Fernanda
Habló con chula mientras comíamos galletas con mermelada hasta que me explica y cuenta bien lo que ha pasado.
-La casa donde vivías de nena, él se adueñó de esa casa y ahora es un burdel, se llama la mona. - menciona haciendo que la mire con enojo.
-Como dejaron que eso pasara, ese lugar se supone que era un lugar para los niños, tendrían todo ahí para mejorar su educación. - hablo molesta y ella baja la mirada.
-Son tiempos difíciles mi mona, ese mocoso está de aliado con todos nuestros enemigos, y, y nada es igual sin ti, tu sabes que la única para hacerlo los negocios eres tu, la manipulación es lo tuyo a mi solo déjame con mi bebe - se refiere hablando de su arma y camino de un lado a otro mientras toco el puente de mi nariz.
-¿Tanto así se ha adueñado del barrio ese mocoso? - pregunto molesta y ella asiente.
-Esto si que no lo voy a permitir, esto va a cambiar - digo molesta y suspiro para relajarme.
-Iré a preparar, necesito reunirlos a todos, estaré aquí en una hora, esta noche nos iremos de parranda - aseguro sonriendo de manera divertida y ella sonríe y frota sus manos.
-Por fin, buscaré a mi nene - cantarutea feliz y se va mientras niego con la cabeza.
Es una loca.
Subo a lo que era antes mi habitación y reviso donde están mis cosas, y todo está igual, limpio pero igual.
No han movido nada.
Me miró en el espejo y suspiro colocando mis manos sobre la madera mientras cierro los ojos con fuerzas.
Al abrirlos otra vez ya estoy lista y preparada para lo que sea que tenga que hacer.
Prepararse será fácil, conozco las fantasías del ruso, conozco las fantasías de casi todos los que me rodean.
Quien no conoce a su alrededor se pierde, y eso a mi no me gusta, me gusta saber hasta el mínimo detalle de todos, me gusta saber donde es que voy a pisar.
Tomó una ducha, me maquillo de manera exagerada, tratando de verme un poco distinta, me hago pecas en el rostro y sonrío.
Me veo de maravilla.
Me coloco lentillas color azul y me coloco una peluca pelirroja.
A ese hombre le encantan las pelirrojas y tengo que estar lo más cerca de él posible, se llevará una no muy grata sorpresa.
Me coloco un vestido muy escotado color n***o y es muy ajustado marcando cada parte de mi cuerpo.
Lo bueno de tener un busto grande es que puedes esconder una navaja, o en los muslos también se puede,son tácticas que aprendí hace años.
Suficiente si lo tengo cerca.
Me miró en ese espejo y sonrío orgullosa.
Estoy perfecta, podría enamorarme de mi misma.
Me coloco los tacones y bajo las escaleras encontrándome con todos ahí.
Son más hombres que mujeres, para ser exactos, sólo está chula, ella es la única mujer en quien confío para esto.
-¡Mi amor! - grita chula lanzando un beso y ruedo los ojos.
Miro a todos y estos bajan la cabeza.
-Estamos a sus ordenes jefa, usted dirá - dice uno de ellos y sonrío para mirar a chula.
-Vea jefa, esta manada de locos harán lo que usted diga, están listos para lo que sea - asegura y asiento para terminar de bajar y estar frente de ellos.
-Todos me conocerán como Mona, pero prefiero que me digan jefa, aquí el primero que volte así sea la mirada sin mi permiso lo único que recibirá de mi parte será una bala, las reglas son fáciles, hacen lo que digo si o si - hablo mirándolos a todos con seriedad y superioridad.
-La traición los hará ver el infierno, no me gusta hablar mucho así que, para terminar, quiero que todos sean efectivos, nadie puede dejar rastro de nada, y si eso pasa, chula se hará cargo - aseguro y ella sonríe maliciosa mientras todos asienten.
-Caimán - llamó y este llegó al frente mío.
-El plan es este, entro y ustedes solo harán la guardia, chula sabe desde dónde me va a ver siempre, necesito que tu los manejas hoy, quiero que se metan como uno de las camareros del hotel o meseros, que están siempre cargados, no me persigan de eso se encarga chula ustedes solo verán cuantos moscos me rodean, me mantiene avisada, y si hay cambio de plan chula les avisara - sentenció dándoles una orden a todos y esos asienten.
