura de lo que dice y la miro enojada.
-Por qué dices eso, no es así, yo no lo soporto, es un, un imbecil, cretino, arrogante, idiota, patán - gruño dándole la espalda para ir hacia otro lado.
-Del odio al amor se dice por ahí que solo hay que dar un paso, imagínate todos los que has dado solo por huir de la verdad, no nacimos del mismo vientre pero te conozco monita. - dice con diversión y le lanzó una manzana y ella ríe esquivando lo.
-Cállate, no es así, tu que vas a saber - alzó la voz enojada y ella ríe haciéndome enojar aún más.
-Ya, ya, no seas pesada mi mona, mejor vamos a terminar de planear lo que vamos hacer con el mocoso - dice acercándose y le doy la espalda aun enojada.
-No quiero volver a escuchar que dice mas estupidez como esa - sentenció para mirarla y ella asiente pero mantiene una sonrisa misteriosa en su cara.
-Como ordene jefa - dice sonando más seria y buffo.
-Vamos, tenemos algo que terminar - digo para sentarme ya más tranquila
Es la tontería más grande que me han dicho en la vida.
Ja, yo estoy interesada en él, ¡jamás!
No seré una más de su larga lista, se que tipo de hombre es y yo no caeré en nada de lo que me diga.
Además de que no lo veré, no si no se mete en mis asuntos.
-¿Me escuchas? - pregunta Nina alzando la voz y la miro.
-Si si, escucho - digo entre dientes para ver el plano.
Que mujer más intensa.