Volvía al hotel como loco, me pareció una eternidad el trayecto mientras mi corazón ya no podía aguantar el deseo por volver a ver a Carmela, no estaba dispuesto a admitir que estaba enamorado de una mocosa insolente que se empeñó en hacerme sufrir en tan poco tiempo, pero me sentía dispuesto a conocer mejor a la niña que cambió mi forma de ver la vida como si mi cuerpo chocara contra una pared me sentía renacido y libre de un peso que jamás creí poder experimentar.
Alex me había vuelto un paranoico del cual estaba preso como si su amor se hubiera vuelto un clavo inserto en mi corazón herido, no me sentía libre desde hace mucho tiempo y el enojo por saber que ella jamás me correspondió solo me hacía sentir miserable, quizá ese fue el motivo por el que intenté que alguien misericordiosamen
