El nombre “alphantas” rondaba por todos lados en mi memoria mientras socavaba la misma pregunta una y otra vez ¿Cuál era el nombre real de aquel extraño seudónimo? Pero solo se quedaba en ese punto vacío sin respuesta alguna, Ángel solo pudo obtener una dirección después de tanto trabajo sin descanso, cuanto sacrificio por un capricho tan absurdo como el que tuve hace tan poco, me avergonzaba tener que decirle lo mucho que me arrepentía de verlo así y mucho más sabiendo que la pequeña había estado sola esperando en casa, intenté acallar mi sentido de culpa con un sincero agradecimiento a mi viejo amigo y felicité su matrimonio halagando la belleza de su hija con todo mi corazón. — Enserio, Ángel, no sabes cuánto significa esto para mí —agradecí fielmente mientras sujetaba sus manos co