Como Romeo y Julieta.

2- REENCUENTRO.

PG.

—Eres tú— las palabras apenas se escapaban de mis labios, un delicado susurro en el aire tranquilo. Estoy atrpada, atrapada por su mirada penetrante, y apenas puedo creer que estoy parada frente a Ajax Elrod. Sus ojos tan intensos y fascinantes como siempre, aún poseen la capacidad de ver directamente dentro de mi alma. Son increíblemente seductores, tal como los recuerdo. ¿Cuántos años han pasado desde nuestro último encuentro? ¿ seis, siete o algo intermedio?.

Los recuerdos vuelven a mi, como un maremoto de recuerdos de la última vez que nos encontramos en una habitacion cómo está, fue en Nueva York. Nos habíamos cruzado inesperadamente en una fiesta de noche vieja, lo que finalmente nos llevó a terminar en su casa. Y aquí estamos, una vez más, el destino entrelazando nuestros caminos.

—PG— pronuncia Ajax, cada cata de sílabas de familiaridad. Mi cara se sonroja y mi voz apenas logra decir un.

—Hola— rápidamente me aclaro la garganta, determinada a mantener la compostura la próxima vez que hable.

—Que…— su voz se apaga, las palabras suspendidas en el aire como un perfume persistente. —..placentera sorpresa—

—Entonces, ¿ustedes dos se conocen?— pregunta mi nueva amiga Crystal. Es fácil olvidar que Ajax y yo estamos solos en este momento.

Es una lucha desviar mi atención de su rostro, una obra maestra de belleza robusta. Su mentón con hoyuelos y su mandibula afilada estan adornados con una barba sedosa y prolijamente recortada. Sus ojos, tan cautivadores como un cielo repleto de estrellas, me atraen y sus labios son tan tentadores como la fruta prohibida. Desde nuestros días de escuela secundaria, pasando por la universidad y hasta ahora, ha envejecido como el mejor vino. Ajax Elrod es, sin duda, un hombre asombrosamente atractivo. Me las arreglo para cambiar mi enfoque a Crystal, que se ve abosolutamente radiante esta noche. Esta vestida con un sedoso vestido halter blanco, el material muestra con elegancia sus hombros suaves, que parecen tan tiernos como el algodón fresco bajo el cálido resplandecer de las elegantes luces del lugar. Su cabello oscuro y ondulado, cortado hasta la barbilla, enmarca bellamente su elegante cuello de cisne.

Acababa de llegar a la fiesta de compromiso de Crystal y May cuando me fije en ella. Estaba absorta en una conversación con un hombre cuya imponente figura me recordaba a una antigua estatua de mármol. Desde lejos, admiré su forma, eligiendo esperar hasta que terminara su discusión antes de acercarme. Sin embargo, un tirón inexplicable me atrajo hacia ellos. Un irresistible compulsión me hizo cerrar la distancia entre nosotros antes de lo que había planeado. Fue entonces cuando vi su cara. Me doy cuenta de repente, lo que hace que mi mano agarre instintivamente mi corazón que late rápidamente.

—Espera. ¿Ajax es May..?— le pregunto a Crystal. Ajax frunce el ceño confundido.

—¿Qué es un May?— el se ve tan increíblemente guapo cuando esta desconcertado.

—No, no, no— responde Crystal, con la cabeza temblando con cada negación. Ella coloca suavemente sus largos dedos sobre el bien tonificado bíceps de Ajax. —Mason es May— la mirada de confusión de Ajax se profundiza.

—¿Mason es May?— Crystal coloca una mano junto a su boca, susurraron como si compartieran un secreto.

—Así es como lo llamo cuando no está cerca—

—Ah…— Ajax echa la cabeza hacia atrás riendo. Mientras Crystal comienza a explicar que Ajax es el testigo de bodas de Mason, que es el mejor amigo y el jefe. Lucho por mantener la concentración. Una cosa es cierta: he esquivado una bala. Si Crystal me hubiera presentado al hombre del que siempre he estado enamorada como su prometido, no habría sabido como reaccionar o que sentir. Probablemente me habría desmayado.

—Entonces, ¿cómo es que ustedes dos se conocen?— el dedo inquisitivo de Crystal oscila entre Ajax y yo, como un limpiaparabrisas en movimiento.

