CAPÍTULO CINCO “¿Quién querría vivir en un lugar así? ¿Y con quién trabaja su jardín? Dios mío, ella tiene un seto para el pene. Mira", dijo Suvi entre carcajadas, arrojando su brazo sobre el pecho de Pema, señalando algo en la distancia. Isis se rió entre dientes pero sacudió la cabeza. Su hermanita siempre tuvo sexo en la mente. Aunque, tuvo que admitir Isis, el arbusto se veía un poco fálico por naturaleza. "Saca tu mente de la alcantarilla, eso es un hongo. Lo que realmente me molesta es que ella paga todo esto con el diezmo que hace que las brujas le paguen. Por eso mamá y papá nunca tuvieron dinero". “Cálmate, Isis. Necesitamos mantenernos enfocadas. Hay varias capas de hechizos de protección y necesitamos estar en nuestro juego", dijo Pema. "¡Agáchense! Esa es la limusina de Cel