-Bueno, con eso claro, que esperamos, una invitación no la tendremos¿o si? - pregunto seria.
Chula chifla y empieza a dar órdenes de dónde se irá cada uno.
-Este bolso de mano tiene una cámara pequeña, veremos donde estará siempre para mantenerla protegida - asegura caimán mientras tomo el bolso n***o de mano.
Tiene mucha pedrería, una de esas es la cámara.
-Gracias caimán, se que mi vida está perfectamente cuidada con ustedes - aseguro y este asiente.
-Tenemos que cuidarla, si no el señor Esteban nos termina de rematar allá en el infierno - dice haciendo que ría y vamos hacia el auto.
Es un auto n***o, donde lo chófer será caimán y yo seré una mujer de negocios buscando un poco de diversión, y justamente buscando un hombre para esta noche.
Ese hombre será el ruso, me divertire con él esta noche, seguramente que si.
Llegamos al prestigioso hotel cinco estrellas, donde sólo las personas con una gran cantidad de dinero en su cuenta pueden entrar aquí.
-Buenas noches señora, espero disfrutar su estadía - dice un hombre entregando un folleto y sonrío asintiendo con la cabeza.
Al entrar puedo ver a varios de mis hombres.
Como también puedo ver a varios de los hombres del ruso, fácil de identificar, ese hombre se olvida que tengo buena memoria.
Recibo una copa que me trae uno de mis hombres y este se aleja.
Camino por el lugar detallando todo y localizo al afortunado de esta noche.
Este me mira y sonrío coqueta, levantó un poco la copa y este hace lo mismo.
Bebo un poco y sonrío para dar media vuelta e ir a la barra.
Ya lo tengo estoy segura.
Pido otra bebida al hombre y este me lo sirve.
-Es una rareza ver a tan preciosa y elegante dama por aquí - asegura la voz del asqueroso del ruso y sonrío para mirarlo.
-Creo que le quita mérito a muchas mujeres de aquí - aseguro hablando con acento muy distinto al mío y este sonríe.
-Son las mismas de siempre - asegura y su mirada recorre mi cuerpo.
-He venido a este lugar por sugerencia de una amiga, según dicen que aquí puedo encontrar a un hombre que me haga volar por las nubes - susurro colocando mi mano sobre su brazo y este se tensa haciéndome sonreír.
-Pues su amiga no se equivoca, lo tiene justo enfrente de usted - asegura mirándome con lujuria y río coqueta.
-¿Está seguro que no me sentiré defraudada? - pregunto con tono meloso y él pasó su mano por mi brazo.
-La haré volar más allá de las nubes - susurro en mi odio y lo miro.
Asiento con la cabeza dándole a entender que acepto, como también es una señal para mis hombres de que ya lo tengo.
Este me toma de la muñeca y me dejo llevar hasta el ascensor.
Antes de que pueda besarme, aparece caimán quien ahora viste de manera elegante, y así evita que este me bese o toque.
Mientras el ruso ve los números impaciente sonrío de medio lado y caimán asiente levemente con la cabeza sin dejar de mirar así las puertas.
Apenas las puertas se abren me sujeta de la muñeca llevándome a rastras a su habitación.
Veo que tiene un hombre en la entrada de su puerta así que finjo que se me ha caído el bolso de manos.
-Ay, que tonta - digo y me agacho de manera sensual para dar oportunidad de abrir la tapa de mi anillo.
En ese hay un poco de anestesia, y con solo una pinchada se quedará dormido en menos de dos minutos.
-Buenas noches, todo está tranquilo señor - dice él hombre en ruso y yo me hago la que no se lo que dice.
-¿Qué dijo? - pregunto agarrada del brazo del ruso.
-Nada importante, vamos - dice en cuento este abre la puerta.
Él ruso entra primero sin dejar de sujetar mi muñeca y yo paso rápidamente mi mano por el brazo del hombre y este no parece prestarle importancia.
Entro y cierran la puerta a mis espaldas.
-Ahora sí preciosa, ven aquí - dice sujetando mis brazos y me tira en la cama.
Sonrió mirándolo y este se me tira encima.
-Me gustan los juegos - susurro en su odio y este me mira y sonrio.
-Parece que me conocieras - dice mirándome con duda y río coqueta para colocarme arriba de él.