—Escuela secundaria— contestamos al mismo tiempo. Le ofrezco una amplia sonrisa, recibo una igualmente cálida a cambio. Mis mejillas estan sonrojadas, probablemente pintando una imagen de polvo rosa en mi cara. Es un poco vergonzoso. Quiero parecer alguien que no vuelve a los enamoramientos de la escuela secundaria al ver al hombre que nunca he logrado olvidar. Tengo casi treinta años, veintiocho para ser exacta, pero por el amor de Dios. Debería ser mejor. En mantener mi compostura alrededor de él. Con mi sonrisa más confiada, digo:

—Bueno, nos conocimos en la escuela secundaria, pero la última vez que nos vimos fue durante mi último año en la universidad— Ajax lanza un guiño travieso.

—Si. Esa es nuestra historia— la sonrisa de Crystal crece lentamente, sus ojos nos estudian como si fuéramos dos especímenes raros de los que debe obtener todos los detalles posibles.

—Entonces, ¿tienen una historia?—

—¿Qué?— Me las arreglo para ahogarme. Mi mente da vueltas en nuestro pasado: todos los cuentos de Ajax y yo, Penelope.

—Entonces, ustedes dos tienen una historia. ¿Eso significa que estuvieron juntos en algún momento?— ella pregunta. Ajax cruza sus musculosos brazos sobre su ancho pecho.

— Aclara, “juntos”— Con una mirada mordaz, Crystal responde.

—Sabes perfectamente lo que quiero decir con “juntos” Ajax. Deja de evadir— Ajax responde con su característica sonrisa torcida y encantadora, un espectáculo que recuerdo muy bien.

—Somos viejos amigos, Crystal— Crystal vuelve su mirada expectante hacia mi como si buscara confirmación. Me encuentro sin palabras, demasiado desconcertada para responder a su pregunta no formulada.

—Si, somos viejos amigos— confirmo, manteniendo la explicación de nuestra historia complicada.

Ajax y yo nos miramos a los ojos, compartiendo sonrisas cómplices que revelan un pasado compartido. Crystal abre la boca para decir algo más, pero Ajax, afortunadamente, re dirige la conversación. Volviéndose hacia ella, diciendo:

—Espera. ¿Sabe Mason que lo llamas May a sus espaldas?—

—Oh no, no acabas de llamarme así en público, ¿verdad, nena?— un hombre alto, moreno e indudablemente guapo se acomoda en nuestro trio, entre Ajax y Crystal. Una vez situado pasa un brazo por la cintura de Crystal. Crystal se ríe mientras comparte un beso con su prometido antes de preguntarle dónde había estado. Los dos forman una pareja cautivadora. Él lleva un cierto encanto, y siempre desde que la conozco, Crystal siempre se ha presentado como quizás la mujer más contenta del mundo. Siempre está sonriendo, siempre positiva y siempre lista para ver el lado positivo incluso en las situaciones más desafiante.

—Tú prima es una pastilla— dice, Masón con un tono de exasperación cansada, dirigiendo la mirada hacia Ajax. Crystal gruñe de acuerdo, indicando su acuerdo. Pero ya estoy perdida de nuevo, encerrada en la mirada de Ajax mientras Crystal me presenta a su prometido. Tomo una respiración profunda, mi pecho se eleva prominentemente, y luego lo dejo salir lentamente, tratando de mantener la compostura bajo la presciencia cautivadora de Ajax.

—¿Eres Penelope Gray?— pregunta Mason. Estoy apunto de girarme para captar la expresión detrás de Mason. Con tono sorprendido y levemente disgustado, pero mis ojos estan clavados en la deslumbrante mujer que enlaza brazos con Ajax. Esta adornada con un vestido n***o ajustado que es tan corto, con un escote tan bajo que deja poco a la imaginación. Ella aprieta su agarre sobre Ajax. Este gesto posesivo llama mi atención sobre la forma en que la camisa negra impecable de Ajax abraza su biceps perfectamente firme, no demasiado musculoso. También tomo nota de lo delicados que se ven sus brazos femeninos junto a los de él.

Cuando mis ojos finalmente se encuentran con su rostro, sus ojos brillan con maldad hacia mi, aunque sus labios permanecen neutrales. Es en este momento que la realización me golpea como un maremoto. Dios mío, esta mujer, aparentemente apareciendo de la nada, está reclamando al hombre de mis sueños.