La noche cubría la ciudad con su manto de sombras, una mezcla de neón y penumbra que parecía respirar junto con sus habitantes. Calles desiertas susurraban secretos al viento, mientras el eco de pasos resonaba en la distancia, ajeno al bullicio que aguardaba detrás de puertas cerradas y ventanas empañadas.
En algún rincón de aquella ciudad, una figura se detuvo, su silueta apenas visible bajo la tenue luz de un farol parpadeante. El aire cargado de promesas rotas y sueños inalcanzables le rodeaba, como un recordatorio de que en ese lugar no existía la redención sin un costo.
Había algo en el ambiente, algo que no podía ser nombrado pero que se sentía con cada respiración. Una fuerza inquebrantable tiraba de los hilos de lo inevitable, y el destino se alzaba como un juez implacable, aguardando el momento exacto para actuar.
El silencio no duraría mucho.
Las ruinas del pasado se alzaban invisibles entre las grietas del presente, y en algún lugar, oculto a simple vista, un secreto esperaba ser desenterrado. Sin embargo, en esta historia, como en la vida misma, todo tenía un precio.
El reloj marcaba el inicio de algo irreparable, aunque ninguno de los involucrados lo supiera aún. Y así, bajo la fría mirada de la luna, comenzó el primer acto de un juego donde la redención y las ruinas caminaban de la mano.
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Hola! Soy A. Winchester, espero que esta historia sea de su agrado.
Es mi primera vez escribiendo una novela, una disculpa si algunas cosas no tienen sentido aún trato de ordenarlas en mi mente.
PD: Gabriel tiene 43 años aunque no lo parezca xd y Addie tiene 25 años👀