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1005 Words
Luego de ese cambio físico todo había sido completamente diferente, en el colegio las cosas habían cambiado mucho, los chicos ya no me miraban de una manera grosera o intentando intimidarme si no que ahora incluso me pedían salir con ellos a tomar un café, era increíble pero todo había surgido efecto, por fin había logrado que las personas en el colegio me respetaran y aunque pudiese ser difícil de imaginar, todo había permanecido así, hasta el punto que hoy en día en la universidad todos los chicos siguen detrás de mí; mis ideales no podían estar más alejados de todas las ideas de los chicos de la universidad, ellos eran creídos y sus miradas iban más a generar ganancias y riquezas del mundo que a algo más profundo y era debido a eso mismo que todos me aburrían, había llegado el punto en el que me había dado cuenta que no lograría encajar con ninguno de ellos y por eso había renunciado a la idea de enamorarme, pero… todo cambio cuando conocí a Lucas. Lucas estudiaba ingeniería en sistemas en otra universidad, lo sabía porque había sido compañero de mi hermana Paula en el instituto y aunque no se llevaban precisamente bien su rostro siempre resaltaba, era un chico de ojos grandes y cafés, como si fuesen unas enormes avellanas puestas justamente en el lugar correcto bajo sus pobladas cejas, sus cabellos eran muy oscuros y contrastaba con la tez clara de su piel, su rostro estaba lleno de lunares que se asemejaban a unas pecas prominentes y oscuras, su nariz era tan perfecta que daba repelús, cualquiera hubiese pensado en ese entonces que no podría ser natural; en el colegio nunca me había fijado en él, es más, ni siquiera lo había mirado, nunca me había llamado la atención poner un poco de empeño en saber quién era ese chico que enamoraba a todas las chicas en el colegio porque era cinco años mayor, ese mismo era el factor que lo hacía un hombre realmente inalcanzable para la Juli de ese entonces, además, las dudas sobre mi aspecto físico en ese entonces eran demasiadas; luego de un tiempo había dejado de verlo en el instituto y se había corrido el rumor de que tenía problemas con la directiva del colegio, Lucas era a resumir lo que llamarías el típico chico malo y por lo tanto tal rumor no me sorprendía demasiado y al ser un hombre el cual nunca me había llamado la atención prontamente su existencia desapareció en mi mente, hasta ese día… El 20 de noviembre de 2018 sería el día en que tuve mi primer contacto con Lucas, por esos días yo no me encontraba muy bien e intentaba superar la típica depresión que me quedaba luego de terminar una relación, la razón era mi ex novio de ese entonces: John, había cometido muchos errores conmigo, y nuestras relación había llegado al límite de la violencia física, entonces fue cuando llegó el punto en que no aguanté más y huí de él, me cambié de lugar de vivienda y cerré mis r************* por un tiempo, sabía que John era un hombre obsesivo y quería garantizar que no volviese a entrar en mi vida nunca más, las medidas que tomaba para ello eran simples y bastante usuales para mí, todas mis relaciones pasadas habían sido tóxicas y con finales muy alejados de la felicidad y John no sería la excepción, alejarse fue muy difícil, realmente lo amaba, había empeñado en él mis últimos esfuerzos por creer en el amor verdadero de las personas, y todo eso se había evaporado en la tarde en la que John había decidido romper el vidrio de la ventana de mi cuarto justo cuando yo me encontraba tras de él, las heridas habían sido muchas y aunque dijo que no había sido su intención fue suficiente para alejarme por completo y dejarlo todo; superar una relación no era fácil para mí, en ese punto me encontraba en vacaciones de la universidad y no tenía nada en que distraer mi mente además de las r************* , así que eso hice, pasaba todo el día de ** a f******k, subiendo fotografías y recibiendo miles de comentarios de lo atractiva que era, la gente no había tardado mucho en enterarse que ya había terminado mi relación y eso mismo había hecho que muchos chicos de mis r************* intentaran ligarme sin resultado alguno, no estaba lista para ningún tipo de relación e incluso me había prometido a mí misma que pararía un tiempo con el tema del amor, necesitaba un tiempo para mí, para cultivarme y crecer personalmente sin fijarme si alguien estaba amándome, eso representaba una situación compleja, ya que me había acostumbrado a estar siempre dentro de una relación y ya ni siquiera recordaba que era estar sola. Unas semanas luego del rompimiento con John todo iba bien, poco a poco estaba superando las heridas del pasado y aunque él iba a casa de mi madre constantemente buscándome para intentar volver conmigo siempre encontraba la forma de evitarlo; seguía subiendo contenido a mis r************* y ya mi cuenta estaba llena de seguidores nuevamente, en especial chicos que intentaban ligarme, mi bandeja de entrada de mensajes siempre estaba a reventar, de una forma tan exagerada que ya ni siquiera entraba para ver quien me había escrito algún mensaje, hasta esa vez que un mensaje saltó a mi vista; había subido a mis historias de ** una fotografía de mi cachorrita, su nombre es Zelda en honor a un famoso videojuego el cual amaba mucho jugar cuando apenas era una niña y tenía bastante significado emocional para mí, de alguna forma, cuando sufría bullying en el colegio me aferraba a cosas como los videojuegos para mantenerme tranquila y en paz, ese había sido el caso de Zelda y ya que me había marcado tanto decidí nombrar así a mi perrita, también mi otro perro tenía por nombre Link que era el personaje principal de ese mismo juego.
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