-Quizás solo nos gustan las mismas cosas - aseguro y pasó mi mano por su pecho.
Sacó una tela color n***o de mi cintura y lo muevo para que él lo mire.
Él ríe y permite que le amarre las manos apenas lo tengo bien amarrado me coloco de pie.
-Hay ruso, ruso - río mirándolo con maldad y este me mira enojado.
-Espera, suéltame - ordena y suspiro nostálgica.
-Eres tan estúpido cuando ves un par de piernas bonitas - aseguro burlona y este foecejea.
-¿Quién eres maldita? - pregunta alzando la voz y me acerco sentándome a su lado y dándole una bofetada.
-No digas groserías, solo yo puedo decirlo cuando me enojo - aseguro mirándolo y río al ver su rostro pálido.
-¡No, no no, estás muerta! - grita y río negando con la cabeza.
Me coloco de pie y me quito la peluca pelirroja para dejar suelto mi cabellera rubia.
Su rostro es como para una foto, me encanta esta sensación de horror que puedo causar.
-¿Me vas a decir que no me has extrañado? - pregunto mirándolo con tristeza fingida para reírme en su cara.
-No te emociona saber que he vuelto del infierno para venir a verte - pregunto divertida y este maldice y río.
-¡Maldita mona, tu estas muerta yo vi tu cuerpo! - grita furioso y se que está asustado.
-Vamos no seas dramático, pensé que eras más valiente - digo con diversión y me siento a su lado sacando la navaja de mi busto.
-Ah y no te molestes, nadie vendrá por ti en un tiempo - aseguro mirando la navaja para verlo a él.
-¿Qué quieres maldita rubia? - pregunta furioso y asiento.
-Así es lo que me gusta, cooperando - digo dejando palmadas en su rostro y sonrío.
Lo miro pensativa y luego le doy un golpe en su estómago disfrutando como se queja,ruso cobarde..
-Lo primero, que me digas toda la información de los tratos que tengas con el mocoso - hablo con simpleza y este ríe después de recuperar la respiración.
-Estas loca, nunca había estado mejor que ahora, al que llamas mocoso ha resultado ser más fuerte que su propio padre,ese viejo ha criado al propio demonio. - asegura mirándome con burla y suspiro mirándolo sin importancia.
-Demonio o no se irá al infierno y de eso me encargo yo - aseguro con tranquilidad.
-Apuesto que si Esteban estuviera vivo, su muerte sería peor en manos de él, no sabes en lo que te metes - asegura con diversión y lo miro enojada acercando la navaja en su mejilla.
-Escúchame bien, ni el mismo diablo pudo con la mujer, créeme que ese mocoso no podrá conmigo, lo mataré así como mate a su padre,acabaré con todos en mi camino como lo he hecho desde siempre. - aseguro mirándolo con frialdad y odio.
-Así que te queda una sola opción, o hablas o será tu último día - sentancio llena de furia y este parece pensarlo.
-Bien, está bien hablaré - asegura y sonrío quitando la navaja de su mejilla.
Es un cobarde, siempre lo ha sido.
-Está metido en todo, ahora si está en todo, drogas, armas, trata de blancas, ese nuevo burdel es el que ha abierto ahora lo que más le da es eso, en eso es lo que la mayoría de nosotros lo apoyamos,ese lugar es la cabeza de todo,las reuniones todo es ahí.- asegura y niego con la cabeza.
-El mexicano tiene más cercanos ahora con él,se puede decir que es su socio número uno,los demás sólo son mínimos trabajos - explica y lo miro pensativa…
-Así que en esas anda el mocoso ese - susurro pensativa y me quedo pensativa.
Sé que estoy metida en un mundo cruel y sucio pero nunca me ha gustado el negocio de trata de blancas, cualquier cosa menos eso, soy mujer y aunque sea una asesina no significa que esté de acuerdo con ello.
-Ahora suéltame - ordena y salgo de mis pensamientos para verlo a los ojos y acercarme.
Sonrió maliciosa y me acerco a él.
-Feliz cumpleaños traidor,en el infierno te esperan todos. - susurro en su odio y antes de que empieza a gritar, clavo la navaja en su garganta.
Rápido me coloco de pie y me acerco al balcón.
Veo la altura de este y suspiro.
Ojalá no me parta un pie.